Este jueves se realiza la última jornada de encuentro entre el Papa Francisco y los obispos chilenos, la que está marcada por dos reuniones. En ese contexto, se confirmó que el obispo Juan Barros se encuentra en Roma, alojando en Santa Marta por temas de salud que no han sido clarificados.
Durante esta mañana, en conversación con T13, uno de los sacerdotes acusados de encubrimiento de los delitos de Fernando Karadima, Francisco Javier Errázuriz, se refirió a la carta que envió a las autoridades de la iglesia chilena, donde se defendió de los dichos en su contra y aseguró que realizó las acciones pertinentes.
“Investigué a Karadima, no voy a decir más. La carta está escrita, punto”, con estas palabras Errázuriz se defendió de las acusaciones, a lo que agregó “el Papa me dijo a mí exactamente que yo lo había informado siempre bien, es lo último que digo”.
Aunque no hay certeza de cuando el Vaticano se referirá a las conclusiones de estas jornadas, se espera que este viernes se anuncien medidas de corto plazo, respecto de la iglesia chilena.
Reacciones del Papa
Luego del término de las dos reuniones de este jueves, a través de un comunicado, el Papa Francisco alzó la voz, “la recepción durante la semana pasada de los últimos documentos que completan el informe que me entregaron mis dos enviados especiales a Chile el 20 de marzo de 2018, con un total de más de 2.300 folios, me mueve a escribirles esta carta. Les aseguro mi oración y quiero compartir con ustedes la convicción de que las dificultades presentes son también una ocasión para restablecer la confianza en la Iglesia, confianza rota por nuestros errores y pecados y para sanar unas heridas que no dejan de sangrar en el conjunto de la sociedad chilena”, comienza el escrito.
En el mismo texto, el pontífice expresó que “Al respecto, quiero manifestar mi gratitud a S.E. Mons. Charles Scicluna, Arzobispo de Malta, y al Rev. Jordi Bertomeu Farnós, oficial de la Congregación para la Doctrina de la Fe, por su ingente labor de escucha serena y empática de los 64 testimonios que recogieron recientemente tanto en Nueva York como en Santiago de Chile. Les envié a escuchar desde el corazón y con humildad. Posteriormente, cuando me entregaron el informe y, en particular, su valoración jurídica y pastoral de la información recogida, reconocieron ante mí haberse sentido abrumados por el dolor de tantas víctimas de graves abusos de conciencia y de poder y, en particular, de los abusos sexuales cometidos por diversos consagrados de vuestro País contra menores de edad, aquellos a los que se les negó a destiempo e incluso les robaron la inocencia”.
En el documento el religioso afirmó que “ahora, tras una lectura pausada de las actas de dicha “misión especial”, creo poder afirmar que todos los testimonios recogidos en ellas hablan en modo descarnado, sin aditivos ni edulcorantes, de muchas vidas crucificadas y les confieso que ello me causa dolor y vergüenza”, por ello, solicitó colaboración y asistencia en el discernimiento de las medidas que a corto, medio y largo plazo deberán ser adoptadas para restablecer la comunión eclesial en Chile, con el objetivo de reparar en lo posible el escándalo y restablecer la justicia.
A su vez, la autoridad de la iglesia católica confirmó un próximo diálogo sobre las conclusiones de la visitas con el objetivo de hacer resplandecer la verdad en nuestras vidas, respecto de la fecha, será informada por el Secretario de la Conferencia Episcopal.
“En lo que me toca, reconozco y así quiero que lo transmitan fielmente, que he incurrido en graves equivocaciones de valoración y percepción de la situación, especialmente por falta de información veraz y equilibrada. Ya desde ahora pido perdón a todos aquellos a los que ofendí y espero poder hacerlo personalmente, en las próximas semanas, en las reuniones que tendré con representantes de las personas entrevistadas”, escribió el Papa Francisco.