"La fuerza del lápiz y el papel": Expertos debaten su significación a 30 años del plebiscito

Es una de las frases que más se ha reiterado durante cada aniversario del triunfo del NO. Hoy, al cumplirse 30 años de esa emblemática hazaña, académicos y cientistas políticos analizan el real alcance del proceso eleccionario, así como el peso que tuvieron otros actores políticos para terminar con 17 años de dictadura cívico-militar.

Es una de las frases que más se ha reiterado durante cada aniversario del triunfo del NO. Hoy, al cumplirse 30 años de esa emblemática hazaña, académicos y cientistas políticos analizan el real alcance del proceso eleccionario, así como el peso que tuvieron otros actores políticos para terminar con 17 años de dictadura cívico-militar.

Durante las semanas previas a la celebración de los 30 años del triunfo del NO en el plebiscito de 1988, la adjudicación de la derrota del dictador en las urnas recobró relevancia y generó una nueva pugna al interior de la alicaída oposición.

Dicha discusión motivó que en un comienzo tanto la Democracia Cristiana como el Partido Radical optaran por excluir al Partido Comunista del acto de celebración, arguyendo que “la vuelta a la democracia se consiguió con un lápiz y un papel” y no a través de “formas violentas de lucha”.

Sin embargo, poco se ha resaltado el rol de los miles de ciudadanos que, venciendo el temor a la represión, impulsaron otras formas de enfrentar al régimen y participaron de las decenas de jornadas de protesta para derrocar al dictador.

En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile el abogado y cientista político, Sergio Micco analizó la significación de esta fecha, señalando que “ese 5 de octubre es producto de un proceso donde hay nada menos que 3 mil personas detenidas desaparecidas, en los informes Valech 1 y 2 se habla de 30 mil personas que fueron torturadas y la cifra aproximada de exiliados son 300 mil”. Por otra parte, sobre todo a partir del año 83, se acelera un proceso de transición vía ruptura a través de protestas y también ahí se consolidaron movimientos sociales y partidos políticos que dieron una pelea por llegar al 5 de octubre extremadamente dura y compleja”.

El académico del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile agregó que “evidentemente son los movimientos y las organizaciones sociales que logran iniciar un proceso de transición muy importante, pero por otro lado -eso en ciencia política es clarísimo- los movimientos sociales si quieren obtener sus triunfos necesitan en un momento dado, ser mediados por los partidos políticos. Si no hubiese acuerdo entre partidos políticos que condujeron la campaña del NO, sin duda, no hubiésemos llegado a lo que llegamos” enfatizó.

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Para la doctora en ciencia política y profesora de la Universidad de Chile, María Cristina Escudero, “sin una movilización social, la oposición no podría haber negociado nada, y sin liderazgos políticos y partidos que estuviesen dispuestos a ir a negociar, la ciudadanía no haría logrado nada, habría sido reprimida”.

Por esta razón, argumenta que el triunfo del NO “es un logro de la ciudadanía en conjunto con los partidos políticos, es un logro colectivo, un anhelo ciudadano que triunfa finalmente sobre un régimen represivo”.

Si bien, la académica reconoce el aporte de la ciudadanía durante este proceso, asegura que son los sectores más moderados, tanto dentro del régimen como de la oposición, los que logran generar un acuerdo que posibilite tanto el plebiscito como la vuelta a la democracia.

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Una mirada similar tiene el decano de la facultad de Ciencia Política y Administración Pública de la Universidad Central, Marco Moreno, quien sostiene que la idea de buscar una alternativa para terminar con el régimen de Pinochet, surge a raíz del fracaso de las movilizaciones como estrategia para derrocar a la dictadura.

“Yo creo que toda la movilización que comienza con las protestas el año 83 y después todas las movilizaciones que hubo de manera creciente que culminaron con el atentado a Pinochet, demostraron que no era posible derrotar a la dictadura por esa vía”, aseguró.

Asimismo, el doctor en ciencia política agregó que “el movimiento creciente de movilizaciones si bien contribuyó a generar el reencuentro de los ciudadanos, a generar espacios colectivos para enfrentar a la dictadura, volver a reunirse, demostró que no era suficiente para derrotar a Pinochet y precisamente esa fue la razón por la cual la estrategia incremental de las movilizaciones fue reemplazada por esta otra estrategia que era una ruptura pactada que buscaba internamente derrotar a la dictadura”.

Distintos enfoques respecto de los hechos que desencadenaron en la vuelta a la democracia. Sin embargo, todos coinciden en un punto: el término de 17 años de dictadura no se produce exclusivamente gracias a quienes se atrevieron a concurrir a las urnas y marcar la papeleta con la opción “NO”, sino que es parte de un proceso, en el que participaron diversos actores sociales y políticos, y que culmina ese 5 de octubre de 1988, hace exactos 30 años.





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