Alsacia, la compañía de los buses celestes, operaba un total de 37 recorridos, cubría 29 comunas de la capital y transportaba aproximadamente a 330 mil personas al día en sus 735 aparatos, más de 400 de ellos superan los 12 años de funcionamiento.
La ministra de Transportes, Gloria Hunt, indicó que para hacer la transición correspondiente, el Gobierno extendió el vínculo con la empresa hasta enero, sin embargo, desde este martes, la primera etapa estará a cargo de la operadora Express.
La titular de Transportes estimó un impacto positivo en los índices de regularidad, frecuencia, evasión y calidad del servicio.
Sin embargo, Express y Alsacia representan a la misma firma, pero que en el papel están divididas en dos unidades de negocio.
Para el representante de la Confederación Nacional Unitaria de Trabajadores del Transporte, Boris Guerrero, la mayoría de los buses de Alsacia seguirán circulando, pero ahora con otro color de chasis.
“Tenga la seguridad que los buses van a seguir operando, se les va a cambiar el color principalmente, ya que es la misma empresa con otro rut. Por lo tanto, ellos van a absorber nueve o diez servicios, lo que no debiera significar un faltante de buses en el sistema. Más adelante se los va a ir supliendo con los bullados buses eléctricos y diésel, que va a la renovación del resto de los operadores”, afirmó.
El dirigente sindical de los trabajadores del transporte capitalino, Boris Guerrero, preciso que a pesar de todo, es una buena noticia para los usuarios, pero deja en completa indefensión a los cientos de conductores que se desempeñaban en Alsacia.
El académico de la Escuela de Transporte de la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM), Álvaro Miranda, valoró la medida.
Consultado sobre el futuro de Transantiago, el experto indicó que los cambios realizados con miras a la próxima licitación van en la dirección correcta, aunque está lejos de resolver todos los problemas que ha significado la implementación del sistema en la Región Metropolitana.
“Vamos a tener empresas más pequeñas, con 300 buses en el mayor de los casos, por lo que no será una complejidad mayor poder reestructurar, como sí está ocurriendo hoy con Alsacia. Otro aspecto rescatable es que los buses dejan de ser de las empresas, el Estado los licitará directamente, por lo que habrá mayores oferentes, mayor competencia. Y, finalmente, otro aspecto a destacar es que los terminales también serán propiedad del Estado, evitando las barreras que tiene la actual modalidad a nuevos operadores”, subrayo.
Al respecto, el académico de la Universidad de Santiago, Rodrigo Martin, cuestionó la importancia que ha dado el Gobierno a los nuevos buses con mayor tecnología.
El especialista en transporte urbano precisó que no se saca nada con traer buses de punta si no hay vías exclusivas que permitan superar el problema de las frecuencias de los diferentes recorridos.
“Existe mucho anuncio sobre maquinas eléctricas, Euro 6, entre otras características, pero hay que mantener siempre la consulta permanente de la operación de esos buses. Deben hacerse efectivas las vías exclusivas, corredores que aún no están en funcionamiento, control a la invasión de vehículos particulares y fiscalización, dos aspectos que van a permitir que los nuevos transportes funcionen”, argumentó.
A partir de este martes, Express comenzará a operar 10 recorridos de Alsacia y, de forma gradual, irán incorporándose RedBus, STP, Vule y MetBus.
Sin embargo, según cifras del Programa Nacional de Fiscalización de Transportes, las máquinas de la empresa retirada no son las únicas en mal estado. El último año, según la instancia Ejecutiva, el 80 por ciento de los buses verificados por fallas, no pasó el control de calidad y, solo este año, se han retirado más de 200 máquinas.
Por tanto, los expertos plantean sus dudas respecto de una posible mejora en la calidad del servicio, atendiendo que se trata del mismo operador quien se hará cargo de algunos de los recorridos.