La Comisión de Gobierno Interior de la Cámara de Diputados aprobó, recientemente, el Proyecto de Ley en general que reduce los quórums y facilita la realización de plebiscitos comunales.

Este tipo de referéndums han aparecido como una herramienta para involucrar a los vecinos en decisiones claves para el desarrollo de las ciudades.

Tal como ocurrió hace pocas semanas en Las Condes, Providencia y La Reina, donde los residentes decidieron sobre la creación de una laguna cristalina en el Parque Padre Hurtado. Idea que fue, finalmente, rechazada a través del sufragio.

Uno de los autores de la moción, el diputado del Partido Humanista, Tomás Hirsch, indicó que la ley apunta a mejorar y profundizar la democracia en Chile.

“Los plebiscitos comunales existen, pero los requisitos de convocatoria son muy altos, y el quórum de aprobación requerido es del 50 por ciento del electorado inscrito en la comuna. Ni para las elecciones presidenciales se alcanza esos porcentajes de participación. Lo que buscamos es bajar esos requisitos para que la ciudadanía pueda participar y decidir”, aseguró.

Uno de los parlamentarios oficialistas que aprobó la iniciativa en general, fue el diputado de Renovación Nacional, Bernardo Berger, quien destacó la importancia de este tipo de convocatorias, donde se pide la opinión de los vecinos por temas específicos.

“Con la experiencia de 12 años que obtuve como alcalde de Valdivia, creo que es importante considerar todas aquellas convocatorias, como son los plebiscitos comunales, porque es interesante consultar a los vecinos sobre el quehacer de su comuna”, acotando que “ahora tenemos la oportunidad de ingresar indicaciones, estando a disposición de debatir y votar”, argumentó.

Para la presidenta de la fundación Nosotros Ciudadanos, Mariana Ardiles, la participación vecinal no solo tiene que ser relacionada al momento de votar. Precisó que las organizaciones tienen que ser incluidas en todo el proceso de confección de la propuesta, preguntas y temáticas a discutir, tal como actualmente lo hacen de forma exclusiva alcaldes y concejales.

“Al final, lo que tenemos son muchas fórmulas de participación hechas a la pinta de la autoridad. En la consulta que se hizo por el Parque Intercomunal de La Reina, ya había un acuerdo entre las municipalidades con esta empresa que iba a implementar la denominada laguna cristalina y, en el fondo, lo único que se iba a hacer como participación es la validación o no de algo que ya se había acordado previamente, no hubo proceso de participación real, reuniones previas, nada de eso”, subrayó.

La académica del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile, Claudia Heiss, destacó que Chile es uno de los pocos países donde este tipo de vínculos con la democracia directa tiene muy pocas iniciativas incluidas en su normativa, a diferencia de países desarrollados o, incluso, de naciones latinoamericanas.

“El aumento del uso de mecanismo de democracia directa, en general en el mundo, obedece a conflictos surgidos en las democracias representativas y a una creciente desconfianza de las instituciones a nivel global. Aparecen plebiscitos, referéndums, iniciativas populares de ley, involucramiento directo de la ciudadanía no mediado. Sin embargo, Chile sobresale en la literatura comparada, por la falta de innovación en es sentido”, afirmó.

Según la actual legislación, los plebiscitos comunales no son vinculantes, por lo que con esta moción se quiere incorporar obligatoriamente.

La comisión encargada de discutir el proyecto de ley de Plebiscitos Comunales tiene hasta el 27 de noviembre para presentar indicaciones.