El fiscal especial Robert Mueller entregó su informe sobre la interferencia rusa en las elecciones del 2016. Los demócratas exigen se haga público pese a que no incluye nuevas inculpaciones
Mueller, ex director del FBI, escrutó cuidadosamente los detalles de la “trama rusa” que planea cual pesadilla interminable sobre el presidente Donald Trump desde el inicio de su mandato en 2016. La investigación conducida por él busca responder a dos preguntas fundamentales. Si Donald Trump actuó de alguna manera en connivencia con los rusos para favorecer su victoria en las elecciones presidenciales que le permitieron acceder a la Casa Blanca en 2016, o bien obstruyó la justicia cuando decidió despedir a James Comey, el ex director del FBI en mayo de 2017. Los resultados del informe son confidenciales y lo que se revele a futuro será clave para decidir el futuro de la presidencia Trump.
Por ahora no hay indicios de si Trump a miembros de su familia fueron implicados en actos de colusión con los rusos. El hecho que el informe Mueller no proponga nuevas inculpaciones podría leerse como una buena señal en favor del mandatario y su círculo familiar. No obstante, el presidente Trump volvió a la carga el viernes de mañana antes que Mueller entregara su informe; fiel a su carácter de descalificar todo lo que no le complace, el mandatario cuestionó que un hombre como Mueller es “que no obtuvo ningún voto” escriba sobre él. “Durante dos años hemos pasado por esta tontería, porque no hay colusión con Rusia. Y no hay obstrucción”, afirmó.
El ministro de Justicia Bill Barr dijo que “este fin de semana” podría resumir las “principales” conclusiones del informe y decidir qué partes de hacen públicas y cuáles se entregan al Congreso. Los demócratas que dominan la Cámara de Representantes exigen publique todo el informe y rápido. “No se debe permitir que la Casa Blanca interfiera en las decisiones sobre qué partes de esos hallazgos o evidencia se publica”, afirmaron en una declaración conjunta la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y el líder de la minoría en el Senado, Chuck Schumer.
Otras 31 personas, entre ellas 26 agentes rusos, y 3 empresas cayeron estos dos años en la red de la investigación de Robert Mueller, entre otros el ex abogado personal de Trump, Michael Cohen, condenado en diciembre pasado a tres años de prisión por fraude, violación de las leyes sobre la campaña electoral y perjurio. Hecho importante, todas las personas ligadas a Donald Trump que han sido condenadas reconocieron haber mentido a la justicia durante sus primeras declaraciones. El presidente estadounidense sigue insistiendo que la investigación es una “cacería de brujas” en su contra.