“Yo a la selección igual le tengo fe”, lanza Teorema. “Pero mientras Alexis hace un gol, aprueban el TPP”, golpea el cañetino. Le ordenaron hablar de fútbol en el primer bloque de la final que disputa con Jokker en la edición nacional de la Red Bull Batalla de los Gallos 2019, pero Mateo Cervera, el hombre oculto bajo un nombre que a su vez es una incógnita, ante más de cuatro mil personas, no hace caso y sigue.
“No sé, hablemos de prioridades / porque pa’ agarrar el microphone hay responsabilidades / hay profesores luchando en todas las ciudades / y pacos reprimiéndolos por la calles”.
Teorema, de solo 21 años, se coronó como campeón de esta edición de la que, probablemente, sea la competencia más importante de freestyle a nivel nacional y ganó un boleto a la edición internacional que se disputará en España en noviembre de este año. Pero quizás ganó algo más este rapero oriundo de Cañete -Región del Biobío-, que desde que se inició en la disciplina, en el 2014, siempre le había hecho el quite a inscribirse en un evento organizado por la marca Red Bull.
“El camino del samurái reside en la muerte”, versa uno de los principios que sustentan el honor del código de estos míticos guerreros japoneses, que buscaban en el suicidio y en la entrega de su cuerpo una forma de coherencia ética en su estado más puro. Teorema, luego de dos réplicas en la batalla final frente a Jokker – un rapero penquista- se quitaba la polera y se arrojaba a los brazos del público bajo una lluvia de confeti.
“Más que dos locos tirándose, lo veo como un samurái contra otro samurái”, repetía luego un Teorema poco enérgico, de lenguaje fácil y con la mirada al suelo, rodeado de micros y sosteniendo no el trofeo, sino un cuadro de Dragon Ball Z que le había regalado un fan hace solo un instante. Cualquiera que lo viera sentado allí, no imaginaría el minuto que se mandó en semifinales frente al rapero Slow, de Chiloé, con la temática de literatura.
“Yo escribo con las letras, las letras más duras / mi literatura madura / pero yo no represento a los violadores como Neruda”.
Muchas cosas han cambiado desde que Red Bull inauguró allá por el 2005, la primera edición de la Batalla de los Gallos. La temáticas son otras, los participantes son otros. En eso pienso ahora cuando recuerdo que los cuatro semifinalistas de la Final Nacional 2019 tenía solo rostros que provenían del sur y no de Santiago.
Teorema, por su parte, lo recalca ante la prensa y recuerda como conoció a Jokker y Acertijo, batallando en Concepción.
“Soy amigo del Martín (Acertijo) y del Jokker. Me acuerdo que, cuando chico, el Jokker me llevaba como siete a cero y no le podía ganar. En un momento dije ‘qué brígido estar aquí los dos viviendo esto’. Anoche estuvimos jugando cartas en mi pieza y hoy día (ayer) estamos aquí, aguerridos, frente a frente. Son cabros humildes, de población, los he visto crecer y ganarse el pan con el freestyle”.
Durante las diversas ruedas de prensa organizadas por Red Bull después de las batallas, en el Centro Cultural Chimkowe, diversos raperos se tomaban selfies con sus fans, respondían preguntas de canales underground de YouTube, firmaban autógrafos y bebían latas del producto estrella de la organización.
En toda esa maraña de gente, noto que Racso, un rapero chillanejo de no más de 20 años y que ganó su cupo a la edición nacional venciendo en la semifinal regional de Antofagasta, se escabulle de los camerinos y se aleja para hacer una llamada.
Decido seguirlo y noto que habla con su mamá. Teorema, ante la prensa, había aceptado que esa y la batalla de inicio ante Silencio fueron quizás sus peores performances de la noche. Racso, por su parte, se fue eliminado en cuartos de final, no sin antes recordarle al campeón lo siguiente:
“Me parece mal / ¿en serio a él lo quieren de campeón nacional? / cómo estás en cuartos si pasaste mal / yo creo que el Silencio es la mejor instrumental”.
Ahora, sin embargo, con el veredicto dado, a Racso parece no importarle nada más que hablar con su madre, y pienso en el respeto, en el honor y en los principios samuráis.
“¿Me viste, mamá?”, pregunta Racso apartado de la prensa que busca a los finalistas, a los jueces y a Atenea, la DJ estrella. “¿Me viste?”, continúa y lo que sigue resume todo eso que quizás por años el freestyle latinoamericano, como el fútbol y todo eso que es un sueño social, representa para las nuevas generaciones: “Batallé con el campeón”, repite Racso extasiado. “Mamá, batallé con el campeón”.