“Tenemos presidenta, ganó Bolivia”, fueron las primeras palabras del Presidente del Comité Cívico de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, uno de los protagonistas de la revuelta que llevó a Evo Morales a renunciar a la Presidencia.
En un discurso tras proclamarse, esta abogada de 52 años recordó su intención de convocar nuevas elecciones “lo más pronto posible”, luego de que los controversiales comicios del pasado 20 de octubre -en los que Morales buscaba un cuarto periodo- desencadenaran una violenta crisis, que llevó a la renuncia el domingo del primer presidente indígena boliviano.
Evo Morales, ahora asilado en México, y quien dimitió públicamente el pasado 10 de noviembre, denunció que la “autoproclamación de una senadora como presidenta viola la CPE (Constitución Política del Estado) de Bolivia y normas internas de la Asamblea Legislativa”.
Janine Añez asumió el mando del Estado apelando a la sucesión presidencial, validada por el Tribunal Constitucional, no sin antes intentar reunir el quórum reglamentario. Ante la falta del mismo, justificó su nombramiento con la ausencia definitiva, en razón de abandono del país del Vicepresidente de Bolivia y la ausencia de la Presidenta del Senado y de la primera Vicepresidenta.
Añez, originaria del departamento de Beni, ubicado en el noreste de Bolivia y fronterizo con Brasil, recibió por su parte el apoyo de los líderes de las protestas contra Morales.
El expresidente Carlos Mesa, segundo en los cuestionados comicios de octubre, la felicitó en Twitter y el líder cívico Luis Fernando Camacho, convertido en principal rostro de la oposición en el marco de las protestas, le prometió su “apoyo total”.
Camacho también llamó a suspender los paros iniciados al día siguiente de los comicios.
Por la noche, Añez tuvo una reunión con los jefes de las Fuerzas Armadas y la Policía en la casa de gobierno. Una señal de que estos la reconocen también como presidenta.
La primera tarea de la nueva mandataria, la segunda presidenta mujer después de 40 años, será convocar a nuevas elecciones en plazos aún no anunciados.
Con la Biblia en la mano
La senadora Jeanine Añez, una casi desconocida que asumió este martes como presidenta interina de Bolivia en una sesión legislativa poco convencional, y con una Biblia en la mano, es una abogada crítica de Evo Morales que prometió nuevas elecciones a la brevedad.
Añez era segunda vicepresidenta del Senado hasta convertirse en el 66 presidente de Bolivia, dos días después de que el mandatario indígena dimitiera luego de tres semanas de protestas por su cuestionada reelección en los irregulares comicios del 20 de octubre, y se marchara refugiado a México.
Representante de la región de Beni, en el noreste de Bolivia y fronteriza con Brasil, la flamante presidenta derechista se colocó una bandera tricolor boliviana como capa, mientras era abrazada por otros legisladores tras asumir el mando. Con varios de ellos se tomó fotos.
Es la segunda mujer que gobierna Bolivia, después de Lidia Gueiler (1978-1980), derrocada por un golpe militar.
Nacida en Trinidad, cabecera del departamento de Beni, el 13 de junio de 1967, tiene gran experiencia como política y legisladora. Es divorciada y madre de dos hijos, Carolina, dentista de 29 años, y José, administrador de empresas de 24, según medios locales.
Licenciada en Derecho, entre 2006 y 2008 integró la Asamblea Constituyente que redactó la actual carta magna. Aunque era militante de un partido minoritario, fue elegida segunda vicepresidenta del Senado, por la tradición de que todos los grupos estén representados. Era senadora desde 2010.
Integrante del partido Unidad Democrática, cobró súbitamente notoriedad el domingo, cuando tras la renuncia de Morales y de los oficialistas que le seguían en la cadena de sucesión, declaró que a ella le correspondía tomar las riendas del gobierno boliviano.
“Ocupo la segunda vicepresidencia y en el orden constitucional me correspondería asumir este reto con el único objetivo de llamar a nuevas elecciones”, afirmó entonces a la televisora privada Unitel.
Por Gabriela Orozco, corresponsal de RFI en La Paz.