Piñera sin margen para gobernar: manifestaciones y mal manejo de la crisis tienen en jaque al Mandatario

Diversos analistas coinciden en un manejo deficiente de las autoridades frente a la crisis y que incluso ello ha contribuido a agudizar la situación. Luego de casi siete semanas de movilizaciones, los dardos apuntan al Presidente de la República quien "ha pasado de ser parte del problema, a ser él el problema".

Diversos analistas coinciden en un manejo deficiente de las autoridades frente a la crisis y que incluso ello ha contribuido a agudizar la situación. Luego de casi siete semanas de movilizaciones, los dardos apuntan al Presidente de la República quien "ha pasado de ser parte del problema, a ser él el problema".

En un callejón sin salida. Así se podría decribir la situación actual del Presidente Sebastián Piñera, quien a siete semanas del estallido social no ha logrado revertir la crisis, sino que, por el contrario, la ha profundizado aún más a tal punto que su aprobación apenas alcanza el 10% y todo indica que seguirá a la baja.

Con una insistente retórica enfocada en la seguridad y el orden público, Piñera le ha hablado a un sector minoritario del cual también ha ido perdiendo crecientemente respaldo.

De esta forma, han sido algunos parlamentarios de su sector quienes han intentado –infructuosamente- tomar el control de la situación y encabezar las tratativas con la oposición a fin de llegar a un acuerdo tanto en materia constitucional como en la denominada “agenda social”.

Es así como, por ejemplo, durante los últimos días hemos visto al presidente de Renovación Nacional, Mario Desbordes, liderando una propuesta alternativa a la del Gobierno en materia de pensiones, o a algunos ministros como Hacienda e Interior ejerciendo funciones que antes recaían exclusivamente en la figura presidencial.

Dicha situación genera especial preocupación al tener nuestro país un sistema híper presidencialista, en donde todo pasa necesariamente por el primer Mandatario quien, pese a haber sido electo democráticamente, ha ido perdiendo, no sólo adhesión ciudadana, sino que legitimidad.

En conversación con Radio Universidad de Chile el decano de la Escuela de Gobierno de la Universidad Central, Marco Moreno, señaló que “lo que estamos observando hoy es un presidente con baja aprobación como nunca habíamos visto en la historia de las encuestas; con un aislamiento por parte de su propia coalición incluso, cuando vemos que alguno de sus partidos comienza a tomar distancia de los planteamientos que hace el Gobierno”.

Desde esa perspectiva, el analista expresó que “el Presidente de ser parte del problema, está comenzando a ser él el problema. Mucha de la dificultad que hoy se está planteando para resolver la actual crisis, está pasando hoy día por el Presidente”.

“Tendríamos que desdramatizar  la posibilidad que el Presidente dé un paso al costado. Ese es un camino, está establecido en la Constitución (…) es un escenario que hay que tener en cuenta porque está en nuestra institucionalidad” agregó.

Asimismo, el cientista político cuestionó que el Presidente siga “muy cerrado entre sus asesores, que le insisten en una ‘estrategia de campaña’ en que le hablas a los tuyos, al electorado duro” remarcó.

Por su parte, el sociólogo y experto electoral, Axel Callís manifestó a través de su cuenta de Twitter: “No es por alarmar, pero todos los indicadores de aprobación de Piñera, percepción económica futura, decadencia país, expectativas individuales, más Imacec y precio contenido del dolar, ponen al Presidente en el centro del problema. O cede o se va, Chile no resiste 2 años así”.

Luego, en conversación con nuestro medio profundizó en el análisis. “Dos encuestas le quitan toda capacidad a Piñera de llevar a cabo cualquier agenda, porque no tiene el control ni la gobernabilidad. O sea, no se puede gobernar con menos del 9%”.

En esa linea, el director del área electoral de la Fundación Chile 21, explicó que desde su mirada, “es muy difícil conducir el país con menos de dos dígitos. ¿ Por qué es muy difícil? porque en general los partidos que van a apoyar eso van a tomar distancia”.

“En Perú Toledo gobernó el país dos años con un 15%, pero el régimen peruano no es tan hiper presidencialista como el chileno. O sea, acá si el Presidente está débil, no tiene posibilidad alguna de tener juego de pierna ni en el Parlamento, todo va a costar mucho y va a haber un cuestionamiento constante a la legitimidad de su cargo, es decir, constantemente va a estar todo el mundo diciendo: por qué no se va y eso no genera ningún tipo de estabilidad ni económica, ni social, ni política” agregó.

Para el director de la escuela de Publicidad de la Universidad Diego Portales, Cristián Leporati, “a pesar del relato de miedo, guerra y caos , que suele ser eficaz para mejorar las adhesiones a distintas causas, este no prende en la opinión pública. A Piñera sólo lo apoya un 10% de la población. ¿No será hora de ir cambiando la épica?.

Y es que, hasta ahora, el jefe de Estado no se ha movido de la estrategia del “enemigo interno”, apelando a una suerte de adversario “poderoso”, “implacable”,  “que no respeta a nada ni nadie” y a la necesidad de leyes más severas para combatir la delincuencia y el vandalismo.

Sin embargo, en contraposición a sus ya conocidas alocuciones, las manifestaciones durante los últimos días han tomado un cariz distinto, con expresiones artísticas y pacíficas, que se han replicado en todas partes del mundo. Es muy difícil sostener la idea del “enemigo poderoso” cuando en la calle hay cientos de miles de mujeres realizando performances pacíficas.





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