Músico, actor, coleccionista, un generador de vínculos entre artistas. Así se definió Paulinho Moska, quien en conversación con el programa Cuestión de Gustos de Radio Universidad de Chile reflexionó sobre cómo el gobierno de Bolsonaro ha enfrentado la pandemia por el brote de coronavirus.
“En Brasil estamos secuestrados por un gobierno de lunáticos, por un tipo absurdo, mal educado, homofóbico, xenófobo, prejuicioso. A él no le gustan los indígenas, no le gustan los pobres, no le gustan las minorías, los derechos humanos. Lo más triste es que la mayoría de los brasileños votaron por él, entonces, es casi una tristeza triple: el coronavirus, el Gobierno y la conciencia de que el país se ha formado por una mayoría absurda, que no tiene amor”, dijo el compositor.
“Las palabras del gobierno anterior fueron muy de los derechos, pero había mucha corrupción (…). Entonces, le regalaron el poder a un tipo maleducado que, durante su campaña demostró exactamente lo que está haciendo ahora, o sea, un genosidio cultural, humano, de salud. Para mí, como artista, como alguien que trabaja con la vida, esto es un sufrimiento. Es muy terrible. Así no concibo crear. No consigo escribir”, sostuvo.
El músico también lamentó la situación que vive Latinoamérica respecto del virus. “Hay dos crisis: una de de Salud que es muy seria y que nos amedrenta y está la crisis de los gobiernos”, dijo.
En esa línea, indicó que que la pandemia marcó un cambio y que una vez superada la crisis, las sociedades deberían renovarse: la convivencia, según comentó, debería ser un punto importante a la hora de pensar en una nueva forma de vivir.
“Percibir a nuestra propia familia es el primer paso para percibir la intimidad el otro en la calle. Es un ejercicio interesante. También es un buen momento para regalar un nuevo valor a las cosas que parecían comunes y simples. Las cosas que nos parecen simples son en verdad esenciales”, indicó.
“Tenemos que abrazarnos, percibir que Latinoamérica es un continente dominado por el primer mundo (…) Tenemos que tener un gobierno equilibrado”, puntualizó.
Por otro lado, el compositor señaló que cualquier posición respecto de la crisis es política: “Cuando inventas tu propia expresión estás siendo político. También creo que hay muchos niveles de militantes (…) Yo milito a mi manera y creo que la manera en que puedo ayudar es con mi propio arte”, sostuvo.
El músico brasileño también repasó su vínculo con otros artistas latinoamericanos. En ese camino, destacó a Jorge Drexler, Kevin Johansen, Fito Paez, Nano Stern, Francisca Valenzuela y Camila Moreno.
Según comentó, cada uno de esos encuentros se dio de forma casual, impactando fuertemente en sus creaciones. Del mismo modo, indicó que su música no puede sino estar permeada por diferentes elementos.
“Me formé en el teatro, hago series televisivas, soy coleccionador de muchas cosas, trabajo con un poco de cine y colecciono cómic. Las cosas que hago son materia prima de mi propio pensamiento múltiple. Conocer a estos artistas hermanos, me abrió más la idea de diversidad”, comentó.
Finalmente, el músico indicó que la sociedad debe comprender que la humanidad es “una diversidad de bellezas subjetivas”. “La belleza no es solamente un a obra de arte. Todos pueden producir belleza dentro de sí (…). No existe identidad mayoritaria, existen muchas identidades. La belleza de la naturaleza es la diversidad”, concluyó.
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