Marcelo Díaz y 'corralito' de las AFP: "Es imprudente, pero tampoco somos agentes de una mesa de dinero"

El diputado aseguró que la discusión en torno a las indicaciones que presentó el Ejecutivo -buscando ampliar hasta 30 días el plazo para cambios entre fondos y que éstos queden acotados sólo a los adyacentes a los del afiliado- es sólo un ajuste dentro de un sistema previsional, para él, "fracasado" y que el debate debe ser apuntando a un nuevo modelo de seguridad social.

El diputado aseguró que la discusión en torno a las indicaciones que presentó el Ejecutivo -buscando ampliar hasta 30 días el plazo para cambios entre fondos y que éstos queden acotados sólo a los adyacentes a los del afiliado- es sólo un ajuste dentro de un sistema previsional, para él, "fracasado" y que el debate debe ser apuntando a un nuevo modelo de seguridad social.

Para este miércoles se esperaba la revisión en la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados de las indicaciones que el Gobierno ingresó -a último minuto- al proyecto de ley que busca fortalecer la regulación y transparencia de los agentes de mercado. Una iniciativa que hasta el momento no había presenciado grandes polémicas ni debates, pero con las modificaciones que indicó el Ejecutivo este escenario cambió.

Durante la tarde se esperaba la votación de las dos indicaciones en medio de la suma urgencia que aplicó La Moneda al proyecto, una en que se pide aumentar el plazo de cuatro hasta 30 días para los cambios entre multifondos de los afiliados, y otra para que éstos queden acotados sólo a los fondos adyacentes a los que se encuentre el afiliado, pero sólo para aquellas cuentas obligatorias. Ambas habían generado polémica durante la mañana ante la denuncia de la firma Felices y Forrados, quienes acusaban una suerte de “corralito” por parte del Gobierno al restringir los cambios. “Es una ley mordaza y discriminatoria, porque es una restricción sólo para la cuenta obligatoria de la gente más humilde”, advertía el fundador de la empresa dedicada a asesorar a afiliados en el cambio de fondos.

Argumentos que, en la Comisión, el ministro de Hacienda, Ignacio Briones, descartó tajantemente, señalando que las indicaciones corresponden a recomendaciones emitidas por diversas instancias. “La restricción de la libertad se justifica”, señaló Briones, porque los cambios entre fondos “no son inocuos para la construcción de la pensión en el largo plazo”. “Tenemos que buscar que los cambios entre fondos sean decisiones absolutamente informadas”, agregó la ministra del Trabajo, María José Zaldivar, reviviendo un debate sobre el sistema de pensiones que, habiendo sido protagónico en los meses posteriores al estallido de octubre, en medio de la pandemia había quedado relegado a un segundo plano. Justamente a esta discusión de fondo se refirió, en entrevista con Diario y Radio Universidad de Chile, el diputado Marcelo Díaz.

“Hay un contexto más general. Este es sólo un ajuste dentro de un sistema previsional que, a mi juicio, está fracasado y que es el sistema de la capitalización individual fundada sobre la base de los fondos de pensión. La discusión que tenemos que tener es mucho más de fondo y es qué tipo de sistema previsional requiere y puede darse Chile para cumplir con los dos objetivos esenciales de un sistema previsional justo”.

¿Cuáles serían esos objetivos?

“Primero, asegurar atención mínima digna, eso significa recursos suficientes para atender las necesidades más básicas de cualquier adulto mayor. La segunda promesa que un sistema previsional tiene que hacer es asegurar una tasa de reemplazo relativamente razonable, eso en el mundo, los sistemas previsionales lo que fijan está en el orden del 60-70 por ciento del ingreso promedio en su último año de vida laboral”.

¿Esos dos objetivos no se cumplen con el sistema de las AFP?

“Por el contrario, estamos muy lejos de ello. Si uno le suma la crisis económica que ha impactado fuertemente los fondos de pensiones ahora, a propósito de la caída de los mercados y a enorme preocupación que hay en cientos de miles de chilenos por la pérdida de fondos previsionales, está claro que la discusión no tiene que ver con ajustes, no tiene que ver con pequeñas modificaciones dentro del sistema, sino que una discusión global respecto del modelo previsional que Chile requiere y necesita para asegurar pensiones dignas”.

La demanda por un mejor sistema de pensiones ha ido tomando fuerza con el correr de los años, teniendo un importante hito en octubre de 2019 en el denominado "estallido social" y siendo una de las principales demandas de los manifestantes que coparon las calles de Santiago. Foto: Archivo.

La demanda por un mejor sistema de pensiones ha ido tomando fuerza con el correr de los años, teniendo un importante hito en octubre de 2019 en el denominado “estallido social” y siendo una de las principales demandas de los manifestantes que coparon las calles de Santiago. Foto: Archivo.

Pero yendo a lo específico, estas indicaciones que presentó el Ejecutivo, hay economistas que argumentan en favor de restringir el cambio de fondos. ¿Qué opina usted?

“Yo creo que en la discusión uno tiene que ser capaz de abstraerse. Esta propuesta, que a mi me parece muy inconveniente, que no beneficia a los cotizantes e incluso les restringe la poca libertad que tienen para jugar con las reglas de este juego, es un hecho a mi juicio puntual. El debate más de fondo, que yo pensé que el Gobierno iba a tomar más conciencia de aquello porque se aprobó en la Cámara una propuesta de reforma previsional que nosotros rechazamos, entre otras cosas, porque no cambiaba los pilares del modelo. Nosotros seguimos siendo partidarios de un sistema mixto tripartito. Mixto en el sentido de que hay aporte individual, aporte privado, del empleador y del Estado, pero que tiene un componente de solidaridad. Eso no fue lo que aprobó la Cámara porque ahí, lamentablemente, se produjo una desalineación de la oposición y una parte de ésta votó con el Gobierno para aprobar un proyecto que, a mi juicio, no cambia los pilares del modelo”.

Claro, se había discutido mucho en torno a este proyecto de reforma de pensiones que impulsa el Gobierno y que terminó siendo aprobado en la Cámara, pese al rechazo de gran parte de la oposición. ¿Se debe retomar ese debate?

“Ese es el punto esencial. Yo pensé que con la debacle de los fondos de pensiones desde que se desató la crisis del coronavirus, el Gobierno iba a asumir que en realidad los cambios que hay que hacer son mucho más de fondo. A mi juicio, con esta indicación el Gobierno hace como que esa discusión no existiera. Yo creo que eso es una falta de comprensión de la gravedad de la profundidad de la crisis del modelo previsional chileno. Si ya teníamos un juicio crítico respecto del sistema previsional de las AFP y sobre la propuesta del Gobierno, el derrumbe de los fondos como consecuencia de la crisis del coronavirus obliga a una cirugía mucho mayor. Y me atrevería a decir que, más que una cirugía mayor, obliga a construir un nuevo modelo de seguridad social para Chile”.

Entre los argumentos a favor de las modificaciones están los del economista David Bravo, quien en 2015 lideró la Comisión para un nuevo sistema de pensiones. Bravo dice que estas indicaciones van en la línea de las recomendaciones de la instancia y que éstas “buscan asegurar que las personas tomen decisiones razonadas y no con el afán de estar en una suerte de mesa de dinero”. ¿Qué le parece ese argumento?

“Yo no creo que el deber de los cotizantes sea jugar con sus fondos como si fuera una mesa de dinero, porque vuelve a quitarle el carácter de seguridad social que debiese tener un sistema previsional y lo transforma en una suerte de apuesta bursátil. La inmensa mayoría de los chilenos no está en condiciones de hacer eso, no es parte ni de sus obligaciones ni de sus deberes y tornan aún más individual la responsabilidad sobre tu pensión. Es decir, tú no hiciste a tiempo el cambio de fondo que tenías que hacer entonces no estabilizaste tu inversión. Pero nosotros no somos agentes bursátiles, no somos ejecutivos de una mesa de dinero, somos ciudadanos que cotizamos obligatoriamente con la expectativa, con la esperanza de que al término de nuestra vida laboral obtengamos una pensión que nos permita vivir razonablemente bien.

"Yo pensé que con la debacle de los fondos de pensiones desde que se desató la crisis del coronavirus, el Gobierno iba a asumir que en realidad los cambios que hay que hacer son mucho más de fondo", sostuvo el diputado PS Marcelo Díaz. Foto: Cámara de Diputados.

“Yo pensé que con la debacle de los fondos de pensiones desde que se desató la crisis del coronavirus, el Gobierno iba a asumir que en realidad los cambios que hay que hacer son mucho más de fondo”, sostuvo el diputado Marcelo Díaz. Foto: Cámara de Diputados.

Entonces claro, uno puede plantearse si, efectivamente, lo que dicen los expertos es correcto o no, si ha habido efectos indeseados, es decir, ese análisis hay que hacerlo. Ahora, la oportunidad, el momento y el modo en que el Gobierno planteó esta indicación a mí me parece que es lo más imprudente, inconveniente y en la práctica se transforma en un corralito. Pero insisto, tampoco me gusta esta idea de los ciudadanos convertidos en agentes de una mesa de dinero”.

Pero ¿por qué ha ocurrido eso?

“Porque, entre otras cosas, el modelo previsional traslada a cada uno la suerte de su pensión. Eso no es seguridad social, entonces si el Gobierno quiere hacer una discusión sobre esto, bueno, pero volvamos a sentarnos en la mesa a discutir sobre el conjunto. Ese es el punto, porque yo he escuchado opiniones de economistas serios que dicen ‘mira, esto perjudica a los cotizantes’, he escuchado otros que dicen que esto limita las capacidades de los cotizantes de rentabilizar sus fondos. Pero la pregunta que a mí me surge de eso es ¿por qué el cotizante tiene que tener esa preocupación? Cuando el sistema previsional debiese, sobre la base de su esfuerzo, su ahorro individual, el aporte que hace el Estado y el que debe hacer el empleador, tener la tranquilidad de que cuando llegue al término de su vida laboral va a tener una pensión razonable. Ese es el modelo previsional al que yo aspiro, yo no estoy por la idea de ir haciendo ajustes parciales -como lo hemos venido haciendo desde el retorno a la democracia- a un sistema previsional fracasado que es el sistema de las AFP”.

¿Usted administra sus fondos?

“Yo no soy de aquellos que juegan con su fondo, de hecho no tengo idea en qué fondo estoy, para ser bien honesto, no me dedico al ejercicio de administrar mis fondos de pensiones. Conozco casos positivos y casos negativos, pero me parece inoportuno, inconveniente e inapropiado plantear en este momento esta suerte de corralito porque creo que, insisto, le hace el quite a la discusión de fondo que es el sistema previsional y la crisis del sistema previsional que se instauró en dictadura en 1981”.

¿Por qué cree usted que se hace de esta manera y en este momento?

“No sabría explicarlo bien. Falta de sentido político, de sensibilidad social, de tino. Una errada lectura de la realidad en el sentido de seguir buscando “perfeccionamientos” a un modelo fracasado. Es parchar un neumático que no resiste más, hay que cambiar el neumático. Probablemente el Gobierno siga cerrado a la defensa del modelo de las AFP, no olvidemos que son la “industria” -entrecomillas porque no producen nada sino que rentan con el ahorro forzado de los chilenos y chilenas- más multimillonaria que hay en Chile y los convierte en actores muy poderosos. Claramente en este Gobierno hay gente muy cercana a ese mundo”.





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