El proyecto surgió al calor de la revuelta. En medio del estado de emergencia, con los militares en las calles y con la ciudadanía movilizada, el compositor electroacústico y académico de la Universidad de Chile, José Miguel Candela, comenzó a crear una serie de piezas con el objetivo de registrar, de manera sonora, los hechos que rápidamente se fueron dando luego del 18 de octubre de 2019.
No hubo una planificación de por medio. Más bien el trabajo respondió a una necesidad “ciudadana”, sobre todo en vista de las vulneraciones a los derechos humanos que fueron ascendiendo con los días.
De esa forma, el compositor creó cinco piezas que dieron vida al disco Dos mil veinte, producción que fue lanzada, recientemente, por medio del sello Pueblo Nuevo.
“Sentía la necesidad de responder, particularmente, al tema de los derechos humanos, a la inhumanidad del poder político económico del Gobierno de Chile”, dijo el músico José Miguel Candela.
“En ese sentido, fueron composiciones hechas en los trasnoches, después de enterarse de las noticias que iban ocurriendo, respondiendo a pulsiones. Fueron respuestas a las contingencias”, añadió.
No obstante, el disco no se limita a las vulneraciones registradas durante la crisis sanitaria. Así, el primer track titulado Que sus nombres cubran el horizonte es un homenaje a 23 víctimas de la violencia de Estado durante los primeros días del levantamiento popular, mientras Mapuche Mogen Zuamfali (La Vida Mapuche Importa) está dedicada al werken Alberto Treuquil, quien falleció en junio de 2020 al recibir un impacto de bala.
“El primer track es el único que contiene audios de Sebastien Piñera y es, precisamente, cuando él decide declarar estado de emergencia en octubre del año pasado. (…) Casi todos los audios que aparecen allí son relaciones con ciertas fuentes sonoras y criterios de desarrollo que son propios de la música electroacústica”, explicó el compositor.
“Por ejemplo, en Que sus nombres cubran el horizonte los 23 elementos son a su vez, 23 variaciones electroacústicas sobre El Derecho de Vivir en Paz de Víctor Jara que fue el primer himno que se alzó en octubre del año pasado al calor de la movilización”, comentó.
Las composiciones presentes en Dos mil veinte denotan ambientes oscuros, muchas veces cruzados por la muerte y las vulneraciones a los derechos humanos. En esa línea, el compositor José Miguel Candela explicó que la música electroacústica suele sumergirse en discursos distintos a la música popular. De ahí la percepción de este tipo de atmósferas.
“En general, la música contemporánea de concierto, recibe esta interpretación de que es oscura o que es misteriosa o que es terrorífica. Eso es producto de una cuestión cultural, porque llevamos apenas un siglo de experimentaciones”, sostuvo el compositor.
“Pero dicho esto, efectivamente, la inspiración de estas composiciones es un tiempo muy oscuro que hemos vivido desde octubre hasta la fecha, pero muy bello, porque hemos podido levantar muchas cosas”, dijo.
El músico también explicó que la última composición del disco, Dos mil veinte, se realizó de acuerdo a una convocatoria realizada por medio de redes sociales en la que se seleccionaron 49 palabras que terminaron por fundirse en una pieza colectiva respecto de la revuelta.
“Recibí 49 palabras de distintas personas y en base a eso construí 49 variaciones muy pequeñas de unos 15 segundos cada una que se van articulando de manera libre. Ahí me preocupé por empatizar con la dimensión afectiva de la palabra que me estaban mandando. Traté de hacer algo un poco más diverso, tratando de sintonizar con los contenidos afectivos que las palabras tenían. Representa un vuelco en ese espíritu un poco más retraído que tienen las otras composiciones”, sostuvo el académico.
El disco puede adquirirse de manera gratuita por medio del sitio Web del sello Pueblo Nuevo. No obstante, según comentó el compositor, la idea es poder presentar el proyecto en vivo. Esto, para darle el espacio que merece una obra inmersiva de estas características.