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El mandato del 25 de octubre

Columna de opinión por Ariel Ulloa
Miércoles 9 de diciembre 2020 19:11 hrs.


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El 25 de Octubre casi el 80% de los ciudadanos decidimos poner punto final a la Constitución de 1980 y mandatamos  a la Convención  Constitucional que será elegida en abril de 2021, la redacción de una NUEVA CONSTITUCION. Se trata entonces de un MANDATO y por lo tanto los constituyentes no tienen opción y están obligados a elaborar dentro de un plazo acotado una nueva Carta Fundamental. Sin embargo, sectores de la derecha,  en particular la UDI y el Partido Republicano, estiman que logrando el tercio de la Asamblea Constitucional contarían con un derecho a veto que permitiría bloquear todo intento progresista y democrático que apunte, por ejemplo, a terminar con el manto protector que la constitución de 1980  brinda al modelo económico, precisamente el responsable de las desigualdades que generaron el estallido social de octubre 2019.

Esta es la línea que en el último Consejo General  de la UDI marcó de manera explícita el ex senador Pablo Longueira. Pero este no es el único peligro. El otro proviene de los mismos que estuvieron por el APRUEBO cuando desde distintos sectores políticos e incluso independientes organizados, surge la idea de levantar listas propias, con postulantes no manchados por su militancia o cercanía a los partidos políticos legales y en particular aquellos de la ex Concertación. Todo bien, entendible incluso, pues somos muchos los que nos hemos sentido dolidos con los errores de la transición y que responsabilizamos de esos errores y omisiones a los partidos que tuvieron responsabilidades principales en ese período. Sin embargo la realidad electoral y el sistema proporcional debiera aterrizarlos.

He tenido en mis manos distintas simulaciones electorales y en ninguna,  la actual oposición y los que votamos por el apruebo,  lograríamos  los 2/3 o una mayoría muy sustantiva si vamos a la elección de la Convención Constitucional en  más de una sola lista. Por lo tanto la UNIDAD en este caso es imperativa  si queremos cumplir con el MANDATO de octubre. No lograr esto constituiría  una irresponsabilidad histórica y una traición a ese mandato. ¿Quién pagaría la cuenta por este error? ¿La pagarían los repudiados partidos a los que se habría buscado castigar? Ciertamente que no. ¡La pagarían los millones de chilenos y chilenas que entregamos un mandato el 25 de octubre que verían resucitar en abril una Constitución que habían enterrado en octubre!

He escuchado como argumento contra la lista única que esta serviría para  mantener con vida a los desprestigiados partidos políticos de la ex concertación. Argumento superficial y hasta falaz, por cuanto  los partidos legales  miden su representatividad de acuerdo a la ley en las otras elecciones. Si quedan bajo un porcentaje establecido sencillamente desaparecen. Obvio que no es el caso de la Convención  Constitucional donde alguien si se juega la vida… ¿ Saben quien es amigas y amigos puristas que vociferan desde el balcón de la ética y hacen de francotiradores? Se juega la vida CHILE nada más y nada menos. La lista única es el camino y no deben existir pretextos ni subterfugios “ideológicos” baratos para evitarla . El país está primero y el MANDATO  del 25 de Octubre es tajante.

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.