Durante su exposición ante la comisión de Salud de la Cámara de Diputados la tarde de este martes, el ministro de Salud, Enrique Paris, descartó que la Región Metropolitana completa pudiera retroceder nuevamente a cuarentena como se difundió en redes sociales.
Ha sido el aumento en los contagios en las últimas semanas, sumado a la intempestiva medida anunciada el 7 de diciembre pasado de retorno a la Fase 2 lo que ha provocado alarma pública. De hecho, este miércoles, el Minsal informó 1.402 casos nuevos, pero con casi diez mil exámenes menos de los que se realizan en otros días.
Gonzalo Bacigalupe, salubrista y master en Salud Pública por la Universidad de Harvard explicó que este tipo de fake news tienen mucha relación con los problemas de comunicación que ha evidenciado el Gobierno durante toda la pandemia.
“Cuando hay muchos rumores es porque las personas están angustiadas y hay mucha incertidumbre, la información no es clara y comienzan a volar los rumores. La gente habla de que vamos a pasar a Fase 1 y que habrá restricciones mayores porque hay una búsqueda por una cierta consistencia entre los mensajes de gravedad del asunto y la necesidad de tomar medidas que permitan impedirlo”.
En cuanto al aumento sostenido de casos y cuando ya se completaron siete días con una cifra total nacional sobre los 10 mil casos activos, algo que no ocurría desde octubre pasado, Bacigalupe señaló que no debería ser sorpresa este ascenso en los datos de contagio, pues Chile nunca sorteó efectivamente la llamada primera ola, sino que simplemente se evidenció un estancamiento en la cantidad de personas contagiadas.
“Continuamos con un alto nivel de improvisación y la percepción es que los indicadores del Paso a Paso, que más bien parecen ser Tropiezo en Tropiezo, coincide con la mantención del nivel de contagios desde que este plan se implementó. Nunca el plan Paso a Paso significó una bajada fuerte después del peak del invierno”, señaló para luego enfatizar en que es fundamental el enfocarse en la llamada estrategia TTA: testeo, trazabilidad y aislamiento. La trazabilidad es lo más importante para poder cortar la cadena de contagios. Aún hay muchas fallas y se necesita asignar más recursos a APS y ayudar para que las personas del área salud no estén completamente agotadas”, manifestó.
La postura del salubrista es respaldada por el médico Cristóbal Cuadrado, Magister en Salud Pública, quien manifestó que el foco de atención más que discutir sobre si la población debe volver a confinarse debe orientarse a evaluar el tipo de actividades que se siguen permitiendo y que sí generan un riesgo de contagio.
“Más que la conversación sobre si se debe volver o no a Fase 1, hay que tener una discusión sobre el riesgo que generan ciertas actividades que hasta ahora están siendo permitidas y no deberían estarlo. En la Fase 1 se prohibió todo tipo de actividad fuera de los hogares de las personas lo que es muy poco razonable porque las actividades al aire libre son de muy bajo riesgo en el contexto del verano, por lo tanto, evitar que las personas vayan al parque o estén al aire libre, no tiene mucho sentido desde el punto de vista epidemiológico ni del punto de vista de la salud mental de la población.
En la Fase 2 que estamos ahora hay ciertas actividades que no deberían ser permitidas, como por ejemplo, la apertura de restaurantes que incluso en los lugares como las terrazas tienen riesgo incrementado de contagios, o actividades como los gimnasios y en general todas aquellas que se hacen en espacio cerrados. Entonces podrían tomarse medidas que apunten a reducir el riesgo de contagio, más allá de la Fase 2, pero que no impliquen que toda la población esté encerrada en sus casa”.
En ese sentido también se expresó Gonzalo Bacigalupe quien además apuntó a las condiciones habitacionales de gran parte de los habitantes de Santiago.
“Las medidas deberían orientarse no a los encierros en casa sino a que las personas puedan permanecer lo más posible al aire libre y una cuarentena en casa no necesariamente apunta a ello, porque en Chile muchas personas viven en espacios reducidos sobre todo en la RM, con hacinamiento. No solo hablo de Estación Central, que es el típico ejemplo, sino también en comunas más acomodadas donde la vida es en edificios, entonces hay que pensar que el obligar a las personas a estar en una suerte de arresto domiciliario puede ser muy contraproducente. Sobre todo sabiendo que estar afuera, manteniendo la distancia física y el uso de mascarillas tiene prácticamente riesgo cero”.
Según los últimos estudios sobre el virus Sars Cov2 la transmisión involucra principalmente la saliva de los individuos contagiados, la cual se expulsa de dos maneras: “por medio de partículas pequeñas que pueden quedarse en el aire durante mucho tiempo (llamadas aerosoles) o por gotículas que tienden a quedarse en las superficies y se pasan por el contacto entre personas”.
“Hoy en día parece haber suficiente evidencia como para considerar que el contagio por aerosoles al aire libre no es un factor significativo en el contagio. Por un lado, la ventilación de los espacios parece reducir las nubes de aerosoles (como se plantea en este estudio y en este otro). También sabemos que varios de los aerosoles con virus sufren un efecto de dilución cuando las partículas se dispersan en el aire libre inmediatamente, y así se reduce la carga viral requerida para infectar a una persona. También se encuentra un efecto adicional, que es la exposición a rayos ultravioleta”, señala un estudio hecho por investigadores de la Universidad de Nebraska.
Es sobre ese tipo de nuevos conocimientos que se explaya Cristóbal Cuadrado al desaconsejar el confinamiento en los hogares.
“Al principio de la pandemia no sabíamos muchas cosas acerca de la transmisión del virus, hoy sabemos que la transmisión viral ocurre en el 95% de los casos en lugares cerrados cuando la gente está en contacto estrecho, por lo tanto, la verdad es que actividades que se dan en contextos de distanciamientos físico importante y al aire libre con buena ventilación son actividades de bajo riesgo que creo no deberían prohibirse en ningún contexto porque no hay razones epidemiológicas para que eso sea una medida para el control del brote y esperaría que nunca volvamos a tener Fase 1 que implique que las personas deben estar encerrados en sus casas por largo tiempo porque los efectos negativos de eso son muchísimo mayores que un potencial efecto reductor de contagios”.
“Hay que tener un enfoque mucho más racional de prevención. Acá lamentablemente hay una constante tensión entre la mirada más económica de la gestión de la pandemia versus la sanitaria. Hay mucha presión por mantener abiertos los malls por navidad y esas son actividades de alto riesgo porque en esos lugares concurren miles de personas, son espacios cerrados y con posibilidad de aglomeraciones. Probablemente el foco debiese estar en prohibir esas actividades más que en estar metiendo a la gente a estar encerrados en sus casas durante el verano”.
Para ambos expertos uno de lo asuntos más relevantes a la hora de analizar nuevas medidas restrictivas es la crisis institucional que enfrenta nuestro país y que lleva a que las autoridades no gocen de la confianza de los ciudadanos.
“Pienso que una cuarentena forzada familiar es a estas alturas una violación de los derechos de las personas más vulnerables. Creo que hay que educar, cerrar todo tipo de lugares donde la gente interactúa, solidificar la TTA, bajar la actividad productiva, y todo aquello que incentive que las personas tengan que salir. Pero no encerrar, eso solo funciona en un porcentaje y la evidencia es clara al respecto. Hay que limitar reuniones en espacios cerrados y también reuniones familiares pero no encuarentenar a las personas”, reflexiona Gonzalo Bacigalupe.
“Una de las debilidades que ha tenido la gestión de la pandemia es la crisis de legitimidad que tienen las instituciones en general y el Gobierno en particular. Esto no es Alemania donde el gobierno tiene amplio apoyo ciudadano, nosotros tenemos una crisis importante, por algo estamos en un proceso constituyente. En un escenario de ese tipo siempre será muy compleja la comunicación desde las autoridades hacia la ciudadanía y si a eso le agregamos constantes errores comunicacionales, imprecisiones y mensajes contradictorios o salidas de libreto que una y otra vez tiene el Presidente de la República, sin duda es un mal escenario. El centro del error en la gestión es que el diseño sigue estando centrado en que la gestión de la crisis solo la hace el gobierno sin la colaboración de otros actores sociales”, analizó Cristóbal Cuadrado, académico de la Escuela de Salud Pública de nuestra casa de estudios.
“Esperaría que haya un giro, porque se nos viene un 2021 aún muy complejo sanitariamente, y tenemos que aprender de los errores cometidos hasta ahora”, puntualizó al finalizar.
Desde el ámbito político también hubo opiniones respecto de esta fake news que levantó la inquietud en la capital, sin embargo, consultado por nuestro medio el diputado integrante de la Comisión de Salud de la Cámara Baja, Javier Macaya, señaló que espera que no se llegue a implementar la medida de mayor restricción sanitaria y que confía en que las decisiones tomadas por el Gobierno de decretar la Fase 2 sea suficiente para evitar las consecuencias económicas que esto genera en el comercio.