A casi un mes de cumplirse la fecha límite del estado de excepción constitucional decretado por el Presidente Sebastián Piñera, no existe claridad aún respecto de si la medida, que incluye al toque de queda, será dejada de lado o si se extenderá por algunos meses más.
Consultados por los medios, las autoridades sanitarias siguen defendiendo la idea de que no existen las condiciones necesarias para el levantamiento del toque de queda, algo que, considerando la aplicación de la misma medida desde el estallido social en 2019, resulta ser cada vez más parte de la cotidianeidad de la población.
Así opina, por ejemplo, la abogada penalista de la Facultad de Derecho de nuestra universidad, Myrna Villegas, quien consultada por nuestro medio declaró que “lo excepcional se ha vuelto la normalidad”.
Y es que para Villegas, “hoy en día, con el pretexto de la pandemia, se está restringiendo libertades, incluso las que dicen relación con la vida privada de las personas. A esto se suma una pulsión por parte de las autoridades y de los medios de comunicación de transmitir a la población que lo más importante es no hacer fiestas en sus casas”.
Si bien esto último se trata de una medida que podría tener algún efecto relevante en la propagación del virus, para la abogada, no es ni siquiera cercana a lo medular del problema, y por el contrario, solo ha contribuido a estigmatizar y exponer a las familias que deciden compartir pasadas las 10 de la noche.
Pero esta apuesta en materia de seguridad, según agrega la especialista, no es casual y, al menos en el caso de Chile, tiene sus antecedentes en la forma en como la dictadura la usó para controlar de forma brutal a la población. Además de esto, explica, es necesario recordar que las implicancias de incumplirla deberían tener consecuencias de índole administrativo y no penal.
“Una de las cuestiones que los penalistas nos preguntamos es por qué a las personas se las detiene y formaliza por infracción al artículo 318 del Código Penal, cuando son sorprendidas infringiendo el toque de queda, en circunstancias en que esa infracción es de carácter administrativo y no penal. ¿En qué medida una persona que no está en la calle contagiada de COVID pasa a poner en riesgo la salud pública de un momento a otro?”, cuestionó.
Por otro lado, la académica también reflexionó sobre otro tipo de medidas popularizadas en medio de la pandemia, relacionadas principalmente con la vulneración de la privacidad por parte de los gobiernos, y que dificultarán a futuro el cumplimiento de los derechos individuales de las personas.
Al respecto, Villegas aseguró que “China, de alguna manera, exportó al resto del mundo la eficacia, entre comillas, de sus técnicas de control. Y entonces el modelo chino, que en principio les parecía a todos un modelo totalitario espantoso, resulta que hoy a los gobiernos democráticos les es super funcional”.
“Eso es lo curioso, que cuando se trata de cercenar libertades, no parece haber diferencias entre un tipo de ideología como el capitalismo de Estado en China y las ideologías de los gobiernos democráticos o de los autoritarismos competitivos del cono sur”, sentenció.