Instalada oficialmente el domingo 4 de julio, la Convención Constituyente lleva ya varias semanas sesionando tanto en pleno como en las distintas comisiones transitorias destinadas a recopilar antecedentes previos a la labor de creación y redacción del articulado propiamente tal.
En orden a hacer un balance de lo que ha ocurrido hasta ahora, nuestro medio conversó con Adolfo Millabur, ex alcalde de Tirúa y Convencional Constituyente en escaño reservado representando al pueblo mapuche e integrante de la comisión de DDHH del órgano encargado de idear una propuesta de nuevo pacto social para Chile.
Uno de los primeros puntos que aclaró el convencional fue precisamente el nombre de la instancia interna que él integra y el porqué se buscó llevar adelante un trabajo con perspectiva histórica en materia de garantías fundamentales.
“Desde que se concibió el nombre de la comisión, no quedó como una instancia de DDHH a secas, sino que se incorporaron elementos nuevos: verdad histórica, justicia, reparación y mecanismos de no repetición. Desde que comenzamos a discutir el nombre y alcance de la comisión transitoria, la discusión ha sido muy intensa, pero enriquecedora ya que no hemos separado las cosas como se hace con la perspectiva occidental, sino que estamos tratando de ser lo más integrales posible porque no podemos tener una mirada respecto de los DDHH sin mirar antes la verdad histórica, luego establecemos mecanismos de justicia y luego de reparación. Los DDHH no se deben circunscribir a los últimos hechos de tragedia que ha vivido Chile como son la dictadura o la revuelta de 2019, sino cómo los pueblos originarios han experimentado las vulneraciones a sus DDHH a lo largo de la historia”, indicó el representante.
“Escuchar los testimonios de los distintos pueblos, incluido el afrodescendiente que no está representado en la Convención, pero sí tiene reconocimiento legal, ha sido muy intenso. Lo más impactante ha sido la aparición de testimonios de personas que pertenecen al pueblo selk’nam y sobrevivientes de un genocidio. Esa vulneración de los DDHH no solo ha sido con los pueblos originarios, sino también con el pueblo de Chile en distintos ciclos de nuestra historia, desde la matanza en la Escuela Santa María hasta las más recientes épocas de crisis en que el pueblo chileno ha sido vulnerado. Esa mirada ha sido muy enriquecedora para los 16 convencionales que integramos la Comisión”, señaló Millabur.
Consultado sobre cómo esa perspectiva histórica e integral abordada por la comisión puede llevar a que los chilenos podamos entender de mejor manera quiénes somos, el representante del pueblo mapuche manifestó que para llegar a esa definición han sido muy importantes los testimonios de los distintos dirigentes de los pueblos originarios.
“Es importante preguntarnos quiénes somos desde nuestro genotipo, nuestro sustrato cultural, también saber desde cuándo Chile es Chile, porque de los testimonios de los pueblos originarios quedó establecido, con fuentes comprobables que Chile recién desde 1860 se constituyó como país incluyendo al territorio mapuche. Lo mismo pasa con el pueblo Rapa Nui que solo a fines de la década de 1880 fueron conquistados y sometidos, ni siquiera por el Estado chileno, sino por una empresa, sin que el Estado se preocupara de proteger la integridad de ese pueblo. Algo similar pasó con los afrodescendientes. Hay una historia riquísima que vincula a los DDHH desde lo colectivo, desde los pueblos. Por eso, lentamente va quedando en evidencia que no existe un pueblo de Chile, sino que hay, a lo menos doce pueblos que deben reconocerse entre sí y de a poco va tomando fuerza el argumento de que somos un Estado plurinacional y una república con apellido: plurinacional, democrática, descentralizada que configura el relato de país que tenemos que pensar a futuro”.
En relación a la decisión de la CIDH de admitir la demanda del pueblo Rapa Nui que reclama la propiedad ancestral sobre su territorio y la posible influencia que esto genere en el trabajo del órgano encargado de redactar la propuesta de nueva Constitución, el convencional señaló que Chile siempre ha llegado tarde en materia de DDHH, tanto a nivel doméstico, como internacional.
“Esa tremenda noticia que recibimos del caso de Rapa Nui es una oportunidad para ir reparando el atropello que se ha cometido con los pueblos originarios y creo que será una contribución a que lo que diga el ordenamiento internacional sea adoptado por Chile. Si los organismos multilaterales ya resolvieron algunos puntos respecto de los pueblos originarios y además hay un reconocimiento Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas respecto de sus territorios ancestrales. Chile suscribió esa declaración, por lo tanto, lo que plantean los rapanui no debiera ser nada extraño, es reconocer el derecho al territorio de carácter ancestral”.
Respecto de la aplicación estricta de la declaración internacional suscrita por el Estado Chileno y cómo ello también afecta a las peticiones que han llevado a cabo otros pueblos indígenas, el ex alcalde señaló que no ve otra alternativa.
“Los convencionales que representamos a los pueblos originarios estamos acá porque queremos que se nos restituya el derecho que nos asiste en justicia, que está regulado por la Comunidad Internacional, con pronunciamientos favorables de tribunales internacionales. No tengo duda que a los rapanui les irá muy bien y ese camino es el que tomaremos los otros pueblos originarios si es que no nos va bien en la Convención”.
“Tengo la esperanza que en la Convención hay sensatez sobre que ya es hora que a los pueblos originarios se les repare el daño causado, porque no solo necesitamos que se reconozca la verdad, sino que se establezca justicia y luego de ello, reparar el daño”, agregó.
Respecto de la organización de la comisión de DDHH, el representante indicó que la instancia está por presentar el reglamento definitivo al Pleno de la Convención, lo que debería ser dado a conocer en las próximas semanas.