Tras la derrota de José Antonio Kast en el proceso eleccionario presidencial del 2021, las primeras preguntas que rondaron a Chile Vamos apuntaban a si la coalición buscaría ampliarse para efectos de robustecer la oposición del gobierno de Apruebo Dignidad. Republicanos, como fuerza debutante en el Congreso Nacional, surgía como un aliado natural del bloque considerando que ya llevaban en la mochila una campaña en común y que al interior de la tienda presidida por Rojo Edwards hay más de un ex militante de la Unión Demócrata Independiente. En tanto, la orfandad de la Democracia Cristiana luego de que la centroizquierda se sumara a las fuerzas de apoyo al presidente Boric, generaba incertidumbre sobre si el pacto de la derecha tantearía algunos consensos programáticos con la falange para el nuevo ciclo legislativo. Y si bien la DC desestimó cualquier potencial articulación con la derecha, el relato final de Chile Vamos fue que la coalición se mantendría firme en su composición original.
Pero hoy lo anterior está en entredicho. Las acusaciones de traición de parte de Renovación Nacional no cesaron esta semana luego de que el senador Manuel José Ossandón increpara a sus socios en plena sesión de deliberación para la presidencia de la Cámara Alta. Esto, a raíz de una negociación por la titularidad de la testera que culminó con el respaldo de la UDI y Evópoli al socialista Álvaro Elizalde, en desmedro del ex alcalde de Puente Alto quien corría por el cargo.
A partir de entonces, RN cesó su participación en las reuniones de coordinación del bloque declarándose en un estado de reflexión. En tanto, desde los partidos interpelados se ha buscado bajar el perfil del quiebre, por un lado, Javier Macaya, consideró necesario desdramatizar el hecho en cuanto “tarde o temprano vamos a tener que sentarnos a conversar”, mientras que Felipe Kast aseveró que Chile Vamos aún no acaba, individualizó el episodio como un capricho del ex edil.
Al respecto, Luz Poblete, Secretaria General de Evópoli -quien protagonizó un tenso intercambio con Francisco Chahuán en Estado Nacional con respecto a si RN había sido o no parte de las negociaciones sobre la presidencia del Senado- consideró que el momento actual de Chile Vamos se debe a un desgaste natural luego de “cuatro intensos” años siendo gobierno, particularmente los dos últimos -acotó-. Lo anterior sumado a la falta de proyecto son a juicio de Poblete, los factores detrás de las diferencias del sector.
“Lo que hemos analizado desde Evópoli en muchas reflexiones colectivas que hemos tenido, es que cuando uno es gobierno te desdibujas porque tienes que ser coalición, tienes que defender, tienes que alinearte, tienes que coordinarte, se trata de diferenciar pero a veces tienes el temor de que si te diferencias mucho al final termina siendo como un ataque”, señaló.
En el cometido de repensar Chile Vamos, la integrante de la directiva nacional de Evópoli no descartó algún tipo de desvinculación, en cuanto a que en el proceso de acomodación como parlamento y oposición, “puede concluir en que el Consejo General de RN diga ‘nos diluimos pero nos vamos a tener que seguir coordinando como coalición’ y yo creo que no le tenemos que tener miedo a ser muchas oposiciones“.
Una proyección similar fue la que manifestó el analista político y decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma, Tomás Duval, en conversación con Radio y Diario Universidad de Chile. El analista político consideró que la tensión y el conflicto que cruza a la Chile Vamos surge de la falta de un proyecto alternativo que guíe las ideas del sector, lo que a su juicio es una problemática que podría extenderse a la luz de que el bloque no fue capaz de tender una coordinación de orden eleccionaria en el Senado.
“Estas son cuestiones que ya la habíamos empezado a ver por cierto en lo que ocurrió en la Convención Constitucional con una de las vicepresidencias, que también se produjeron roces y divergencias que demoraron incluso ese proceso. Entonces yo creo que es una cuestión profunda de los partidos de hoy día de la oposición que hace probable, a lo mejor, que veamos alianzas diferentes, quizás no en lo inmediato pero se vayan configurando alianzas externas toda vez que también hay un nuevo partido político al interior del Congreso que es el Partido Republicano que también tiene una posición y va a jugar un rol ya delineado de oposición muy dura frente al gobierno”.
Un tanto diferente fue la apreciación que extendió el sociólogo y analista político, Axel Callís, quien consideró poco probable que Chile Vamos se quiebre de manera permanente en atención a que el sistema electoral y de candidaturas actual, “impone una unidad forzada a los partidos“, por lo que, a su parecer, se podría suscitar una división en la coalición, pero tarde o temprano se van a unir.
“Eso es como lo primero, no dar por muerto o dividido a un sector que necesita muy poco para estar unido. La derecha, al revés de la izquierda, requiere muy pocos principios o muy pocos ejes para estar unidos porque operan otras variables, como la empresarial y la del modelo como estructurante de alianza. Entonces no hay que verla como la izquierda, que tiende a la fragmentación siempre por un tema de dispersión ideológica o de matices ideológicos”.
Para Callis, los problemas del bloque no van por el desgaste, sino por la falta de renovación en atención a que “tiene elencos muy mayores”. “Piensa que Bellolio, que es visto como un cambio generacional, está sobre los 40″, sostuvo al respecto, y añadiendo un elemento más a la ecuación, señaló que “el otro principal problema, es que la derecha cedió y está vacante el espacio para una derecha liberal y moderna”.
“Es lo que más le pesa, porque los partidos llamados para eso, como Evópoli o el ala más moderada de Renovación Nacional, digamos el ala más chascona, se fueron con Kast a la primera, ni siquiera los tuvo que llamar para avanzar en esa alternativa. Entonces dejaron espacio bastante amplio para una derecha liberal, más moderna y renovada. De alguna forma Paulina Núñez o algunas otras personas se dan cuenta que existe ese espacio, pero el problema que tiene en el corto o mediano plazo es que seguramente toda la derecha nuevamente se va a tender a concentrar en el rechazo de plebiscito, más allá de lo que salga, entonces nuevamente van a quedar en la misma baldosa”.
“Así están forzados por el calendario electoral, por la lógica del no recambio generacional y lo más importante, que no tienen proyecto político, o sea son como las 7 plagas de Egipto que le van a pasar por encima”, aquilató.
La necesidad de propiciar un cambio generacional es lo que vino a constatar la fracasada elección del senador Ossandón, consideró Duval, en la medida que además de reflejar “un error de cálculo y de estrategia en el sentido de que uno puede proclamarse candidato sin que las fuerzas políticas que adhieren a un sector político te apoyen”, evidencia que no hay liderazgos claros en la oposición. Si bien el analista dijo no identificar aún quién podría asumir esa posta, consideró que hay que poner atención a los nuevos integrantes de la Cámara Baja, al mundo de los gobiernos locales y municipales, donde puedan eventualmente surgir nuevas figuras.