Este miércoles se concretó la reunión entre la ministra del Trabajo, Jeannette Jara y el presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC), Juan Sutil, encuentro en el que se abordaron proyectos claves para el sector, como el de la reducción de la jornada laboral a 40 horas y el de la reforma previsional.

Tras la reunión, el propio representante del empresariado reconoció que se requieren cambios, aunque aquellos deben ser graduales y con adaptabilidad social.

“Creo que Chile tiene una oportunidad única de buscar su camino hacia el desarrollo, y ese desarrollo sin duda requiere cambios, de cambios que se hagan bien, de cambios que se hagan con la debida gradualidad, con la adaptabilidad social que se requiere y, sobre todo, generando confianza para que el país siga su desarrollo, se sigan generando inversiones y se puedan generar más y mejores empleos de calidad”.

La afirmación de Sutil fue, sobre todo, pensando en reformas y proyectos que si bien existen hace un tiempo, ahora cuentan con el apoyo explícito del Ejecutivo. La reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales, por ejemplo.

Para profundizar en el tema, Radio y Diario Universidad de Chile dialogó con la diputada de Convergencia Social, Gael Yeomans quien, además, es coautora del proyecto de las 40 horas semanales.

Primero que todo, la parlamentaria agradeció la disposición del mundo empresarial respecto de implementar reformas e iniciativas que, hasta hace un tiempo, se oponían rotundamente, aunque recordó que la CPC no representa a los pequeños empresarios, a quienes les costaría más poder concretar proyectos como el de las 40 horas.

Por lo mismo, la legisladora explicó que, una vez aprobada la iniciativa y según lo estipulado hasta ahora, el plazo para implementar la semana laboral de 40 horas sería de un año para las grandes empresas y de cinco años para las pymes.

“La gradualidad, que fue conversada en su momento -sin perjuicio de que pueda ser actualizada en el debate del Senado-, considera el tiempo de un año para las grandes empresas desde que entre en vigencia la ley, pero se hace un marco de diferenciación con las empresas pequeñas, pues aquellas tendrán un un plazo de cinco años para implementar la jornada semanal de 40 horas. Ahora esto es parte del debate legislativo, por lo mismo el gobierno está iniciando los diálogos con los distintos actores empresariales, y se acordará con las microempresas, con sus organizaciones, cuál será la gradualidad para ellas”.

Fue el 8 de marzo del 2017 en que la ex diputada Camila Vallejo presentó la iniciativa en cuestión. En noviembre del 2019 la Cámara Baja aprobó el proyecto ante lo cual pasó al Senado. Sin embargo, en la Cámara Alta la prenormativa lleva estancada más de dos años.

Por lo mismo, Gael Yeomans se refirió a la viabilidad del proyecto en el Congreso afirmando que no debiese tener mayores problemas considerando la popularidad de la iniciativa. Más allá de las diferencias políticas entre los legisladores, la diputada dijo que se debe poner el interés de la gente por delante y, por tanto, sería impresentable seguir aplazando la discusión de la prenormativa.

“Sería bien impresentable que nuevamente se estanque una discusión como esta, con la importancia que tiene. Si es que hay diferencia que se voten, que los parlamentarios definan cuáles son sus posturas, pero lo que no debe pasar es alargar un debate que ha tardado tanto tiempo y tiene que ver con un aspecto tan importante como es la conciliación de la vida con el trabajo”.

Respecto de si acaso el Ejecutivo mandará su propio proyecto de las 40 horas, Yeomans aseguró no estar al tanto y que cualquier información al respecto la tendría que comunicar el propio Gobierno. De todas maneras sostuvo que independientemente de donde venga la iniciativa, llegar a las 40 horas de trabajo semanal se hace urgente y necesario.