El ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigú, informó la liberación de la ciudad portuaria de Mariupol frente al Mar de Azov, por parte de las fuerzas de su país junto a las milicias de las repúblicas de Donetsk y Luhansk.
En una reunión en el Kremlin con el presidente Vladimir Putin, el jefe militar dio a conocer los detalles de la operación que se desarrolló en las últimas semanas y que incluyó seis llamados a la rendición de los soldados, miembros de grupos nacionalistas asimilados a las fuerzas armadas de Ucrania y también de mercenarios extranjeros.
“La ciudad de Maripúpol fue liberada por las fuerzas armadas de Rusia y la milicia de la República Popular de Donetsk. El resto de los soldados nacionalistas se refugiaron en el zona industrial de la planta Azovstal”, indicó Shoigú.
El titular ruso de Defensa agregó que “Mariupol es un importante centro industrial y de transporte en el Mar de Azov. En el 2014, el régimen de Kiev declaró la ciudad como capital de facto de la Región de Donietsk convirtiéndolo durante ocho años en una poderosa área fortificada y en un refugio de los nacionalistas radicales ucranianos. Esta es en realidad la capital de Azov, del Batallón Azov”.
En su parte de guerra, Shoigú comentó que “en el momento del asedio el 11 de marzo, el número total de agrupaciones de las fuerzas armadas de Ucrania, las formaciones nacionalistas y los mercenarios extranjeros, estaban conformados por más de 8 mil 100 personas. Durante la liberación de la ciudad, más de 4 mil uniformados fueron eliminados y mil 478 se rindieron”.
El ministro subrayó que “el grupo restante de más de 2 mil personas fue bloqueado en la zona industrial de la planta de Azovstal. Ofreciendo resistencia los nacionalistas convirtieron casi todos los edificios residenciales en fortines, instalaron vehículos blindados y artillería en los primeros pisos y francotiradores en los pisos superiores. Algunos tenían misiles guiados antitanques. En los pisos intermedios y en los sótanos retenían a los residentes convirtiéndolos en escudos humanos. Eso pasaba prácticamente en cada edificio residencial”.
Ante esa situación, el presidente Vladimir Putin indicó que “considero no razonable el asalto propuesto en la zona industrial. Ordeno su cancelación. En este caso debemos asegurar la preservación de la vida y salud de nuestros soldados y oficiales. Debemos pensar siempre en ello, especialmente en esta situación. No deben ingresar a las catacumbas y arrastrarse bajo la tierra en estas instalaciones industriales. Bloqueen la zona industrial de tal manera que nadie pueda salir”.
La planta siderúrgica de Azovstal es un complejo de cerca de 11 kilómetros cuadrados con varios niveles subterráneos de hasta 30 metros de profundidad y cuenta con kilómetros de túneles y fortificaciones.
(Imagen de portada: globallookpress.com)