En conversación con la primera edición de Radioanálisis, el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores, David Acuña, profundizó sobre los acuerdos entre dirigentes empresariales y sindicales para avanzar en el proyecto de jornada laboral de 40 horas.
Si bien el líder de la CUT descartó ser parte de este consenso -encabezado por representantes de las seis ramas del gran empresariado y tres centrales sindicales- detalló que “estamos en una instancia formal del diálogo social que es el Consejo Superior Laboral, donde ayer presentamos en conjunto también con la CPC la propuesta o la visión que teníamos respecto a las 40 horas, visión que recogimos con más de 130 organizaciones en un encuentro que realizamos en la Central”.
Además, Acuña manifestó sus reparos en relación a la propuesta del presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC), Juan Sutil, quien planteó que era deseable que la reforma se ejecutase totalmente con una gradualidad de al menos cinco años.
En ese sentido, señaló que “hoy hay más de 700 empresas que ya se han certificado con el sello 40 horas que está entregando el Gobierno. Entonces, hay empresas que ya trabajan, incluso, menos de 40 horas, lo cual entendemos que la pandemia llevó a adecuaciones horarias que llevaron a estos cambios de jornada, pero no creemos que tenga que ser más allá de cinco años porque si hay empresas que hoy día lo están haciendo, perfectamente podrían adecuarse de una manera más rápida para tener esta jornada”, dijo.
Asimismo, apuntó que “también existen distintos sectores con distintas realidades. Entonces, es un tema que hay que ir revisando sector por sector, entendemos que debe haber una normativa que sea transversal, pero no es lo mismo una gran empresa que una Pyme o una pequeña empresa”.
Acuña planteó que en ese camino “tienen que existir tanto los mecanismos para las empresas que lo puedan tomar de manera automática, pero que también tenga que existir esta gradualidad necesaria para la adecuación de los turnos, lo cual impida que se genere pérdida de empleo”.
Por otra parte, el dirigente sostuvo que “no estamos de acuerdo con la flexibilidad porque es sinónimo de precariedad. Creemos que debe existir adaptabilidad dentro de los trabajos, pero esta adaptabilidad tiene que ser pactada con las organizaciones sindicales porque es raro que un acuerdo con estas organizaciones no nombre a los sindicatos. Entendemos que el rol del sindicalismo tiene que ser fundamental para poder generar estos ajustes”.
“Hoy día existen las jornadas excepcionales. De hecho, como Consejo Superior Laboral ayer recibimos a las organizaciones de la minería, de trabajadores junto con empleadores. Entonces, ahí vemos que ellos pactan jornadas, las cuales resultan bastante eficientes”, expresó.
Por lo mismo, si bien reconoció que la tasa de sindicalismo en el país es baja, planteó como fundamental que “en donde no haya organización sindical, que existan las condiciones dentro de la normativa para que no haya este problema de poder, de asimetría, donde terminamos con turnos impuestos”.
“Por eso decimos que no queremos flexibilidad porque el Código del Trabajo hoy en Chile es híper flexible, ya existen las condiciones para que los empleadores puedan adecuar, adaptar los turnos en conjunto con los trabajadores”, enfatizó el presidente de la CUT.