Luego que el Gobierno presentara las indicaciones al proyecto que reduce la jornada laboral a 40 horas semanales, las reacciones por parte de los parlamentarios no se hicieron esperar.
En concreto, el Ejecutivo puso suma urgencia a la tramitación de la iniciativa que actualmente se encuentra en la comisión del Trabajo del Senado y apuntó entre sus modificaciones una implementación gradual de la reducción de la jornada laboral en un plazo de cinco años.
Según expresó el presidente Gabriel Boric en la actividad desarrollada en La Moneda “confío plenamente en que los parlamentarios y parlamentarias van a tramitar este proyecto con la celeridad que merecen las familias chilenas”, agregando que “este es un proyecto pro familia, es un proyecto que apunta al buen vivir”.
El senador de Evópoli y presidente de la comisión del Trabajo, Luciano Cruz-Coke, reafirmó su compromiso por sacar adelante una buena iniciativa y sostuvo que “primero es importante que se llegue a algún grado de acuerdo general y también ir viendo dentro de la discusión y la implementación de las distintas indicaciones cómo esto va afectando al empleo, cómo puede afectar a la productividad, cómo se hace por sectores y con la gradualidad con que se ha propuesto”.
“La idea es que este sea un proyecto que tenga adaptabilidad, que pueda ser hecho de manera gradual, está planteado dentro de cinco años, y como todavía es un proyecto que entró recién ayer, eso nos va a permitir ir citando a las distintas asociaciones, a los distintos actores involucrados, precisamente para sacar un proyecto de buena calidad”, afirmó el legislador de oposición.
El diputado de Renovación Nacional e integrante de la comisión de Trabajo de la Cámara Baja, Frank Sauerbaum, cuestionó el anuncio y señaló que “la principal preocupación del Gobierno debiera ser recuperar los niveles de empleo pre pandemia y producir nuevos puestos de trabajo, fortalecer el mercado laboral para recuperar los salarios reales de los trabajadores que se han visto muy mermados producto del proceso inflacionario que hemos vivido”.
Asimismo, destacó la necesidad de “luchar en contra la baja productividad que tienen los trabajadores. Hoy día somos el país que menos productividad tiene en la OCDE y, por lo tanto, ese es un desafío fundamental. También luchar contra de la recesión que estamos viviendo y anunciada también para el próximo año”, criticando que “rebajar una hora al día no va a hacer la diferencia en la calidad de vida de las familias ni de los propios trabajadores. Por lo tanto, lo que debemos hacer es flexibilizar la posibilidad de llegar a un acuerdo con el empleador”.
Mientras la diputada comunista y co autora del proyecto, Karol Cariola, destacó aspectos como la gradualidad y la incorporación de medidas en favor de la conciliación familiar. “Creemos que es parte de un avance de muchos años de espera, fueron siete años de espera para llegar a este momento en que el proyecto de ley de 40 horas pudiera empezar a ver la luz”, señaló.
Asimismo, mencionó que “creo que es muy importante tener en cuenta que parte de las cosas que motivaron este proyecto tiene que ver con que, en la medida que las personas, que los trabajadores y trabajadoras tienen más horas de descanso, también tienen mejores condiciones para la productividad y eso es algo que lo han sostenido muchos estudios, múltiples economistas también, que han venido planteando la necesidad de avanzar en la rebaja de la jornada laboral”.
“Además esta es una recomendación que viene del año ’82 por parte de la OIT en uno de los convenios que establece la rebaja laboral a 40 horas. Nuestro país está atrasado en relación al concierto internacional. Es por eso que para nosotros es muy importante que esto ocurra, creo que es muy posible hacerlo con responsabilidad”, defendió la parlamentaria.