“Nunca me he ido de Chile”, sostiene el cantautor nacional Osvaldo Torres, quien reside en Francia desde hace ya varias décadas, pero que en los últimos años a vuelto a profundizar el contacto con su país natal.
Conocido por sus canciones de raíz aimara y la recopilación de textos que luego fueron vertidos en discos como “De los Andes a la ciudad”, “Levántate hijo” y “Juego de pájaros”, hoy el músico y poeta -uno de los fundadores del grupo Illapu-, ha incluido nuevos sonidos como en “Fósil” de 1999 donde ya se escuchan los acordes de guitarras eléctricas interactuando con charangos y quenas.
“Canciones de Paris y otras yerbas volumen 1” es el disco que lo trae nuevamente de regreso después de tres años de ausencia a raíz del Covid 19 que lo mantiene aún con secuelas a él y a Silvia Balducci, su pareja con quien además comparte voces y cantos en sus últimas producciones musicales.
Con una presentación ya a mediados de septiembre en la Casa de la Cultura Anahuac en el Parque Metropolitano, Osvaldo Torres tuvo su primer reencuentro con el público chileno.
“El público fue fantástico. El encuentro con ellos y lo que estamos haciendo hoy en día, les sorprendió bastante a ellos como a mí también que les sorprendiera”, comenta desde San Pedro de Atacama donde fue a recuperar energías y a descansar la voz perjudicada desde que lo diagnosticaron con Covid en la primera ola en Francia.
Sobre la sorpresa del público, Torres señala que “tiene que ver con el espectáculo que hemos montado con Silvia, una combinación bastante chilena e italiana. Esa cosa siempre llama mucho la atención aquí, que Silvia tenga esa facilidad para la interpretación desde su cultura de la música chilena”.
Chile está siempre en el imaginario del músico. “Vivo vinculado las 24 horas a Chile. Eso me ha permitido entrar al mundo europeo de una manera muy particular. Porque cuando uno es sincero con sus raíces, con lo que lleva adentro culturalmente, el europeo lo recibe con mucha fuerza”.
Y el cierre de fronteras y los largos encierros a raíz de la pandemia, no afectaron el lazo que mantiene desde el otro lado del Atlántico.
“Nosotros tratamos de romper eso con algo que hicimos con Silvia que se llamaba la ‘Cuarentena cuarentona’ que está en Youtube y que son ocho capítulos en el cual yo me comuniqué con Chile a través de eso. Cada uno dura 20 minutos donde me comunico con Chile cantando cosas relacionadas con el país. Después hicimos una serie de videos con un músico extraordinario de Antofagasta que se llama Alejandro Segura. También estoy haciendo un disco con él que se llama ‘El norarte poético’”, relata.
“En los tres años que estuvimos ausentes de Chile, estuvimos muy ligados con Chile y con Latinoamérica, porque Ismael Durán autor chileno que vivía en Chicago y que murió lamentablemente el año pasado, había creado una tertulia en que nos reuníamos cantores de diversos países”, puntualiza Torres.
Por eso, afirma que “a pesar de la pandemia, no perdimos nunca el hilo, estuvimos bien aferrados como una arañita a su hilo y a su tela de araña”.
Esa ligazón se hizo más fuerte con los días de la convención constituyente y la propuesta de nueva constitución que finalmente fue rechazada en el plebiscito del 4 de septiembre. “Fue un golpe bastante duro en el sentido de que en Europa, la valorización de la nueva constitución tenía niveles que nos ponían en el zenit de los países interesantes desde todo punto de vista. Porque esa propuesta tenía dos cosas esenciales en el contexto mundial de hoy en día: toda la parte humanitaria y social y la segunda parte que me parecía de importancia enorme que tenía una modernidad que el 70 por ciento de las constituciones del mundo no tienen”.
“Durante meses estuvimos en el zenit de las noticias como un país extremadamente inteligente. Y el resultado nos demostró lo contrario, que no éramos tan inteligentes como creíamos. Una parte del país está pensando en serio y la otra parte está en la farándula cotidiana”, considera.
El cantautor estima que “el daño más grande que nos hizo la dictadura y los monstruos de la democracia es que mantuvieron a nuestro pueblo en una ignorancia sublime que tuvo como consecuencia lo que vivimos hoy. Es decir, la planificación de la constitución dictatorial y la aprobación por parte de quienes negociaron la democracia que vivimos hoy, dieron como resultado la ignorancia del pueblo”.
Por eso, analiza que “la gente de la rebelión de octubre de 2019 son otras víctimas, con otras características que se suman a las víctimas de la dictadura. Yo creo que estas víctimas de la rebelión de octubre son las víctimas de los civiles de la dictadura, de esos que nunca han sido juzgados, que viven todavía en la impunidad”.
En ese sentido señala que “lo que nos queda a la gente que estamos en la cultura y que por ende tenemos una tremenda responsabilidad en el sentido del deber de memoria, como decía Víctor Jara, abrir puertas y ventanas para que entre la luz. Yo creo que tenemos una gran responsabilidad. El tiempo de la farándula tiene que pasar, porque también está en nuestro campo. El tiempo de reflexión, de pensar y actuar ha llegado y hay que hacerlo con vehemencia y con solidez”.
Además, profundiza: “No podemos dejar pasar así como así esta oportunidad universal que tuvimos. El mundo nos miraba con una admiración impresionante. Es una lección que nos va a permitir reinspeccionarnos nosotros, los que estábamos por el Apruebo. Creo que pasa también por ahí, no se puede seguir culpabilizando al pueblo de su ignorancia. Hay que ir a terminar con la ignorancia”.
Osvaldo Torres y Silvia Balducci sostendrán una serie de presentaciones en nuestro país, incluyendo encuentros culturales en varias comunas de Santiago. Entre ellos se cuenta este sábado 1 de octubre a las 18 horas en la Fundación Cultural Lo Prado y el 15 del mismo mes a las 18.30 en el Patio Flamenco, Salvador # 1104, Providencia. La venta de entradas para este concierto se pueden conseguir en www.loscuracas-chile.cl