“El cierre hizo mucho daño”, comentaban comerciantes venezolanos respecto de la clausura del paso fronterizo hace siete años cuando el gobierno del Presidente Nicolás Maduro tomó la decisión a raíz de un grave incidente que involucró a militares que combatían el contrabando en un punto de la extenso límite común de 2 mil 200 kilómetros.
Pero este no fue el único hecho que desembocó en la decisión. A ellos se sumaron otras acciones de sabotaje hacia Venezuela e incluso un encuentro en 2019 en la ciudad fronteriza de Cúcuta, donde se montó un show musical y la presencia de algunos mandatarios latinoamericanos, entre ellos el entonces presidente de Chile, Sebastián Piñera, donde reconocieron a Juan Guaidó como mandatario encargado en lugar de Maduro.
Ahora la reapertura viene a significar un nuevo paso de vuelta en ese camino, uno más a los varios gestos realizados por el Presidente Gustavo Petro desde que asumió la presidencia de Colombia el 7 agosto último, entre ellos la restitución de los embajadores de Caracas y Bogotá.
Petro llegó al acto realizado este lunes con claveles blancos que ofreció a las autoridades venezolanas que fueron en una comitiva a nombre del Presidente Maduro.
“Paz y prosperidad, en primerísimo lugar para el pueblo, la gente de economía popular del norte de Santander, de Santander, de Táchira y para todo en pueblo venezolano en general. Un símbolo de unidad, nunca debe cerrarse. La globalización antes que nada es comercio y unidad entre vecinos”, precisó Petro mientras avanzaba hacia el encuentro con los venezolanos.
Una periodista le consultó: “¿Qué queda atrás?”. Y el mandatario colombiano respondió convencido: “Un suicidio que no debe repetirse”.
Freddy Bernal, gobernador de Táchira, del lado venezolano de la frontera, destacó que “ganó la paz, a pesar de las dificultades y los ataques arteros del gobierno del ex presidente Iván Duque”.
En entrevista con Telesur, Bernal recordó que “Colombia fue tomado como una especie de base de operaciones en el año 2019 para que con la estrategia de los Estados Unidos invadir el país, generar un conflicto de carácter civil y derrocar al presidente Nicolás Maduro”.
El representante agregó que “los hombres y mujeres frontera nos asumimos venezolanos y colombianos. Hoy no es el final de una etapa, es el comienzo de una etapa de reencuentro, de crecimiento, de mejoramiento de las relaciones”.
Sobre el impacto que tendrá en la economía, el gobernador indicó que la balanza comercial en 2008 llegó a los 8 mil millones de dólares y se espera que en lo que queda de este 2022 se alcancen los mil 200 millones de dólares de intercambio. Esto podría generar hasta 3 mil empleos, beneficiando especialmente al norte de Santander que tiene un mayor índice de informalidad de sus trabajadores.
Durante la conversación con Telesur, se escucharon varios estruendos de fuegos artificiales que el gobernador calificó como expresiones de alegría de la gente de ambos países que conviven en esa frontera. “Hace tres años se oían las ráfagas de los paramilitares colombianos que luchaban permanentemente en esta frontera y que la habían transformado en una zona de guerra: hoy es una zona de paz”, subrayó.
El primer día de apertura el límite vio pasar camiones con cargas de productos metalmecánicos y alimentos, además del tránsito a pie de cientos de personas.
