Manteniendo una firme convicción por continuar el camino hacia una nueva constitución, la ex convencional de Movimientos Sociales Constituyentes y vocera nacional de Modatima, Manuela Royo, abordó las conversaciones que están desarrollando los partidos políticos con representación parlamentaria para habilitar un nuevo proceso, luego que a más de un mes la ciudadanía se pronunciara rechazando la propuesta emanada por la Convención Constitucional.
La también abogada sostuvo que “es una necesidad del país, de nuestra sociedad y, por lo tanto, seguir manteniendo esa idea me parece que es importante”. Sin embargo, apuntó respecto de la metodología que “las negociaciones han sido bastante erráticas en términos de que han sido muy a espaldas de la ciudadanía, muy centradas en los partidos políticos que creo que hoy día gozan de escasa representatividad”.
Por ello consideró que estas tratativas debieran ser más transparentes y abrirse hacia los movimientos sociales. “Uno finalmente conoce las resoluciones, pero no conocemos los acuerdos y en base a qué términos”, señaló.
En particular, comentó que en relación a los diálogos que han sostenido las fuerzas políticas con las organizaciones “nosotras y nosotros como Modatima no hemos sido convocados a ninguna conversación y eso también nos parece preocupante porque también dentro de las conversaciones, cuando se habla respecto a bordes, no pueden limitar las discusiones que se deben dar en un proceso constituyente”.
“Hoy día, querámoslo o no, no puede seguir sosteniéndose que el agua es propiedad privada y que tiene que estar garantizada. Ese es un ejemplo de cómo también estas negociaciones han excluido a los movimientos sociales, lo cual consideramos que es muy peligroso”, dijo la ex representante por el Distrito 23.
Asimismo, fue crítica sobre la postura que ha tomado Chile Vamos respecto de las negociaciones, acusando que “la derecha tiene capturado el debate constituyente y, en base a este debate, también pone condiciones que no tienen nada que ver con la constitución. Entonces, es muy poco honesto negociar las condiciones que la derecha quiere imponer en base a un contrasentido respecto de lo que un proceso democrático tiene que ser”, calificando además como “un absurdo” la idea de la oposición de no materializar el acuerdo durante este mes por considerarlo “octubrista”.
También cuestionó una falta de capacidad de negociación en el oficialismo, mencionando que “uno puede jugar a las amenazas cuando se siente con un nivel de superioridad que permite manipular las decisiones de otra persona o, en este caso, de otra colectividad. En ese plano, ahí el Gobierno ha mostrado debilidad (…) Los resultados del plebiscito hacen que la derecha se encuentre en una posición absolutamente más ventajosa que hace tres años”.
De este modo, planteó que el Ejecutivo “tiene que asumir más claridades respecto a cómo quiere llegar en estos años que quedan de gobierno del Frente Amplio”.
Con todo, se mostró partidaria de que “lo mejor sería que la nueva constitución, el nuevo proyecto, tenga un contenido mínimo que pueda establecer principios esenciales y que el resto del debate se pueda dar en términos legislativos, a fin de poder tener una nueva constitución, pero que tiene que seguir garantizando derechos fundamentales y mínimos como la existencia de un Estado social de derecho”.
Además, recalcó que como organización medioambiental “para nosotros y nosotras es esencial que este modelo de privatización de las aguas es absolutamente contrario a los derechos humanos, a lo que ha establecido el sistema internacional de derechos humanos, al derecho ambiental y a la crisis climática que vivimos. Por lo tanto, creemos que no puede amarrarse este proceso constituyente a algo que vaya en contra de la protección de algo tan fundamental como es el agua”.
Finalmente, respecto de la necesidad de atender a las múltiples demandas de la ciudadanía la ex constituyente Manuela Royo expresó que “efectivamente no era el rol de la Convención Constitucional dar esa respuesta, sino dar una salida constitucional. La respuesta a los problemas de desigualdad que vivimos está también en el Gobierno y en las políticas públicas”
“Por un lado, es positivo que el proceso constituyente siga abierto, pero no creo que con la constitución se vaya a solucionar la desigualdad social que vivimos, la crisis ambiental si no cambian las políticas públicas y si no cambia también este modelo de desarrollo que es absolutamente devastador en base al extractivismo, que no solamente está explotando las condiciones laborales, los cuerpos de las personas, sino también la naturaleza. Creo que tienen que existir transformaciones mucho más profundas para poder enfrentar los desafíos que se nos vienen”, manifestó.