En conversación con la primera edición de Radioanálisis, el director ejecutivo de la Fundación Paz Ciudadana, Daniel Johnson, abordó los resultados del último Índice realizado por la institución, que revela un aumento en la percepción de temor de la ciudadanía, alcanzando un 28% a nivel nacional, la cifra más alta en los 22 años que ha registrado este instrumento, pero que, al mismo tiempo, no se condice con la cifra de victimización real ante un delito, la cual se ha mantenido dentro de las tres más bajas de los últimos 20 años, con un 32%.

Sobre este fenómeno, Johnson destacó la disminución del índice de victimización y detalló que “el delito contra la propiedad y los robos son los más frecuentes en el país. Si estamos teniendo tasas relativamente bajas de esos delitos, la verdad es que tenemos menos ciudadanos afectados y eso realmente es una muy buena noticia”.

No obstante, hizo hincapié en que el nivel de temor “por supuesto que es gravísimo porque genera mucho daño también, o sea esa buena noticia está evidentemente equilibrada por una mala noticia, que es que las familias están extremadamente atemorizadas, tenemos el nivel más alto de toda la serie histórica. Nunca habíamos tenido un crecimiento en el temor tan grande como el que tuvimos en el último año”.

En ese sentido, sostuvo que este índice entre 2021 y 2022 “salta más de siete puntos porcentuales, que es mucho más grande que toda nuestra historia” y afirmó que esta diferencia entre ambas mediciones puede explicarse, por ejemplo, por la presencia del crimen organizado, el aumento de la violencia en delitos y en las tasas de homicidio”.

Sobre esto, Johnson comentó que “en la retina de todos los chilenos tenemos una situación delictual diferente a la que teníamos anteriormente. Si bien no hay una mayor probabilidad de ser víctima, estas nuevas tipologías delictuales amenazan con hacerme mucho más daño que los delitos que conocíamos normalmente. Es distinto un carterazo, un robo por sorpresa, un hurto, que una encerrona en donde me apuntan con armas”.

Asimismo, Johnson señaló como otro de los factores la accesibilidad de las personas a información relacionada con delitos. “Todos tenemos una cámara de alta definición en la mano, cosa que hace 10 años no era así, 15 años menos, tenemos cámaras en las calles también. Ni siquiera solo en los bloques de los noticieros, hoy día por las redes sociales podemos hacernos testigos permanentemente durante todo el día y evidentemente hay una mayor exposición a estos delitos”, aseveró.

“También hay un estudio muy interesante que se hizo ahora último en Chile, que encontró una relación muy directa entre el temor y la inmigración, sobre todo cuando esta es percibida como poco organizada. Aquí hay que dejar súper claro que si uno divide la cantidad de extranjeros que cometen delito por la cantidad total que hay en Chile y los chilenos que cometen delito por los chilenos que hay en Chile, evidentemente los chilenos cometemos mucho más delitos que los extranjeros, pero también hemos visto que hay ciertas bandas delictuales en las que participan extranjeros que están generando una cantidad de daño importante”, agregó.

Por otra parte, Daniel Johnson consideró como “muy preocupante” la baja en el índice de denuncias efectuadas al segundo menor valor de los 11 años que lleva su medición, puesto que “si las personas denuncian menos, el sistema se queda con menos información para perseguir de manera efectiva y eso hace que tenga menores resultados y, a la vez, se genera más desconfianza en que el sistema no funcione. Entonces, es su círculo vicioso muy peligroso”.

Por ello llamó a la ciudadanía a denunciar los delitos “porque la denuncia no es para que resuelvan solo mi caso, sino que le entregue información al sistema para que puedan desbaratar una banda, por ejemplo, que eviten de esa manera que otras personas sean víctimas gracias al trabajo que pueda hacer la Fiscalía”.