Con Martin Bernard, corresponsal de RFI en Sao Paulo
Valdemar de Costa Neto, presidente del Partido Liberal (PL) de Jair Bolsonaro, ha convocado una rueda de prensa para exigir la invalidación del resultado de las elecciones presidenciales. Según él, unas 280.000 urnas electrónicas, fabricadas antes de 2020, estaban defectuosas e impidieron que el candidato de extrema derecha ganara en la segunda vuelta.
“Se requiere que sean invalidados los votos respectivos a las urnas electrónicas en que fueron comprobadas disconformidades irreparables de funcionamiento y que se determinen las consecuencias prácticas y jurídicas debidas con relación al resultado de la segunda vuelta de las elecciones”, dijo el PL en la denuncia firmada por el abogado Marcelo Bessa y dirigida al Tribunal Superior Electoral (TSE).
El partido de Bolsonaro alega un “mal funcionamiento” de cinco modelos de urnas, supuestamente demostrado en un informe técnico realizado por el Instituto Voto Legal, contratado por la propia formación, que “pondría en jaque la transparencia del proceso electoral”.
El recurso llega tres semanas después de las elecciones, que según el tribunal electoral se desarrollaron sin problemas. El Tribunal Superior Electoral respondió inmediatamente preguntando por qué el Partido Liberal no solicitó la invalidación de la primera vuelta, que se celebró en las mismas condiciones.
“Bajo pena de rechazo (de la demanda), el autor debe agregar un pedido para que se abarquen ambas vueltas de las elecciones, en un plazo de 24 horas”, dijo el presidente del TSE, Alexandre de Moraes en su decisión.
“Las inconsistencias no permiten comprobar el voto del elector. Eso no quiere decir que hubo fraude, sino que no hay seguridad de que las urnas sean creíbles”, dijo Bessa en rueda de prensa en Brasilia y aseguró que en los modelos antiguos de urnas Lula obtuvo una ventaja próxima de cinco puntos, mayor al resultado oficial de 50,9% contra 49,1%.
Con la anulación de los votos de urnas cuestionadas, el partido de Bolsonaro sostiene que el actual presidente obtendría la reelección “con 51,05% de los votos válidos contra 48,95% de Lula”.
Ese día, el partido de Bolsonaro ganó el mayor número de escaños en la Cámara de Diputados. Por lo tanto, su petición de anulación será rechazada automáticamente si no se refiere también a la primera vuelta, según el tribunal.
Este intento de cuestionar los resultados era de esperar. Es parte de una serie de acciones de los partidarios de Jair Bolsonaro. Algunos siguen bloqueando las carreteras, y pequeños grupos se manifiestan frente a algunos cuarteles pidiendo un golpe de Estado para impedir el regreso de Lula al poder.
Bolsonaro se ha mantenido prácticamente en silencio desde que perdió la reelección por un estrecho margen de 2,1 millones de votos ante el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva.
El dirigente ultraderechista no reconoció explícitamente el resultado, pero autorizó la transición de poder.