Fuerzas armadas bielorrusas iniciaron ejercicios de combate

Según el Ministerio de Defensa en Minsk, sus Fuerzas Armadas actúan dentro del plan de entrenamiento para soldados recientemente reclutados. El mandatario bielorruso Alexandr Lukashenko ha reiterado que no entrarán en conflicto ruso-ucraniano.

Según el Ministerio de Defensa en Minsk, sus Fuerzas Armadas actúan dentro del plan de entrenamiento para soldados recientemente reclutados. El mandatario bielorruso Alexandr Lukashenko ha reiterado que no entrarán en conflicto ruso-ucraniano.

Según informó la portavoz de la Defensa, Inna Gorbacheva, los ejercicios en el país centroeuropeo “se realizan de acuerdo con el plan de formación militar inicial tras la última convocatoria para el servicio militar”. La formación consistirá en entrenamientos consecutivos con todas las categorías de personal militar, subunidades, unidades militares, formaciones, mando militar y órganos de control, añadió. “Los ejercicios en las fuerzas armadas ya se han iniciado, programados -según se les diseñó- para mantener la preparación en el combate y la movilización”, añadió Gorbacheva a través del canal de Telegram del ministerio.

Pero también se refirió a los objetivos que persigue Minsk: “los principales son mantener la preparación para el combate y la movilización al nivel requerido, aumentar la coherencia de los órganos de mando y control militar, mejorar las habilidades prácticas de los comandantes y capacitar al personal para actuar en diversas condiciones”, aseguró.

Las fuerzas armadas de Bielorrusia han llevado a cabo diversas maniobras en los últimos meses en el marco de la guerra en su vecina Ucrania, que acusa a Minsk de implicarse en el conflicto aliada con Moscú por permitir el uso de su territorio para mantener sus operaciones y lanzar ataques contra Ucrania. Por ello, Kiev vigila muy de cerca los movimientos de Bielorrusia y el mando del estado mayor de Ucrania ha señalado en más de una ocasión que hay una “movilización encubierta” de las fuerzas armadas de Bielorrusia “bajo la apariencia de sesiones de entrenamiento” y que la que está teniendo lugar a partir de este martes sería la mayor realizada hasta ahora.

En todo caso, las acusaciones de Kiev tienen asidero cuando denuncia que el país vecino está coligado a Moscú en la ofensiva militar al facilitar su territorio con el fin de que Rusia efectuase sus ataques sobre el norte ucraniano. De hecho, no sólo lo hizo en febrero facilitando que Rusia pudiera entrar también por allí a territorio de Ucrania en su fracasado intento por tomar Kiev, sino que ha continuado prestándole sostén en los más de nueve meses que lleva el conflicto armado, entre otras cosas para lanzar drones iraníes y misiles desde Bielorrusia, según Ucrania.

Esto ocurre luego que el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, y el presidente bielorruso Aleksandr Lukashenko, se reunieran el sábado recién pasado en Minsk, lo que alimentó de inmediato los rumores y suposiciones sobre una posible entrada oficial de Bielorrusia al conflicto. Moscú y Minsk acaban de ampliar el acuerdo bilateral de seguridad militar que mantienen desde 1997 y Lukashenko ha dicho al respecto que están preparados para la paz, pero que Ucrania no está dispuesta a negociar. Después ha añadido: “Si quieren luchar hasta el final, es su asunto”.

Rusia, en cualquier caso, no da signo alguno de desescalada en el conflicto y, como muestran imágenes difundidas por el Ministerio de Defensa moscovita, sigue trasladando tropas al frente. Según una encuesta realizada por el centro Levada, una ONG rusa, el 75% de los rusos siguen respaldando de una u otra manera la guerra, pero aumenta hasta el 52% el porcentaje de los que piden que comiencen negociaciones de paz con Ucrania y más de la mitad de ellos quieren que se inicien cuanto antes.

La historia de la relación entre Rusia y Bielorrusia es de larga data. Desde 1999 existe una entidad supranacional denominada “Estado de la Unión”, también conocida como Unión de Rusia y Bielorrusia. La instancia fue ratificada el 8 de diciembre de ese año por el entonces presidente ruso Borís Yeltsin y por su gobierno, así como por el propio   Aleksandr Lukashenko. Este “Estado de la Unión” tiene como objetivo la unificación de ambos países y cuando se lanzó el proyecto, éste se estructuraría de manera similar a una confederación, con una integración política, económica y militar real.

A diferencia de la Comunidad de Estados Independientes (CEI), ente que reemplazó a la disuelta Unión Soviética en 1992 y de la que ambas naciones forman parte, el “Estado de la Unión” conlleva un sentido y un valor que no es tan integral. Sin embargo, en el año 2000 y después que un debilitado Yeltsin abandonara el poder y éste fuese ocupado por Vladímir Putin, el tratado original siguió estando incompleto. Más recientemente, en 2019, los gobiernos de Rusia y Bielorusia reconocieron que pese a todo el tiempo transcurrido, para crear el llamado “Estado de la Unión” aún no estaban dadas las condiciones. Eso sí, durante las dos últimas décadas se han dado pasos en la integración de ambas naciones, como el reconocimiento mutuo de los visados, la interconexión de la telefonía o el gran beneficio que significan los importantes descuentos en el costo de la energía que  Rusia proporciona a Bielorrusia por ser parte, precisamente, de esta Unión.

Con todo, y a pesar de los anuncios de este martes, Lukashenko ha reiterado en diversas ocasiones que no entrará en la campaña militar rusa contra Ucrania. Y hasta ahora, al menos oficial y formalmente, ha sido consecuente con sus dichos.





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