Organizaciones, partidos políticos y personalidades de la Unión Europea y Chile suscribieron una declaración conjunta promovida por Chile Mejor sin TLC, rechazando el acuerdo -al que calificaron de secreto- de Modernización entre Chile y la Unión Europea, anunciado por el gobierno del Presidente Gabriel Boric. Entre más de 500 firmas de adhesión se encuentra Jean Luc Mélenchon, ex candidato presidencial y líder de la izquierda francesa; el vicepresidente del Senado de Francia, Pierre Laurent y los eurodiputados Ana Miranda (Bloque Nacional Galego –Grupo Verdes-ALE), Miguel Urban (Anticapitalistas, The Left, Parlamento Europeo), y Manu Pineda (Partido Comunista de España). En Chile, las diputadas Marisela Santibáñez, Ana María Gazmuri, Camila Musante, Viviana Delgado y Hernán Palma, junto al alcalde de Recoleta, Daniel Jadue suscribieron la declaración.
El texto suscrito señala que el acuerdo es “una expresión de neocolonialismo funcional a la electromovilidad de la UE y a los negocios de sus corporaciones transnacionales”. Señalan, además que Josep Borrell, a nombre de la Comisión Europea, reivindicó recientemente ante parlamentarios europeos y latinoamericanos, el paradigma de los “descubridores y conquistadores”.
Asimismo, fueron críticos de que “por cada kilo de hidrógeno “verde” se usan 10 litros de agua dulce desmineralizados y energía a gran escala, proveniente de la reconversión de territorios agrícolas, en sitios para proyectos fotovoltaicos o eólicos, requeridos para esa exportación de combustible “renovables”. Este acuerdo implica que Chile deberá pagar los costos ambientales, sociales y climáticos requeridos para la transición europea y para perpetuar en esos países el uso del automóvil en vez de priorizar el transporte público”.
Entre las 91 organizaciones que firmaron en Chile están No Más AFP, la Fundación Sol, ANAMURI, MAT, Alianza Basura Cero, OLCA, colectivos ecológicos comunales, Fundación Constituyente XXI; Red de Acción en Plaguicidas Chile; la Coordinadora Feminista de Peñalolén, Artistas pro Ecología; y colectivos por la soberanía alimentaria, de derechos humanos, así como sindicatos de la salud y el sector privado.
Del extranjero destacan la Vía Campesina, Grain, América Latina Mejor sin TLC, CLATE (Confederación Latinoamericana y del Caribe de Trabajadores Estatales); ATTAC (de Argentina, Francia, Países Bajos, Austria); TNI, ZAMMM (Austria), Acción Ecológica (Ecuador), Troca (Plataforma por un Comercio Internacional Justo, de Portugal), War on Want (Bretaña), Ecologistas en Acción (España).
Señalan que el acuerdo “profundiza el cambio climático, agudiza la dependencia económica, imita las políticas públicas, desplaza a PyMES locales en las compras públicas, atenta contra la soberanía digital, habilita demandas millonarias de multinacionales y garantiza la entrega del litio y el cobre con el pretexto de la electromovilidad europea”.
A su vez, señalan que “los parlamentos deberán aprobar o rechazar un acuerdo respecto del cual pueblos y congresos hemos estado desinformados. En el caso chileno, la información sobre el Acuerdo sólo proviene de la prensa vinculada a los grandes grupos de interés”.
Por último, señalaron que “necesitamos avanzar hacia una transición que saque el mercado y la mercantilización del centro de la política sobre cambio climático, priorizando por la vida, la producción sustentable y la justicia ambiental y climática”.