En conversación con la primera edición de Radioanálisis, el abogado y Premio Nacional de Humanidades 2021, José Rodríguez Elizondo, profundizó sobre las relaciones bilaterales entre Chile y Bolivia y el impacto que históricamente ha tenido en ella la aspiración marítima del país altiplánico.
Según expresó el también diplomático “estamos nosotros todavía rehenes de la historia, de la Guerra del Pacífico y del sistema de tratados que le puso fin. El (tratado) de 1904 con Bolivia, el de 1929 con Perú. Lo que nos obliga a tener esta mirada retrospectiva siempre es que existe un sector de políticos bolivianos representados por el MAS (Movimiento al Socialismo) y por Evo Morales, que se niegan a reconocer la validez del tratado de 1904”.
“Ellos han dicho primero que es una aspiración marítima la de Bolivia; segundo, que es un derecho irrenunciable; tercero, que hay que internacionalizarlo, incluso, nos han demandado ante la justicia de La Haya para que negociemos una salida al mar soberano para Bolivia, olvidando que el Tratado (de Paz y Amistad) de 1904 no puede ser denunciado unilateralmente y, en segundo lugar, está amarrado al acuerdo con Perú”, apuntó.
En ese sentido, explicó que “cuando sólo quedaba pendiente la soberanía sobre Tacna y Arica en la parte norte de Chile, después de la Guerra del Pacífico, se llegó al tratado que se llamó la “Partija”, según el cual Tacna se devolvía a Perú, Chile se quedaba con Arica, pero con una cláusula muy especial: ni Perú ni Chile podían ceder parte alguna de Tacna y Arica a una tercera potencia sin previo acuerdo entre ellos”.
“Ahí fue cuando un expresidente boliviano, Daniel Salamanca, dijo que ‘Chile le puso un candado al mar para Bolivia y le entregó la llave al Perú’. Por lo tanto, este sistema de tratados significa que el problema de la mediterraneidad, del enclaustramiento, es un tema trilateral”, afirmó.
Asimismo, mencionó que este sentimiento de “irredentismo”, en el cual Bolivia declara su derecho irrenunciable a un acceso soberano al mar, “se inoculó muy fuertemente en la población boliviana cuando empezaron a arrepentirse de haber firmado el Tratado (de Paz y Amistad) de 1904 y desde entonces en Bolivia ha existido un sentimiento nacional que se fue profundizando por motivos de política. Por otra parte, había el sentido de la diplomacia, que siempre tiene pautas distintas a las pautas de la política, de la pelea chica, que decían ‘hay que negociar’ y frente a este tema obviamente había que negociar con Perú y con Chile para que se pusieran de acuerdo para cederle una franja de Arica y Chile jamás va a permitir que se divida su territorio”.
Es en ese contexto que Rodríguez recalcó que “el tema es que nunca Arica fue de Bolivia, siempre fue antes de la guerra de Perú. Ahí está la complejidad del tema”.
Por lo mismo, sostuvo que la respuesta a este conflicto es “categórica”. “Chile no puede dividir su territorio; segundo, la única parte en que Chile no divide su territorio es por Arica. ¿De quién era Arica? De Perú ¿El Perú estaría dispuesto a darle un previo acuerdo a Chile para que le ceda una parte a Bolivia? Ese es el problema real”, añadió.