De acuerdo a la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), una de cada dos personas en Chile no comprende lo que lee. Con el objetivo de ayudar e impulsar la lectura en el país, las académicas del Centro de Investigación Avanzada en Educación de la Universidad de Chile (CIAE), Macarena Silva y Elvira Jéldrez, impulsaron dos proyectos de investigación para identificar algunos de los desafíos a los que se enfrentan los niños y niñas a la hora de leer. Asimismo, las especialistas proponen algunas herramientas para cambiar esta realidad, como flexibilizar la lectura escolar con otro tipo de textos.
La mala comprensión lectora no solo afecta a Chile, sino que a Latinoamérica y el Caribe, donde cuatro de cada cinco estudiantes de 11 años no alcanzan el nivel mínimo. Frente a esta problemática, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) manifiesta relevante fomentar la lectura como medida para potenciar las habilidades cognitivas y el bienestar emocional de las personas en crecimiento.
Para avanzar en este camino, la U. de Chile, a través del CIAE, impulsó las investigaciones “Dificultades en la comprensión lectora: procesos estratégicos y motivacionales desplegados durante la lectura” y “Motivación por la lectura y dificultades de comprensión lectora en estudiantes de Educación Básica”. Ambos estudios, desarrollados en el marco de un Fondecyt Regular 2022 y un proceso doctoral, analizaron las dificultades experimentadas por estudiantes entre segundo y sexto básico, en base a lo cual generaron una propuesta para promover la lectura desde temprana edad.
Dos proyectos para fomentar la lectura transversalmente
Garantizar el acceso a los libros como una herramienta para poder soñar, aprender y reflexionar es fundamental para el desarrollo de las personas, de acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). Por ello, “estos estudios son un aporte porque nos permiten reflexionar y promover una cultura lectora”, afirma la directora del Instituto de Estudios Avanzados en Educación e investigadora del CIAE, Carmen Sotomayor.
Mediante un diseño descriptivo correlacional, las investigaciones identificaron que las dificultades a la hora de leer se enfocan principalmente en la decodificación y comprensión del lenguaje. “Hay alumnos que son capaces de decodificar, es decir, unir las letras escritas con los sonidos, sin embargo, no es suficiente para comprender lo que leen. Hay otros que decodifican, pero necesitan más conocimientos del mundo para inferir”, explica la profesora Silva respecto a los perfiles de estudiantes identificados.
Otro de los grandes problemas a nivel global, según la UNESCO, es dar a conocer la relevancia de los libros como puentes entre diversas generaciones y culturas. En este sentido, la investigadora Elvira Jéldrez sostiene que promover el hábito lector mediante la motivación es fundamental, ya que “leer con ganas marca una diferencia a la hora de comprender”. Al respecto, Macarena Silva agrega que es fundamental conocer estas dificultades experimentadas por los niños y niñas, pues “conociéndolas se puede avanzar en flexibilizar el acceso a libros que sean de interés de ellos para que disfruten la lectura y practiquen comprender”.
Dentro de los desafíos, las investigaciones también identificaron una relación entre la autopercepción y la lectura. Por una parte, el 80% de los estudiantes no se considera un buen lector y aquellos con dificultades para comprender tienen una peor autovaloración que aquellos que leen sin problemas. Finalmente, los niños y niñas con mayores obstáculos de comprensión lectora valoran más leer para desenvolverse en el mundo.
“Tras la investigación, vemos necesario potenciar la lectura, promoviendo en las escuelas mayor flexibilidad en la selección de libros innovadores como cómics o manga de anime, incluso leer textos cortos o Twitter es beneficioso para ellos”, concluye Elvira Jéldrez.