La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, comprometió este lunes una inversión de 45 mil millones de euros hasta 2027 para poner en marcha proyectos relacionados con nuevas tecnologías e industrias “limpias” en los países de América Latina y el Caribe, con la idea de convertir a la Unión Europea en un “socio preferente” para estas regiones.
“Ya hay más de 135 proyectos en trámite, desde hidrógeno limpio hasta materias primas críticas, desde la expansión de la red de datos de alto rendimiento hasta la producción de las vacunas de ARNm más avanzadas”, enumeró Von der Leyen en su discurso de apertura del foro económico con el que arrancó la cumbre UE-Celac, la cual se celebra este lunes y martes en Bruselas, Bélgica.
En la instancia intervino también el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva y el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, junto a los presidentes del Banco Interamericano de Desarrollo y del Banco de Desarrollo de América Latina, Ilan Goldfajn y Sergio Díaz-Granados, respectivamente.
El listado de proyectos que busca hacer realidad la transición ecológica y digital justa para ambos lados del Atlántico se ha elaborado en estrecha colaboración con la presidencia española, y constituye la base para futuros diálogos con los socios latinoamericanos.
Entre las iniciativas más destacadas se encuentran el acuerdo de materias primas críticas -como el litio y otras- con Argentina y Chile, el de telecomunicaciones con Brasil o el energético con Paraguay.
Esta es la primera vez en ocho años que los socios internacionales se reúnen, un encuentro impulsado por la presidencia española del Consejo y que Von der Leyen ha aprovechado para anunciar esta iniciativa económica junto a las regiones del otro lado del Atlántico en el marco del ‘Global Gateway’, programa de inversiones en el exterior de la UE.
En este sentido, ha abogado por aprovechar la cumbre para “dar forma a la agenda de inversión en beneficio de ambos continentes”, a través de un “nuevo enfoque” para los grandes proyectos de infraestructura que tiene el ánimo de reforzar la creación de cadenas de valor locales.
La presidenta de la Comisión Europea ha destacado que América Latina y el Caribe son capaces de convertirse en una potencia mundial de energía renovable. Por ello, apuntó a que el siguiente “paso natural” es convertir esa energía en hidrógeno limpio, que tiene la ventaja de poder exportarse “fácilmente” a otros continentes al tiempo que puede impulsar nuevas industrias en el propio continente.
Por otro lado, subrayó la necesidad de Europa de acceder a materias primas críticas de otros proveedores para reducir su dependencia de terceros como China. Asimismo, para reforzar esa idea de ‘quid pro quo’ entre ambos socios, la alemana manifestó que “a diferencia de otros inversionistas extranjeros” a la UE no solo le interesa invertir en la extracción pura de materias primas, sino que buscan asociarse con América Latina y el Caribe para desarrollar la capacidad local de producción, a lo que la UE contribuirá con tecnología y trabajadores con formación de “alta calidad”.
“Necesitamos que nos digan en qué sectores quieren centrarse y qué cuellos de botella debemos abordar juntos para que Europa pueda invertir justo donde más lo necesitan. Es un nuevo comienzo para viejos amigos para el que necesitamos unir fuerzas”, afirmó.