No hay posibilidad de un desborde en la Quebrada de Macul afirmó durante la mañana de este miércoles el gobernador de la Región Metropolitana, Claudio Orrego, quien junto al director regional de la Dirección de Obras Hidráulicas, Paulo Cañas, y personal de emergencia de la municipalidad de Peñalolén, realizó una inspección preventiva a las piscinas de decantación del sector en medio de las precipitaciones.
Recordemos que hace 30 años la Quebrada de Macul fue protagonista de una de las tragedias más recordadas en la capital cuando se desbordó a causa de la lluvia, haciendo desaparecer a tres poblaciones y dejando un saldo de 26 fallecidos.
“Ha llovido muchísimo en la parte alta de Santiago y, sin embargo, no tenemos ningún material ni agua acumulada, es decir, las piscinas están cumpliendo su rol: resguardar la seguridad de las personas”, expresó.
De todas maneras, el gobernador reconoció que en el resto de la Región Metropolitana la situación que ha dejado el sistema frontal “ha sido complicada”.
“Hemos tenido mucha lluvia, algunas calles anegadas, pero salvo en el caso de Pirque, donde tuvimos inundación de viviendas, producto de la salida de un canal y la evacuación de un centro de adultos mayores, no hemos tenido afectación de viviendas mayormente en Santiago y esa es una muy buena noticia, habiendo la cantidad de agua que ha caído”, comentó Orrego.
En ese sentido, confirmó la caída de 60 milímetros en las últimas 24 horas, por lo que insistió en el llamado a responsabilidad y el autocuidado de la ciudadanía. “Una ciudad preparada es siempre una ciudad segura y eso es lo que estamos haciendo en alianza con todos los otros actores”, concluyó.