Presidente Boric: "Me genera mucha violencia el golpe de Estado, me violenta mucho"

El mandatario se refirió a sus primeros acercamientos con los hechos relacionados con la dictadura militar y relevó la importancia de conmemorar el cincuentenario del 11 de septiembre de 1973, para que "nunca más" se quiebre la democracia en Chile.

El mandatario se refirió a sus primeros acercamientos con los hechos relacionados con la dictadura militar y relevó la importancia de conmemorar el cincuentenario del 11 de septiembre de 1973, para que "nunca más" se quiebre la democracia en Chile.

El Presidente Gabriel Boric cerró anoche el ciclo del programa documental “Elegidos, 50 años en primera persona”, de Mega. Con 36 años se convirtió en el mandatario más joven de la historia y el único, desde el retorno a la democracia, que no vivió el golpe de Estado, aunque sí creció en dictadura.

El mandatario dio a conocer cómo fueron sus primeros acercamientos en la niñez con lo que había ocurrido en esa época y cómo marcó su vida política. “Nací el 11 de febrero de 1986 en Punta Arenas y tengo algunos recuerdos difusos de los 80′, que los he ido reconstruyendo con la memoria histórica más que con la propia”, afirmó.

“Me acuerdo de que en mi casa había un mueble blanco, en el que había una calcomanía del ‘No’. Esto debe haber sido el 88’, yo tenía dos años y me acuerdo de esa calcomanía”, contó, aclarando que su “familia recibió con optimismo el triunfo del “NO”, pese a que “tanto por el lado de mi madre como de mi padre eran demócratas cristianos, por lo tanto, eran opositores a la UP”.

“Cuando fue el golpe, mi padre siempre me dice que él se opuso desde un principio”, agregó.

En ese sentido, manifestó que “una cosa que siempre me sorprendió mucho en las rememoraciones del golpe que se hacen históricamente, que cuando se plantea desde la televisión, siempre se pone mucho énfasis en Santiago, obviamente por La Moneda, pero el golpe también sucedió en regiones y también se vivieron historias terribles“.

“El otro recuerdo que tengo es que estábamos en mi casa viendo las noticias y había una sobre familiares de detenidos desaparecidos protestando fuera de La Moneda (…) Le pregunté a mi papá por qué no aparecen, por qué están perdidos, y me dijo algo así como que estaban desaparecidos porque los mataron”, detalló.

“Ahí me di cuenta de que algo había pasado en Chile, que algo había pasado de lo que no se hablaba”, añadió.

Asimismo, el Presidente señaló que “quizás a través de la música empecé a cuestionarme más, empecé a escuchar Fiskales, Miserables (…) Después, mi conocimiento se dio principalmente por la lectura, que además mi padre me incentivó mucho”.

“Mi papá cuando viajaba siempre me traía un libro y un casete, y ahí empecé a leer, a formarme y a entender lo que había pasado”, recordó. Además, según indicó el jefe de Estado, un personaje importante en la formación de la conciencia histórica de Boric fue su tío Roque Tomás Scarpa.

“Él fue un periodista de oficio, era un hombre de radio, demócrata cristiano, muy activo y fue un fiero opositor a la dictadura, por lo cual recibió muchas amenazas y, según me comentaron después, a principio de los 90′, hubo harto miedo porque en Punta Arenas fue la primera protesta pública contra Pinochet“, dijo Boric.

Años más tarde, tras el fin de la dictadura, Roque Scarpa se convirtió en el primer intendente de la nueva democracia en Magallanes, y su sobrino comenzó a visitar su hogar de manera frecuente. “Ir a su casa para mí era fascinante, porque era el lugar en el que más libros había, que yo conocía”, dijo.

“En la medida en la que iba descubriendo lo que había pasado, me daba mucha rabia. Me costó mucho creer y entender que habían matado gente por pensar distinto y más aún que habían hecho desaparecer gente, esa era una cuestión que me violentaba muchísimo”, aseguró.

En ese sentido, el Presidente Boric afirmó que “me genera mucha violencia el golpe de Estado, me violenta mucho”.

“El golpe mata a Allende, a mucha gente, pero también mata a la democracia. Mata a parte de la historia de Chile. El hecho de que se bombardee La Moneda era muy claro lo que venía”, planteó.

Asimismo, recalcó que “el hecho de que el 11 de septiembre de 1973 sectores civiles y militares bombardearon La Moneda, asesinaron personas y cancelaron la democracia, es un hecho indiscutible. Se mató, se torturó, se hizo desaparecer y eso no es aceptable”.

“La principal importancia de recordar lo ocurrido es que nunca más vuelva a suceder y nunca más contribuyamos a que suceda, porque no es algo que haya pasado así no más. Hoy día es tremendamente necesario el reivindicar la condena inequívoca al quiebre de la democracia y el que logremos el consenso de que los problemas de la democracia se resuelven con más democracia y no con menos”, concluyó.





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