El gobernador regional de Valparaíso, Rodrigo Mundaca, señaló que hay responsabilidades públicas y privadas en la construcción de edificios sobre el campo dunar de Viña del Mar y que actualmente se encuentran en riesgo de derrumbe tras el surgimiento de dos socavones. A juicio de la autoridad, para evitar que esto vuelva a ocurrir se amerita una nueva Ley general de Urbanismo y Construcción.

En entrevista con Radio Universidad de Chile, el gobernador señaló que “las responsabilidades son multifactoriales, aquí hubo un permiso de obra por parte del Director de Obras Municipales (DOM), hay una responsabilidad evidente del Ministerio de Obras Públicas, de hecho, la ministra actual reconoció la responsabilidad del MOP, hay responsabilidad de quienes dieron las factibilidades hídricas, hay una responsabilidad del Estado -sin duda- y hay responsabilidades de privados”.

En palabras de Mundaca, “hay problemas que son estructurales, usted no puede implementar desarrollo inmobiliario sobre ecosistemas que se encuentran fragilizados, es decir, sobre un campo dunar”.

Por otro lado, la autoridad apuntó contra la normativa actual que permite edificaciones sin priorizar el cuidado del ecosistema. “Tú tienes hoy día una ley general de Urbanismo y Construcción que fue fraguada el año 1978 y que tiene una mirada muy urbanística pero no una mirada que dice relación con armonizar los desarrollos inmobiliarios con la protección de la naturaleza, con la protección del medioambiente”, aseguró.

“Parafraseando a García Márquez esto es como la crónica de una muerte anunciada porque había habido movimientos socioambientales como ‘Duna Viva’ que han presentado acciones judiciales”, señaló Mundaca.

En esa línea, destacó la acción judicial presentada en 2019 por Duna Viva ante la Corte Suprema y que sentó jurisprudencia para inhibir el desarrollo inmobiliario sobre ecosistemas fragilizados que no pasen por el Servicio de Evaluación de Impacto Ambiental (SEA). “Tú vienes donde está la torre de Kandinsky, donde está Miramar, donde está Santorini y en la parte de atrás hay edificaciones que quedaron inconclusas precisamente por esto”, afirmó.

Consultado sobre qué dice de nuestra institucionalidad que tantos actores fallen al mismo tiempo, Mundaca declaró que “las instituciones fallan porque hoy día existen normativas que no se condicen con la realidad actual. Existen normativas que han sido extraordinariamente permisivas en materia de desarrollo inmobiliario y digo permisiva a propósito de lo que ocurre inicialmente con Kandinsky que comienza a colapsar el 10 de agosto de este año y colapsa definitivamente el 26 de agosto”.

“Cuando fue diseñado el colector de aguas lluvias fue designado para una determinada carga de personas el 2005, el 2017 cambia dramáticamente precisamente a propósito de la proliferación de desarrollos inmobiliarios en el sector. Miramar se construyó el año 2009″, añadió.

El gobernador regional de Valparaíso además confirmó que Kandinsky y Miramar, como han afirmado medios nacionales y regionales, “nunca pasaron por los servicios de evaluación de impacto ambiental“.

En ese sentido, Mundaca declaró que “situaciones de esta naturaleza se repiten a lo largo y ancho del país, y en la región de Valparaíso no solamente tiene que ver con el campo dunar, sino que también tenemos problemas en los muelles donde se han edificado torres directamente sobre humedales”.

“Estamos ante un problema que es de marca mayor y que requiere y amerita una nueva legislación en materia de la ley general de Urbanismo y Construcción”, añadió.

Respecto a las declaraciones de parlamentarios de derecha que han instado al Estado a compensar monetariamente a las familias evacuadas de los edificios, Mundaca señaló que “entendemos que deberían haber seguros comprometidos, entendemos que las constructoras también tienen que responder”. 

Por último y en relación a cómo optimizar los controles del Estado sobre las construcciones, el gobernador respondió que precisamente “hoy día hay que readecuar con muchísima urgencia un cuerpo legislativo que dé cuenta precisamente de la necesidad de proteger ecosistemas fragilizados y que queden exentos de desarrollos inmobiliarios como el que hemos estado observando y con los efectos que hemos estado observando”.