“Se hace difícil de aceptar”. Así se refirió el exministro Osvaldo Artaza, al informe final de la Comisión Técnica sobre la ley corta de isapres.
La instancia, conformada por la Comisión de Salud del Senado, entregó esta semana un polémico documento, que pese a no ser vinculante, preocupó al estimar que la deuda de las isapres asciende a 451 millones de dólares. Esta última cifra, corresponde a menos de un tercio de lo calculado anteriormente por la Superintendencia de Salud.
Consultado al respecto, durante el programa Política en vivo, Artaza señaló que el encargo de la Comisión Técnica era muy complicado “porque son tres elementos que había que conjugar: primero, había que cumplir con el fallo, por otro lado, cumplir con las expectativas de los afiliados; y lo tercero, que el sistema no se desplome de una manera brusca, poniendo en riesgo a gente que está con tratamientos y que no puede quedar en la incertidumbre total”.
Pese a que reconoció que “esta comisión asesora hizo su esfuerzo”, el exministro planteó que “el problema no es técnico, el problema ahora es político. ¿Quién va a estar de acuerdo en que una deuda que se había fijado en cerca de mil 500 millones, ahora se fije en un tercio de eso? Se hace difícil de aceptar”.
Artaza identificó como otro punto de conflicto el que se haya dado a las isapres diez años de plazo para pagar su deuda y que “el dinero para que las isapres paguen lo tenga que poner usted mismo”.
“Para que se sostenga esta devolución entre comillas, habrían alzas extraordinarias tanto del precio base como de la prima GES y por lo tanto, lo que se devolvería sale del mismo bolsillo de los afiliados. Va a ser re difícil que los parlamentarios le puedan explicar eso a sus votantes”, estimó.
El exministro además cuestionó el criterio de mutualización usado por la Comisión Técnica para calcular la deuda. De acuerdo Artaza, la mutualización se relaciona con los sistemas de seguridad social, en contraste con las isapres que “siempre nacieron como entidades para generar utilidad, en base al lucro, como un negocio”.
“Por lo tanto, hoy día sería difícil que las personas puedan, en buen chileno, tragarse esa explicación”, dijo.
Por otra parte, consultado respecto a la pertinencia de que la ley corta de isapres, vaya “amarrada” a una reforma de salud, Artaza aseguró que “llevamos varias décadas intentando una reforma a la salud. La última reforma de profundidad es la de la ley AUGE y otros proyectos de ley que fueron en simultáneo, pero luego no ha sido posible lograr acuerdos para un cambio estructural del sistema de salud de Chile”.
“Creo que no es muy afortunado hacer este amarre, primero hay que sacar la ley corta y luego ver si hay piso, capacidad, para producir acuerdos para una reforma de mayor profundidad”, indicó.
Por último, el exministro afirmó que la ley corta “solo alarga la agonía de lo que sabemos inevitable, el modelo de isapres no tiene por dónde, no tiene remedio. Lo que hace la ley corta es darle un tiempo, prolongar, meterle un respirador mecánico para que aguante eso que no funciona más”, concluyó.