El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, visitará este miércoles Israel, días después de que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, lo invitara como gesto de “solidaridad” en el marco del estallido del conflicto en la Franja de Gaza.
La portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre,señaló que el viaje de Biden tiene el objetivo “de demostrar su firme apoyo a Israel frente al brutal ataque terrorista de Hamás y para consultar los próximos pasos”.
Tras reunirse con Netanyahu, el mandatario estadounidense viajará a la capital jordana, Amán, donde se reunirá con el rey Abdulá de Jordania; el presidente de Egipto, Abdelfatá al Sisi; y el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas.
“Reiterará que Hamás no defiende el derecho del pueblo palestino a la dignidad y la autodeterminación y discutirá las necesidades humanitarias de los civiles en Gaza”, reza un comunicado publicado después de que el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, anunciara la visita de Biden en una rueda de prensa desde Israel.
El jefe de la diplomacia estadounidense explicó que Biden “volverá a dejar claro”, tal y como “lo ha hecho desde la masacre de Hamás”, que “Israel tiene el derecho y, de hecho, el deber de defender a su pueblo de Hamás y otros terroristas y de prevenir futuros ataques”.
Mientras, el Departamento de Defensa de Estados Unidos ha dispuesto para su potencial movilización a unos dos mil militares, de tal manera que Washington pueda responder “rápidamente” ante la “cambiante” situación de seguridad en Oriente Próximo, marcada por el conflicto entre Israel y Hamás.
“No se ha tomado ninguna decisión para desplegar fuerzas en este momento”, declaró en un comunicado una portavoz del Pentágono, Sabrina Singh, que indicó que el secretario de Defensa, Lloyd Austin, se mantiene en “estrecho contacto” con otros socios internacionales.
Austin sí autorizó ya una prórroga del despliegue del portaaeronaves “Gerald R. Ford”, vinculado al mando militar en Europa.