Putin y Orbán se reúnen en China

La reunión supone un obsequio para el Kremlin y una señal de debilidad para la postura de la UE sobre Ucrania. Pero hay que considerar las necesidades de Budapest, que depende en gran medida del gas natural, el petróleo y el combustible nuclear ruso.

La reunión supone un obsequio para el Kremlin y una señal de debilidad para la postura de la UE sobre Ucrania. Pero hay que considerar las necesidades de Budapest, que depende en gran medida del gas natural, el petróleo y el combustible nuclear ruso.

El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, y el presidente ruso, Vladimir Putin, han coincidido este martes en Pekín en el foro internacional organizado por el mandatario chino, Xi Jinping, para conmemorar el décimo aniversario de la Nueva Ruta de la Seda, un ambicioso proyecto de infraestructuras con el que China quiere expandir su influencia en la región.

Putin recibió a Orbán al margen del encuentro. El líder húngaro se convertía así en el segundo mandatario de un país miembro de la Unión Europea que se reúne en persona con el presidente ruso desde el inicio de la invasión de Ucrania en febrero de 2022. El primero en hacerlo en abril pasado fue el canciller de Austria, Karl Nehammer, quien buscaba una salida diplomática al conflicto, pero manteniendo las importaciones de gas ruso. Fracasó en el intento.

Los líderes occidentales han evitado verse las caras con Putin en los últimos 20 meses. Pero ahora que la atención internacional se ha desviado hacia la Franja de Gaza tras los bombardeos sin precedentes de Israel sobre los civiles palestinos en represalia por el ataque de Hamás contra civiles israelitas en su propio territorio, Orbán decidido patear la mesa para discutir con el presidente ruso temas de cooperación en el transporte del gas natural y petróleo crudo, además de energía nuclear.

“Hungría nunca ha querido enfrentarse a Rusia. Más bien al contrario: Hungría siempre ha perseguido el objetivo de construir y ampliar la mejor comunicación” manifestó el líder nacionalista húngaro a Putin, de acuerdo a la agencia de noticias rusa TASS. Putin respondió que, aunque las oportunidades de mantener lazos con algunos países son “limitadas en la actual situación geopolítica, causa satisfacción que hayamos logrado preservar y desarrollar las relaciones con muchos países europeos, entre los que destaca Hungría”, aseveró. “Sabemos que nuestras posiciones no siempre coinciden, pero una oportunidad de intercambiar puntos de vista, en mi opinión, es siempre extremadamente importante”, agregó.

Asimismo, Putin subrayó a Orbán la importancia de tener la oportunidad de intercambiar puntos de vista no sólo sobre las relaciones bilaterales, sino también sobre la situación en el mundo y, en particular sobre Europa con un país que forma parte de la Unión Europea. 

Víktor Orbán, autoritario y ultranacionalista como es, ha sabido cultivar sin embargo una estrecha relación personal con Vladimir Putin a lo largo de los años. No obstante, así y todo, fue de los últimos líderes europeos en reunirse con el ruso antes de la invasión a Ucrania, oportunidad en que condenó la ofensiva de Moscú. De hecho, Orbán ha mantenido una postura muy favorable al Kremlin en el conflicto con el bloqueo de la prestación de ayuda financiera y militar a Kiev desde instancias comunitarias o con su negativa a suministrar armas al Ejército ucraniano. Además, ha amenazado con vetar las sanciones de la UE contra Moscú, aunque al final siempre ha acabado votando a favor. Pero tuvo que admitir en su encuentro con Putin que los lazos entre ambos países se han resentido precisamente por este motivo: “Hacemos lo que podemos y tratamos de salvar lo que podemos en nuestros contactos bilaterales”, afirmó sin ambages.

En Facebook, Orbán reiteró su llamamiento a un alto el fuego y a conversaciones de paz inmediatas en Ucrania, aunque no ha indicado qué significaría un acuerdo de este tipo para la futura seguridad o integridad territorial del país. «Hoy en Europa, una pregunta está en la mente de todos: ¿habrá un alto el fuego en Ucrania?», escribió Orbán. “También para nosotros, los húngaros, lo más importante es que termine la avalancha de refugiados, las sanciones y los combates en nuestro país vecino”.

Recientemente, en la cumbre de los veintisiete en Granada, Orbán criticó que la Unión Europea hubiese “violado” y “forzado” a Hungría y Polonia a aceptar los recientes acuerdos sobre el pacto de migración y asilo, puesto que ambos países votaron en contra pero fueron aprobados sin su visto bueno. De ese modo, Hungría y Polonia quedaron totalmente al margen. “Después de esto no hay ninguna posibilidad de llegar a ningún tipo de compromiso y acuerdo sobre migración, dijo un molesto Orbán en la ocasión. “Políticamente es imposible, no hoy, sino en términos generales”, remató.  





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