Chile ha adoptado un nuevo héroe nacional. Santiago Ford, nacido en Cuba, se adjudicó el decatlón de los Juegos Panamericanos 2023 y le entregó al país anfitrión la séptima medalla de oro en la competencia, una presea que no aparecía en los cálculos de nadie.
El representante del anfitrión cruzó la meta de los 1.500 metros caminando y levantando los brazos, sabiéndose ya el campeón, pues mantuvo a raya a sus dos principales rivales, el brasileño José Fernando Ferreira, quien finalizó segundo con 7.748, y el estadounidense Ryan Talbot, tercero con 7.742.
Ford llegó hace cinco años a Chile, en búsqueda de las oportunidades deportivas que sentía no le daban en su Cuba natal, pese al cuarto lugar que consiguió en el Mundial junior de Polonia, en 2016.
La Federación local lo acogió y le dio espacio para que empezara a destacar. Sin embargo, faltaba la nacionalización, la que recién logró en noviembre de 2022, gracias a las gestiones del senador y exatleta, Sebastián Keitel.
Fue el cierre de una larga espera para el decatleta, que solo quería tener la posibilidad de presentarse frente a un gran escenario. El pasaporte como nuevo chileno llegó justo a tiempo, cuando ya empezaba a desesperarse y a pensar en emigrar hacia nuevas latitudes que le permitieran conseguir su objetivo.
En sus años en Chile, Ford no siempre tuvo el reconocimiento público que se ha ganado la noche de este martes en el Estadio Nacional.
Antes, debió ingresar al país con apenas un puñado de dólares en bolsillo y tuvo que caminar por el desierto, sin saber que se metía en una zona de minas antipersonales.
Luego fue guardia de seguridad y un modelo ocasional, a la espera de la carta de nacionalización.
Su ambición no se detiene acá. Antes de iniciar los Panamericanos advertía que quería llegar a los Juegos Olímpicos con la intención de ser protagonista.
“Mi meta es ser finalista en París 2024, estando ahí cualquier cosa puede pasar”, le dijo a radio ADN hace unos meses.
Ahora tiene el incentivo y el apoyo que da una medalla de oro, otra más que Chile no se esperaba, como la que obtuvo el discóbolo Lucas Nervi el lunes por la noche. El cielo es el límite ahora para Santiago Ford.
