Luego de que la Comisión Técnica sobre la ley corta de isapres finalizará su trabajo en octubre pasado, la Comisión de Salud del Senado creó otra instancia para comenzar a resolver un problema mucho más a largo plazo: la tan esperada, reforma de salud.
Para explicar cuáles fueron los principales acuerdos a los que llegó este grupo de expertos, Radio y Diario Universidad de Chile conversó con el secretario técnico de la Comisión para la Reforma a la Salud, Cristián Baeza, quien aseguró que “esta reforma es un paso decisivo a que Chile tenga plena seguridad social en salud”.
Pese a ello, el exdirector de FONASA reconoció que en la Comisión no hubo un acuerdo respecto al seguro único de salud, opción que él mismo, cree poco conveniente para la realidad chilena.
¿Cuál fue el encargo que les hizo la Comisión de Salud del Senado? ¿Cuáles fueron los límites y las premisas baja las que trabajaron?
Hace más o menos un mes y medio la Comisión de Salud del Senado convocó a un grupo de expertos transversales, fuimos doce, que van desde funcionarios que están todavía en el Gobierno hoy, hasta exfuncionarios de los gobiernos de la Presidenta Michelle Bachelet y del Presidente Piñera. Esta convocatoria, básicamente era la siguiente: nos pedían que en un muy breve plazo, sesenta días, aunque entregamos nuestras recomendaciones en treinta, pudiésemos entregar una serie de recomendaciones para mejorar el funcionamiento del sistema de salud chileno. Recomendaciones críticas. Y nosotros, las entendimos como recomendaciones a implementar en un plazo máximo de dos a tres años.
Estas, además, son recomendaciones que van en paralelo al informe que hizo el Comité Técnico respecto al financiamiento de las isapres. Nosotros no tuvimos mandato sobre él, pero son complementarias en el sentido de que cualquier esfuerzo de resolver la crisis financiera de las isapres tiene que ir, como contraparte, a una reforma más profunda.
En fin, las entregamos y son básicamente recomendaciones para el Fondo Nacional de Salud, para el sistema de isapres, para las licencias médicas, para los prestadores privados, los prestadores públicos y para la Superintendencia de Salud, muy, muy amplio. Entregamos sesenta y cinco recomendaciones y nosotros creemos y con esto termino, que esta reforma es un paso decisivo a que Chile tenga plena seguridad social en salud y que resuelva algunos de los temas que históricamente han estado pendientes.
¿Y cuáles son las recomendaciones en concreto?
Lo primero, que yo creo que esto es señero, histórico, en el tema chileno, es que se acaban las preexistencias y las exclusiones y la declaración de salud en el sistema isapre. El sistema de isapres chileno era el último de la OCDE que todavía tenía un mecanismo por el cual había una declaración de salud y había algún mecanismo de discriminación por riesgo, pero eso se acaba con esta recomendación. Segundo, también en el sistema isapre, hay una modificación a la forma en cómo las isapres hacen sus aranceles y se le pide a la Superintendencia que los estandarice y ya no más tener esta tremenda Torre de Babel de que una isapre tiene un arancel, la otra tiene otro, etc. Todo se estandarizaría. No hay fijación de precios, pero sí hay absoluta comparabilidad entre ellos. También, hay un requerimiento a las isapres de tener un plan universal comparable, grande, estándar y exigible; y por último, una compensación de riesgo que hace que haya solidaridad, yo diría, casi absoluta, al interior del sistema isapre.
Para el Fondo Nacional de Salud, como contrapartida, hay una serie de recomendaciones. La primera es modificaciones y mejoras a las coberturas a la modalidad de libre elección, los bonos Fonasa, que tienen muy buena cobertura en lo ambulatorio, en exámenes, en consultas, pero no tan buena en la hospitalización. Segundo, hay muchas más potestades para el Fondo Nacional de Salud, para hacer cumplir las garantías del GES en el sector público. Las personas a las cuales se les acaba los plazos en el GES tienen que ir a pedir que se gatille lo que se llama el segundo prestador, una alternativa de prestador, de hospital o de clínica. En este caso, al Fondo Nacional se le darían potestades automáticas, el segundo prestador sería automático y la gente no tendría que ir a pedirlo.
Hay también potestades muy importantes para la Superintendencia de Salud. A la Superintendencia de Salud se le confieren potestades para funcionar como un árbitro entre los prestadores y los aseguradores, sean Fonasa o isapre. Hasta ahora no tenía potestades. Si había un conflicto de que los aranceles no se pagan a tiempo, o si hay deudas, no había una forma de no judicializar este problema, y con esto se le da potestades a la Superintendencia. Hay una serie de otras cosas, que van todo con el fin de uno, meter al sistema público y privado plenamente en la seguridad social en salud, con obligaciones que hasta ahora no tenían que cumplir; y segundo y más importante todavía, de hacer más expedito y más transparente, con mejor protección al acceso a la salud, a los servicios, tanto en el sector público como privado, a los usuarios de ambos.
Muchas veces reforma a la salud, se entiende como el establecimiento de un seguro único, que en el fondo, el 7% de todos los chilenos vaya a un mismo lugar. ¿Las recomendaciones del informe van en esa misma línea?
Una de las cosas importantes que ocurrieron en esta comisión, es que a nadie se le pidió que renunciara a cuál es su sueño de largo plazo respecto al sistema. Hay quienes querían un seguro único y hay quienes querían multi seguros. Lo que dijimos es que nadie tiene que renunciar a ellos, sin embargo, nos tenemos que poner de acuerdo en cómo efectivamente resolvemos los problemas de hoy. Esto es algo como decir que uno quiere ir a Puerto Montt y otro quiere ir a Arica, pero nos vamos a poner de acuerdo en cómo llegamos al aeropuerto y por tanto, nadie deja de pensar en lo que estaba pensando, pero todos nos concentramos en cuáles son las necesidades de corto plazo de los próximos uno, dos, tres años.
¿Y cuál es su posición personal respecto al seguro único? ¿Cree que sería bueno que Chile transite hacia eso?
Yo fui director del Fondo Nacional de Salud, lo tengo muy cercano a mí. Creo que es muy difícil pensar en un seguro único para Chile en esas circunstancias y, por tanto, que la gente tenga la alternativa, particularmente cuando uno hace que las isapres cumplan con la seguridad social, eliminen la discriminación, eliminen las preexistencias y las exclusiones y eliminen la declaración de salud… Es poco pensable o deseable tener un seguro único.
Además, quiero decir claramente que el acuerdo al que llegamos no se refiere ni a uno ni a otro modelo. Se refiere a lo que necesitamos resolver hoy para Chile y yo realmente recomiendo que esa sea nuestra posición, en general, en la discusión. Hemos estado entrabados demasiado tiempo respecto a cuál es el sueño que tenemos a veinte, treinta años y hemos postergado las soluciones que necesitamos hoy. Eso no le hace bien a la gente.
Al comienzo mencionaba que la Comisión para la reforma tuvo en cuenta el trabajo de la Comisión anterior, que realizó propuestas en torno a la ley corta de isapres. ¿De qué manera se hizo eso?
Nosotros no tuvimos mandato respecto a pronunciarnos sobre este trabajo. Lo que sí tuvimos en cuenta es que aquí hay una crisis financiera muy importante, que probablemente venía por el modelo de funcionamiento de las isapres de antes, pero que se agudizó con los fallos de la Corte Suprema, tanto en el tema de la tabla de factores como en el GES. Insisto, nosotros no nos pronunciamos ni analizamos las recomendaciones específicas, salvo decir que el trabajo que realizó la Comisión fue muy profundo, muy importante y además en unanimidad, lo que deja la vara muy alta. Pero no lo tuvimos en cuenta. Decir además que aquellas acciones que tomemos para que se dé viabilidad financiera al sistema isapre, pasan porque este venga en plenitud a la seguridad social y cumpla con las obligaciones que tiene en los países que tienen seguridad social, donde participa el sector privado.
La Comisión para la Reforma a la Salud entregó su informe la semana pasada. ¿Cuál cree usted que son las posibilidades de que se tomen en cuenta esas recomendaciones?
Yo quisiera creer que son altas, y por lo siguiente: el nivel de riesgo que hay respecto a un daño muy importante, una dificultad de que siga funcionando el sistema de salud como lo conocemos, es demasiado alto y por tanto, estas recomendaciones ayuda significativamente a poder allanar la conversación para tomar las decisiones que hay que tomar, tanto en el tema de deuda del sistema de isapre, como en el tema de ajustar para el Fonasa y proteger a la gente. Es una conversación que debe tener el Poder Ejecutivo con el Legislativo, respecto a lo que tienen que hacer, pero nosotros estamos optimistas, yo estoy muy optimista y creo que los chilenos nos podemos poner de acuerdo. Nuestra Comisión y la Comisión que dirigieron los doctores Santelices y Cuadrado también así lo demostraron. Ahora, le toca al Ejecutivo y al Legislativo poder conversarlo y ponerse de acuerdo en ese sentido.