En conversación con la primera edición de Radioanálisis, el doctor en Ciencia Política argentino y docente de la Universidad Nacional del Litoral, Sergio Morresi, abordó el ascenso de Javier Milei a la presidencia del país trasandino.
Si bien, el académico no consideró novedoso el discurso inaugural del nuevo jefe de Estado, pero mencionó que “sí sorprendieron algunas cuestiones de la ceremonia de inicio de mandato. Hacer que el Presidente, además de dar un panorama muy aciago, muy terrible respecto a la herencia que lo recibe, aseguró que el dolor de los próximos meses va a ser aún mucho mayor”.
“Anunció como Presidente electo algo que ya venía adelantando, que es que espera que en los próximos meses la situación económica y social siga un camino descendente oscuro y duro en, la espera de que en los próximos años se pueda ir saliendo por un rumbo muy guardado hacia cambiar el estilo y la parte institucional de la Argentina”, expuso.
Por lo mismo, Morresi remarcó que, en ese sentido, Milei “auguró no solo muchos ajustes, sino condiciones durísimas para retomar la senda liberal que no debería haberse abandonado”.
Además, afirmó que, pese a el nuevo gobierno del presidente argentino cuenta con una fuerte base electoral, tiene “muy poco apoyo institucional. Es decir, con muy pocos diputados, con muy pocos senadores, sin ningún gobernador”.
“Por lo tanto, va a verse obligado a tejer una serie de acuerdos importantes, con lo cual no queda del todo claro si el apoyo popular que recibió en las elecciones va a ser suficiente para algo tan profundo como lo que él se propone”, aseveró.
En cuanto a la capacidad de adaptación que pueda tener la ciudadanía argentina en torno a las modificaciones que plantea Milei, especialmente en el sector público, el analista expresó que “Argentina es un país bastante acostumbrado a no soportar estoicamente este tipo de ajustes y el ajuste que promete el Presidente es aún más profundo que el que han intentado otros gobiernos, incluso, con mayor poder institucional. Sin embargo, creo que la situación y la diferencia de votos que ha tenido Javier Milei auguran que, al igual que ha sucedido otras veces, al menos durante los primeros meses va a haber cierta resignación”.
“Por otro lado, si bien es cierto que hay una oposición muy fuerte, tradicionalmente contestataria y abrasativa de este tipo de gobierno, los mismos que ejercieron una oposición al peronismo están hoy sin liderazgos claros, sin una decisión tomada acerca de cómo enfrentar el nuevo período. Entonces, no es del todo claro que ese ánimo contencioso se despliegue desde el inicio, como sí sucedió con el gobierno de Mauricio Macri”, manifestó Morresi.
