Claudio Alvarado y el dilema de Evelyn Matthei: “No estamos en tiempos en los cuales los candidatos puedan darse el lujo de guardarse”

El director ejecutivo del IES relevó lo crucial de establecer un liderazgo en Chile Vamos de cara al éxito de la campaña presidencial y un sello propio. "Tiene que ser capaz de diferenciarse y convocar a los distintos grupos de la oposición", dijo.

El director ejecutivo del IES relevó lo crucial de establecer un liderazgo en Chile Vamos de cara al éxito de la campaña presidencial y un sello propio. "Tiene que ser capaz de diferenciarse y convocar a los distintos grupos de la oposición", dijo.

Varios son los dilemas de la alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei, de cara a su muy probable candidatura presidencial como carta de Chile Vamos. Ya despejada la incógnita de su repostulación al municipio, continúan ahora las disyuntivas en el plano estratégico-electoral.

¿Mantenerse al márgen del debate público o arriesgar su capital político? ¿Apostar por la diferenciación en la oposición? ¿Abrazar el Piñerismo o establecer el “sello Matthei”? Son algunas de las encrucijadas que conflictúan a la coalición. Parte de la militancia pone presión por un despliegue total, mientras que otro sector prefiere resguardar a la alcaldesa del foco de atención, todavía lamentando lo ocurrido con Joaquín Lavín.

En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, el director ejecutivo del Instituto de Estudios de la Sociedad (IES), Claudio Alvarado, abordó los desafíos para Matthei, pero también para Chile Vamos.

– ¿Debe Evelyn Matthei arriesgar su capital político o evitar el desgaste a su figura? 

Ciertamente es plausible pensar que va a existir esa tentación de “no desgastarse”, pero me parece que, bien miradas las cosas, el despliegue cada vez más activo de la probable candidata presidencial de Chile Vamos va a ser indispensable por dos motivos; primero, porque su coalición y los candidatos de su coalición la necesitan.

La elección municipal es fundamental no solamente del punto de vista de las alcaldías que están en juego, sino también considerando que, según cómo sea el resultado esa noche en octubre, el clima político puede cambiar en un sentido o en otro. Entonces, pensando en el propio futuro de Chile Vamos y de la propia candidatura probable de Evelyn Matthei se vuelve bastante claro que su coalición la necesita y que se despliegue cada vez más.

No estamos en tiempos en los cuales los candidatos se puedan dar el lujo de, como se dice coloquialmente, guardarse. Ya lo vimos en el ciclo presidencial anterior que los candidatos que están bien aspectados en las encuestas con cierta anticipación a los comicios presidenciales no son necesariamente los que terminan llegando a la papeleta. En su minuto se daba por hecho de que iba a haber una disputa entre Daniel Jadue y Joaquín Lavín, y lo cierto es que ninguno llegó a la elección presidencial, lo que eso sugiere es que los candidatos no tienen en ningún caso asegurado el hecho de estar ahí por más de que estén bien posicionadas en las encuestas.

Entonces, me parece, a la luz de esta segunda consideración que también pensando en la propia candidatura de Evelyn Matthei, ella tiene que hacer cosas para mantenerse arriba en las encuestas porque nada asegura, en el caso de que optara por la estrategia de no desgastarse, nada asegura de que se vaya a mantener ahí. Así que yo creo que mirados desde ese segundo ángulo también el despliegue se vuelve relevante y me da la impresión de que la propia alcaldesa lo ha entendido, porque si uno mira lo que fue la última semana, ella estuvo presentando este plan de los partidos de Chile Vamos, este inicio del despliegue programático en ese acto del día sábado, luego ha ido a varias entrevistas entre domingo y lunes. Ella misma va comprendiendo de que hoy día, raya para la suma, el guardarse, el reservarse no va a ser opción para ella.

– ¿Debe Evelyn Matthei ocupar un rol articulador de cara a las municipales? ¿Es compatible ese rol con sus expectativas de ser candidata presidencial?

Históricamente en Chile lo que termina ocurriendo es que los liderazgos de cada coalición terminan jugando un doble papel, son candidatos, eventualmente después presidentes si es que terminan imponiéndose y, al mismo tiempo, se transforman de facto en jefe de coalición, y me parece que una de las cosas que más necesita hoy día Chile Vamos, la oposición en general, no solo Chile Vamos, es liderazgo, es conducción.

En ese sentido, ambos roles no solo son complementarios, sino que hoy en día se exigen mutuamente porque, de lo contrario, lo que se va a observar es una coalición sin liderazgo y eso atenta contra la propia candidatura de Evelyn Matthei.

– ¿Gana Matthei al hacer eco de la contingencia? Considerando el “fantasma Lavín”. 

Inevitablemente va a tener que responder a la coyuntura por todo lo que decíamos anteriormente, pero, desde luego, eso es insuficiente. O sea, lo que va a tener que lograr hacer Evelyn Matthei y Chile Vamos en su conjunto, si es que quiere continuar bien posicionada, es ir generando de la mano de su coalición propuestas alternativas de modo que la ciudadanía vaya conociendo paulatinamente en qué consiste no solamente a nivel de figura, sino de proyecto, el liderazgo de Evelyn Matthei como eventual candidata presidencial y las preguntas me parece que son bastante obvias.

Chile tiene una inquietud clara en materia de seguridad, delincuencia, orden público, lucha contra el narcotráfico. Bueno, ¿qué se plantea hacer al respecto? Chile tiene un problema de estancamiento económico, ¿cómo se va a reactivar la economía?, ¿cómo se va a volver a crecer? Y así, me parece que responder a la coyuntura es parte de su rol, pero la clave va a estar en que no se quede solo en eso, sino que sea capaz de ir delineando, de la mano de sus equipos, proyectos y propuestas alternativa que hagan creíble que un eventual gobierno de la oposición y, en particular, de Chile Vamos, sería mejor para la vida cotidiana de las personas.

– ¿Puede jugarle en contra sus giros discursivos en torno al CAE y pensiones?

Ciertamente va a tener que prepararse para ese escenario porque una de sus principales ventajas o atributos, cual es el hecho de tener experiencia y una trayectoria destacada, que me parece que es parte de lo que subyace a su buen lugar en la encuestas, el hecho de contar con esa trayectoria y con ese liderazgo en un contexto en el que Chile demanda certezas, ese lado tiene otra cara de la moneda que es, como lleva tantos años en política, frente a casi cualquier tema relevante en la discusión pública, es posible que aparezcan opiniones, planteamientos, cuñas que vayan en un sentido distinto a lo que dice hoy en día o que, no siendo así, de todos modos sean incómodos.

Los equipos que la acompañan debieran tomar como una especie de alerta de modo tal de estar preparada para ser capaz de explicar donde ha cambiado de opinión ¿por qué lo ha cambiado? Que sea capaz de dar razón de eso y donde, aún sin haber cambiado de opinión, haya dicho cosas que hoy día no se comprenden, ser capaz también de narrarlo y explicarlo bien.

Me parece que ella goza hoy en día de un grado alto de credibilidad y, por tanto, eso es un plus que debiera aprovechar a la hora de explicar o narrar cuando sea necesario.

– Hoy hay un aspecto amplio de oposiciones al Gobierno. Se habla de “las derechas” y republicanos surge como el gran contendor de Matthei, ¿debería apostar por la diferenciación o el respaldo?

Efectivamente es correcto hablar de las derechas. Es correcto y es una pluralidad, una relativa diversidad dentro de lo que es hoy día la oposición que hay que tomar como un dato de la causa, que hay que saber conducir y administrar. En ese sentido, Evelyn Matthei tiene que ser capaz, si quiere ser exitosa en su campaña, en su aventura presidencial, tiene que ser capaz de al mismo tiempo diferenciarse, por supuesto que tiene que tener sus proyectos y alternativas, pero al mismo tiempo de ser capaz de hablarle y de convocar a los distintos grupos de la oposición.

En la oposición subyacen corrientes liberales, conservadoras, social cristianas, corrientes que tienen más aprecio e identificación con lo que fueron los gobiernos del expresidente Piñera y otras menos. Ella tiene que ser capaz de articular todo eso y hablarle a los distintos mundos. Si es que ella no es la candidata y no es capaz de hablarle a toda la oposición, tarde o temprano va a tener un problema. De modo tal que yo tomaría esa relativa diversidad, esa pluralidad en la oposición como un dato que ella pueda transformar sin duda en un atractivo.

Chile Vamos está en posición de, así como en su minuto lo hizo la concertación hacia las izquierdas, transformarse en el ente articulador hacia las derechas y eso exige mucho talento político, mucha capacidad programática, pero también que desde la propia candidatura se le hable a los distintos públicos en sus mensajes, en los énfasis que se pone, en las palabras que se utilizan y, en cambio, si es que eso no se hiciera, si es que la lógica fuera concentrarse solo en un determinado mundo o en un conjunto muy acotado de banderas dentro de la oposición, la consecuencia natural, y esto ya lo vivió Chile Vamos en la anterior candidatura presidencial, es que los partidos y los distintos grupos se empiezan a desafectar, tal como en su minuto le ocurrió al candidato (Sebastián) Sichel. Ahí también hay otra campana de alerta respecto de lo que no hay que hacer y hay que sacar las lecciones del pasado.

– Se habló de que debiese consolidarse como heredera del Piñerismo, pero ¿hay un sello Matthei o está en construcción?

Ella tiene que construirlo, por supuesto que tiene una trayectoria muy destacada. Ha ocupado prácticamente todos los lugares y cargos de la política chilena. Ha estado en la Cámara Baja, fue senadora, fue ministra, es alcaldesa, o sea ella tiene su trayectoria, su lugar y su carisma, pero desde el punto de vista de un liderazgo presidencial por supuesto que está en construcción y ella tiene que ser capaz de dotarla de sello propio, tomando todo aquello que sea conveniente y razonable tomar de lo que fueron las experiencias de los gobiernos anteriores del expresidente Piñera, pero también, y me parece que esto es una responsabilidad de ella y de Chile Vamos, estando dispuestos a hacerse la pregunta ingrata de qué es lo que se puede mejorar, qué cosas se hicieron mal.

Hay que hacer el inventario de lo que fueron los gobiernos anteriores por ingrato, por incómodo que sea, porque así como hubo momentos luminosos en los gobiernos del presidente Piñera, de cara a lo que es la centro derecha actual, también hay cosas que obviamente no se hicieron bien y ahí Evelyn Matthei puede sacar lecciones de cara a la construcción de su sello propio y de cara a lo que sería un futuro gobierno si es que las cosas determinan resultando bien a su candidatura. Ya lo vimos en el pasado, ganar elecciones es muy difícil pero tanto más difícil es ofrecerle gobernabilidad al país.

De modo tal que yo no creo que ella esté llamada en ningún caso a replicar o imitar o identificarse en todo con los gobiernos del expresidente Piñera, sino más bien a ser capaz de liderar desde Chile Vamos un ejercicio en el que se haga el inventario, se recoja aquello que corresponde y también se aprenda de los errores cometidos.





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