La extrema derecha avanza en Europa, pero hay situaciones contrastadas

Francia, donde el presidente Macron decidió disolver la Asamblea Nacional, es el país más afectado por el auge de la extrema derecha, pero hay casos que contrastan, por ejemplo, en los países escandinavos y Hungría.

Francia, donde el presidente Macron decidió disolver la Asamblea Nacional, es el país más afectado por el auge de la extrema derecha, pero hay casos que contrastan, por ejemplo, en los países escandinavos y Hungría.

Alemania: voto castigo para Scholtz

Los socialdemócratas alemanes nunca habían obtenido un resultado tan bajo en una elección a nivel nacional desde la posguerra. Sin embargo, la foto del canciller Olaf Scholz estuvo en numerosos afiches del SPD. Este fracaso -el 14%- es también el suyo. Los dirigentes del partido están amargados, pero quieren evitar ajustes de cuentas. En términos más generales, la muy impopular coalición de gobierno ha sido castigada. Los Verdes, que obtuvieron un resultado histórico en las últimas elecciones europeas de 2019, han perdido el 40% de sus electores. Los liberales se mantienen estables. A la coalición de Scholz, debilitada y desgarrada, aún le quedan 15 meses, informa nuestro corresponsal en Berlín, Pascal Thibaut.

Los democristianos están muy por delante, con un 30% de los votos, y tienen casi tantos votos como los tres partidos del gobierno. Anoche, el Secretario General de la CDU declaró que Olaf Scholz ya no tenía la legitimidad necesaria para gobernar el país y que debía plantearse el tema de la confianza.

La extrema derecha no obtuvo el resultado esperado a principios de año, pero ha pasado del 11% al 15% en un año, a pesar de los escándalos y líos que han tenido lugar durante la campaña. El partido encabeza los resultados en el este del país, donde se votará en tres regiones en septiembre, una posición que espera mantener de aquí hasta entonces.

Austria: la extrema derecha se proyecta en las legislativas de septiembre

El partido de extrema derecha austriaco FPÖ se impuso en las elecciones europeas con algo más del 25% de los votos, informa la corresponsal de RFI en Viena, Isaure Hiace. Se sitúa así por delante de los conservadores (24,7%), los socialdemócratas (23,3%), los Verdes (10,9%) y el partido liberal Neos (10,1%). El FPÖ sube más de 8 puntos respecto a su resultado de 2019 (de las últimas elecciones europeas) y ya piensa en las legislativas de septiembre próximo.

Mientras que los dos partidos gobernantes, los Conservadores y los Verdes, sufrieron pérdidas, con los Conservadores perdiendo casi 10 puntos en comparación con 2019, el FPÖ salió victorioso de estas elecciones europeas. Durante la campaña, siempre que tuvo la oportunidad, el partido de extrema derecha culpó y criticó a la Unión Europea.

Según Harald Vilimsky, cabeza de lista del FPÖ, esta retórica terminó por atraer a los electores. Para él, el resultado del domingo es el primero de muchos éxitos. “Cuando oigo declaraciones en el sentido de que una gran mayoría de austriacos ahora quiere más y más Europa, creo que algunos no están sacando la conclusión correcta del resultado de estas elecciones. Yo interpreto nuestros resultados como un mandato para seguir defendiendo nuestro modelo rojiblanco en Bruselas, repatriar competencias a Austria y permitir más democracia directa. Ahora tenemos un electorado importante, y no sólo electores que nos votaron a corto plazo. Puede que algunos lo hayan hecho para protestar contra el Gobierno, pero creo que la gran mayoría tiene grandes esperanzas puestas en nosotros”.

El FPÖ ya ha puesto la mira en las elecciones parlamentarias, previstas para el próximo septiembre, con la esperanza, una vez más, de salir vencedor. Y eso es lo que pronostican las encuestas desde hace varios meses.

Estados bálticos: las fuerzas políticas tradicionales resisten

No hubo grandes sorpresas en los Estados bálticos en cuanto a los resultados de las elecciones europeas: entre los tres países suman 27 escaños en el Parlamento Europeo. Las fuerzas políticas tradicionales ganaron las elecciones, informa nuestra corresponsal regional Marielle Vitureau. La baja participación, especialmente en Lituania (28%), ha sido la gran sorpresa de estas elecciones.

Los tres países bálticos enviarán al Parlamento Europeo una mayoría de conservadores y socialdemócratas, todos ellos eurodiputados con una larga experiencia en Bruselas y Estrasburgo. No ha habido ningún avance de partidos situados en una derecha radical, ni de los abiertamente prorrusos. El Partido Progresista, recién llegado a la escena política letona, hizo su entrada en el Parlamento Europeo. Los letones también enviaron al Parlamento a Reinis Poznaks, Europeo del Año en 2022. Este empresario ha organizado un convoy de vehículos para Ucrania a través de la red Twitter. En Lituania, uno de los once eurodiputados será Petras Grazulis. Este político fue destituido hace un año por votar en lugar de otros eurodiputados, por lo que quedó inelegible durante diez años, sin que por ello se le impidiera ser elegido al Parlamento Europeo.

España: empate entre conservadores y socialistas

Las elecciones en España se han caracterizado por una ajustada victoria del Partido Popular (conservador) sobre los socialistas. Los populares obtuvieron 22 escaños frente a los 20 de los socialistas, mientras que el partido de extrema derecha Vox duplicó su resultado, pasando de 3 a 6 diputados. Sorprendentemente, una nueva formación anti-partido llamada «se acabó el partido» entró en el Parlamento Europeo con tres escaños, informa nuestra corresponsal en Madrid, Diane Cambon.

No se trate pues de una hecatombe para la izquierda, ni una victoria aplastante para los conservadores, como había pronosticado el líder de la derecha, Alberto Feijoo. Aunque el voto de sanción contra el gobierno de Pedro Sánchez no llegó a producirse, no cabe duda de que la derecha española gana terreno. El Partido Popular obtuvo dos diputados más que el Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Ha sido una victoria ajustada, pero que la derecha considera un éxito. Tras los resultados, la Secretaria General del Partido Popular, Cuca Gamarra, se felicitó por la victoria. “Nuestro objetivo era ganar las elecciones europeas y lo hemos conseguido. Lo hemos hecho dejando un mensaje muy claro: el discurso del miedo no funciona en España, el discurso de la fractura es ya historia antigua para los españoles y el egoísmo del populismo no sirve a nuestro país”.

Para Pedro Sánchez, es probable que este resultado haga aún más frágil su ya inestable mandato, entre otras cosas por sus aliados catalanes, que deben formar un gobierno regional en breve. Sin embargo, es poco probable que el líder de la izquierda convoque elecciones generales anticipadas, como le gustaría a la derecha, aunque durante el resto de su mandato tendrá que jugar al equilibrista más que nunca.

Portugal: victoria socialista

En Portugal, el Partido Socialista ganó las elecciones europeas con el 32,1% de los votos, por delante de la Alianza Democrática (AD) del Gobierno, con el 31,12%. Una característica importante de las elecciones en este país fue el declive del partido de extrema derecha Chega, que sin embargo entró en el Parlamento con dos eurodiputados. Ese partido, que había pronosticado un “maremoto”, tendrá que conformarse con dos eurodiputados en el nuevo Parlamento Europeo. André Ventura, líder de Chega, admitió su derrota ante nuestra corresponsal en Lisboa, Marie Line Darcy: «Chega no logró sus objetivos, y yo soy responsable de ello. Pero a partir de mañana atacaremos para ganar y llegar a ser gobierno en Portugal”.

Para AD, la Alianza Democrática del gobierno, es un fracaso limitado, pero fracaso al final de cuentas, pues fue superado por el Partido Socialista. El Primer Ministro, Luis Montenegro, aceptó su derrota. “El objetivo de la AD en todas las elecciones es ganar por un voto a cualquier otro partido. Y como líder de la coalición acepto nuestro fracaso”. También destacó el pobre resultado de Chega: “Estamos asistiendo al ascenso de la extrema derecha en varios Estados miembros de la Unión. Por eso felicito al pueblo portugués por seguir siendo un referente de los valores fundacionales de la Unión Europea”.

Por último, los ultraliberales también entraron en el Parlamento Europeo con dos eurodiputados. El índice de abstención fue del 62,4%.

Escandinavia: los escandinavos nadan a contracorriente del continente

Suecia, Dinamarca y Finlandia sólo envían 49 diputados de los 720 que componen el Parlamento Europeo. Pero a diferencia del resto del continente, más de la mitad de sus representantes electos se unirán a los bancos de la izquierda en el hemiciclo de Estrasburgo. Es la gran sorpresa de estas elecciones europeas en los países nórdicos, en las que la extrema derecha (en el poder en Finlandia y Suecia) sufre sus primeras derrotas, informa nuestra corresponsal regional Carlotta Morteo.

El estallido de júbilo de los activistas verdes fue sin duda lo más destacado de la noche electoral en Suecia. Los Verdes, terceros con el 13,8% de los votos, por detrás de los partidos tradicionales, socialistas y conservadores, se impusieron a los nacionalistas Demócratas Suecos, a pesar de que los sondeos habían pronosticado que quedarían segundos. Una señal de que la lucha contra el cambio climático sigue siendo una prioridad para los suecos. Y una dura derrota para la extrema derecha, que pierde terreno por primera vez.

El partido xenófobo Verdaderos Finlandeses, que forma parte de la coalición de derechas en el poder, perdió la mitad de su electorado y quedó en 6º lugar, mientras que la Alianza de la Izquierda dio la sorpresa al quedar 2ª, por delante del Partido Socialista, con el 17,3% de los votos.

En Dinamarca, la gran coalición centrista de la Primera Ministra Mette Frederiksen fue castigada por los votantes de izquierda: los rojiverdes, bajo la bandera del Partido Socialista Popular, se convirtieron por primera vez en la primera fuerza política del país.

Hungría: Fidesz retrocede

En Hungría, el Fidesz, el partido de derecha radical del Primer Ministro nacionalista Viktor Orban, se impuso en las elecciones europeas, pero sufrió un claro revés, informa Florence Labruyère, nuestra corresponsal en Budapest. Se trata de un resultado inesperado para el Primer Ministro húngaro, que había anunciado “elecciones históricas” y pronosticado una amplia victoria de su partido, que reina sin oposición desde hace 14 años. “Hemos ganado”, se felicitó Viktor Orban. Su partido, el Fidesz, quedó en primera posición con el 44% de los votos. Un resultado que daría envidia a muchos partidos europeos, pero que es una bofetada en la cara: el Fidesz había obtenido resultados mucho mejores (52%) en las anteriores elecciones europeas. De hecho, perdió dos escaños en el nuevo Parlamento Europeo, pasando de 13 a 11 eurodiputados.

Peter Magyar, gran sorpresa de las europeas en Hungría © facebook / Peter Magyar.

Peter Magyar, gran sorpresa de las europeas en Hungría © facebook / Peter Magyar.

Lo que explica este cambio en el paisaje político en ese país fue la sorprendente entrada de Peter Magyar en la escena política. Este ex alto funcionario, que lanzó su partido hace tres meses, ¡obtuvo el 30% de los votos! Peter Magyar se llevó sobre todo los votos de la oposición de izquierdas. Pero también captó a votantes de la derecha decepcionados con el gobierno. Es, pues, un trueno en el cielo sereno de Viktor Orban, quien debe estar preocupado para las próximas elecciones al Parlamento húngaro, dentro de dos años.





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