A raíz del fallo en el llamado “caso Pío Nono”, surgen nuevamente críticas hacia los procesos judiciales. Una tendencia de arremeter contra Fiscalía, en particular, cada vez más al alza en un momento donde el Poder Judicial está en tela de juicio por sus procedimientos.
En diálogo con la primera edición de Radioanálisis, el abogado y académico de la Universidad Diego Portales, Cristián Riego, opinó que dicho poder del Estado enfrenta una crisis de deslegitimación. “Tiene que ver con la deslegitimación del sistema de justicia como un sistema que provee decisiones neutrales. Ese valor que aporta el sistema de justicia, hoy parece que ni el sistema político ni la sociedad lo valora”, comentó.
“Ya que ambos quieren que sus causas ganen, obtener decisiones favorables. Y en cuanto no se produce ese efecto, a lo que proceden es a criticar al sistema de justicia como si este hubiese incumplido su rol al no entregar ese resultado”, complementó Riego y señaló que es una tendencia que se ha extendido por el mundo.
En ese sentido, el abogado abordó el rol del Ministerio Público, especialmente en los casos que no tuvieron las suficientes pruebas para llegar a una condena. “La Fiscalía está para formular las acusaciones, para perseguir los delitos y el sistema asume que el Ministerio Público al hacer eso probablemente va a cometer errores”, explicó.
“Y para corregir esos errores, existe un sistema de chequeo de lo que dice Ministerio Público que es el juicio. Donde la defensa puede cuestionar al Ministerio Público y éste se ve obligado a presentar sus pruebas, que van a ser analizadas con una serie de instrumentos para determinar su real valor. En ese contexto, su rol es presentar aquellos casos que tengan algún grado importante de plausibilidad y no se puede reprochar que algunos casos los pierda porque así está hecho el sistema”, detalló Cristián Riego.
En el “ caso Pío Nono”, el académico aseguró que habían “discrepancias profundas en la sociedad producto de los prejuicios de cada uno”. “Había quienes sostenían que esto era un intento de homicidio cometido por un policía abusivo y otros que decían que era un ataque de grupos políticos contra un policía honesto que trataba de controlar el orden público. Ambas perspectivas sin conocimiento real del caso”, criticó Riego sobre las repercusiones del caso, remarcando que el sistema de justicia “cumplió bien su rol”.
“El fiscal llevó el caso a juicio, era un caso que tenía mucha plausibilidad, habían videos, testigos, la propia víctima afirmaba haber sido empujada. Pero en el juicio el caso se desdibujó un poco. La propia víctima no fue demasiado consistente en sus declaraciones. Era difícil de interpretar realmente el comportamiento del policía. Y el caso se perdió”, reflexionó Riego.
“Uno diría que es un caso ejemplar de cómo el sistema debe comportarse para producir una decisión legítima, aceptable para todo el mundo. Sin embargo, lo que ha habido más bien es un rechazo al comportamiento del fiscal y por algunas decisiones de los jueces. Lo que ejemplifica bien este efecto de incomprensión de cómo debe funcionar un sistema de justicia y qué debe producir. En este caso actuó razonablemente bien”, afirmó tajante el especialista.