Cristóbal Bellolio: "La gracia de la democracia es cuando más que ser leal a los colores de tu camiseta, tú eres leal a las reglas del juego"

El autor de "La era del pesimismo democrático" destacó la visión “antiautoritaria” del Presidente Boric. En ese sentido, expuso que a pesar de los resquemores de la élite empresarial y política, demostró "ser un defensor de la democracia liberal".

El autor de "La era del pesimismo democrático" destacó la visión “antiautoritaria” del Presidente Boric. En ese sentido, expuso que a pesar de los resquemores de la élite empresarial y política, demostró "ser un defensor de la democracia liberal".

El profesor en Teoría Política de la Escuela de Gobierno de la Universidad Adolfo Ibáñez, Cristóbal Bellolio, conversó en Política en Vivo sobre su libro “La Era del Pesimismo Democrático”. En la obra, el académico aborda la tensión entre la democracia y el liberalismo que cuadra con populismos provenientes de derecha e izquierda.

Según Bellolio, “hay una parte importante de la literatura especializada que sostiene que el populismo no es necesariamente antidemocrático, sino que sería una especie de democracia con esteroides, una exaltación democrática, en el sentido de que la voluntad del pueblo se manifieste de la forma menos constreñida, menos limitada posible y las democracias liberales usualmente tienen un elemento que está permanentemente limitando esa voluntad popular cuando es muy voraz”.

“La patita liberal de este componente llamado democracia liberal curiosamente está ahí para limitar el componente democrático, entonces desde ese punto de vista conceptual es que muchos dicen que el populismo no es necesariamente una amenaza para la democracia per sé, sino para un tipo de democracia que es al que estamos acostumbrados desde el 90′ a la fecha: la democracia liberal”, dijo.

Respecto al mínimo para las democracias que sería el tener elecciones periódicamente, el académico respondió que “ese mínimo sostiene que los gobernados tienen que elegir a sus gobernantes en elecciones libres y competitivas”.

“Yo no creo que lo ocurrido en Venezuela caiga ni siquiera en ese mínimo, pero el caso más interesante podría ser El Salvador donde (Nayib) Bukele no respeta los derechos humanos de las pandillas y eso obviamente a la gente que está preocupada de poder salir a la calle con tranquilidad no parece preocuparle mucho, pero además viola la Constitución de su país que le pone un contrapeso liberal a la voluntad del pueblo porque le dice a la gente ‘ustedes no pueden elegir al mismo indefinidamente'”, expuso.

“Eso pone a la Constitución como un contrapeso a la concentración del poder y Bukele dice: ‘Si el pueblo quiere que yo vaya nuevamente, voy a buscar el resquicio legal que me permita hacerlo’. Y, en ese sentido, Bukele no es muy distinto de lo que han hecho otros gobernantes de la región de signo contrario“, agregó.

En ese sentido, Bellolio cuestionó: “¿Cuántas violaciones de la democracia liberal tienen que acumularse para que ya estemos hablando derechamente de que no hubo ni siquiera elecciones libres y competitivas? Si es que tú metes a tu principal adversario a la cárcel, si no permites que la prensa haga su pega, si cooptas todas las instituciones que supuestamente debiesen estar ahí para contrapesar tu poder, ¿podemos hablar de una democracia aunque sea en un sentido minimalista o ya estamos en el terreno del autoritarismo?”.

Sobre las diferentes interpretaciones que suscita -a nivel local- el término “dictadura“, donde una parte del Partido Comunista chileno niega que Venezuela sea un régimen con estas características, académico indicó que “puede que Lorena Pizarro (diputada PC) tenga razón si es que para ella dictadura es solamente lo que ocurre bajo ciertas condiciones que ella determinará que concurrieron en el caso de la dictadura chilena, pero más allá de la cuestión conceptual yo le preguntaría ¿es normativamente deseable vivir en un régimen político como el de Venezuela? Y probablemente ella diga que no, si es que realmente es demócrata en el sentido minimalista”.

“La gracia de la democracia es cuando tú más que ser leal a los colores de tu camiseta, que son las ideas, el partido, la visión de país que representas, tú eres leal a las reglas del juego, por supuesto que tú quieres que siempre tu equipo gane, pero si encuentras más importante que tu equipo gane a que se respete las reglas del torneo, entonces no eres un demócrata (…). Yo creo que un verdadero demócrata, y en eso el Presidente (Gabriel) Boric es un buen ejemplo, es el que considera que las reglas del torneo son más importantes a que gane el color de tu camiseta”, señaló.

Consultado por la postura del Mandatario respecto a las democracias, el analista comentó que Boric siempre ha tenido una visión “antiautoritaria” y que si bien “había parte importante de la élite empresarial, política, cultural chilena que pudo haber visto en la emergencia de este nuevo elenco político que se reeditaba la experiencia chavista o bolivariana”, por el contrario, “el Presidente ha demostrado ser un defensor de la democracia liberal, de las instituciones de la democracia liberal, en términos de judicatura independiente, prensa libre, órganos del Estado”.

“El Presidente perdió un plebiscito y se comió el resultado, trató de leer lo que se decía y a partir de eso hizo un cambio de gabinete”, mencionó Bellolio.

Revisa la entrevista completa acá:





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