Indignación ha causado el inicio del proceso de pago de la deuda de las isapres con sus usuarios. Principalmente porque las aseguradoras dividieron la devolución en numerosas cuotas, que dejaron a algunos afiliados recibiendo menos de mil pesos al mes.
En conversación con la primera edición de Radioanálisis, el médico internista y magíster en Salud Pública, Juan Carlos Said, se refirió a los cuestionamientos a la Ley Corta de Isapres, legislación que, recordemos, viabilizó el fallo de la Corte Suprema y que pretendía evitar el colapso del sistema privado de salud. A juicio del especialista, la norma se trató de una solución “parche”, en medio de una falta de acuerdo por avanzar en una reforma estructural.
“Lo que nuestro sistema de salud necesita es una reforma de fondo del sistema de financiamiento, que implica avanzar hacia un seguro nacional de salud que integre prestadores públicos y privados, que tenga seguros complementarios que funcionen con Fonasa. Esa es la reforma que sería más eficiente o más adecuada para mejorar la equidad y la calidad del financiamiento, pero desgraciadamente no hay un acuerdo respecto a reformas de fondo y lo que se aprobó fue una ley parche, que lo que hizo fue darle un poquito de oxígeno al sistema de isapres”, estimó.
“Como muchas cosas que a veces suceden producto de legislar con apuro o legislar pensando en el corto plazo, se aprobó un parche y eso es lo que estamos viendo ahora, los efectos de una solución a medias”, insistió.
El experto en salud pública además abordó la pugna que se ha desatado entre el Gobierno y el Congreso. Mientras que el Ejecutivo ha apuntado a los cambios que se introdujeron a su proyecto original de Ley Corta, los parlamentarios han dirigido sus dardos a la Superintendencia de Salud, pues fue ese organismo el que aprobó los planes de pago de las isapres.
En ese escenario, Said acusó que “hay una especie de amnesia colectiva, en que parece que nadie votó”, pero enfatizó en que ahora lo más apremiante es salir de la discusión sobre las isapres.
“Los diputados y senadores deberían estar concentrados en legislar para el 82% del país que cotiza en Fonasa, que experimenta listas de espera, que necesita urgente un sistema de salud y financiamiento público que sea más moderno, que sea independiente del ciclo político, que tenga mecanismos de pago más eficientes, que entregue mejor cobertura, que se empodere en defender a los pacientes y que no sea simplemente un seguro de salud que pasa recursos del Estado a los hospitales, pero que no exige, que no fiscaliza. Seguimos y seguimos conversando acerca de las isapres y nos olvidamos que la gran mayoría de los chilenos está en Fonasa”, observó.
En esa misma línea, el médico recordó que “la última reforma significativa al sistema de financiamiento de salud fue el GES hace 20 años”, e instó a los parlamentarios a trabajar en temas como la mejora en la gestión de los hospitales y las licencias médicas.
“En los últimos dos años se perdieron el equivalente a tres hospitales del Salvador en licencias médicas fraudulentas. Licencias médicas que le están costando hoy en día a Fonasa 66% de la cotización del 7%, dos de cada tres pesos del 7% que aportan las personas a Fonasa, va a pagar licencias médicas y un porcentaje de ellas son licencias fraudulentas”, indicó.
Así, Said señaló que “efectivamente Fonasa y el sistema de licencias médicas tienen grandes espacios para reformas, grandes lugares donde se pueden buscar más eficiencia. Deberíamos enfocarnos en esas cosas”.