En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, el investigador en Fundación Sol, Marco Kremerman, manifestó sus impresiones respecto a las indicaciones de la reforma de pensiones acordada entre la Comisión de Trabajo del Senado y el Gobierno este miércoles.
El especialista en Ciencias Económicas y Administrativas señaló que “hay mucha confusión de lo que se acordó entre Chile Vamos y el Ejecutivo“. En ese sentido, puso en duda “si efectivamente esta reforma hace algo interesante para los pensionados y pensionadas de Chile“.
El Gobierno presentó en noviembre de 2022 una reforma que tenía como objetivos mejorar las pensiones actuales y futuras, valorar el trabajo personal, fortalecer la libertad de elección de los afiliados, crear un sistema mixto, incorporar el aporte de los empleadores y dejar atrás el sistema extremo.
No obstante, según el paquete de indicaciones presentado, el porcentaje que traspasa el empleador a sus trabajadores aumentará a un 7%, lo que consigna que un 4.5% va directo a las cuentas individuales administradas por las AFP. Algo muy distinto a lo que originalmente se pensó.
“Aquí el negocio para la AFP en el corto plazo aumenta un 45%, pasa de administrar de un 10% a un 14,5%, de hecho, se va más allá de lo que el Gobierno del presidente (Sebastián) Piñera proponía después del estallido, que era 3 y 3″, afirmó Kremerman.
Sobre la posibilidad de mejorar las tasas de reemplazo a cifras superiores al 70%, el economista señaló que en los sectores donde las pensiones más bajas se supera ese porcentaje. Lo anterior, “se hace principalmente por el propio aporte de las personas a través del pago de impuestos generales. La PGU vino a elevar las tasas de reemplazo e invisibilizar el problema de las exiguas pensiones que entrega el sistema”.
“Si le echamos toda la bencina al sistema, como decía su gestor José Piñera, toda la bencina al Mercedes, las personas que hayan cotizado entre 35 o 40 años, prácticamente toda su vida laboral, hoy día la mitad de esas personas que se jubilaron el año pasado están sacando menos de un tercio del salario que ganaban. En el caso de las mujeres, menos de un cuarto“, añadió.
En este contexto, planteó: “¿Por qué no se cuenta con un sistema público de pensiones? Incluso puede tener algún complemento de otros pilares directamente (…) en vez de tener un sistema privado completamente subsidiado por el Estado y que en 10 o 15 años más va a necesitar cada vez más plata”.
El investigador de la Fundación Sol se mostró inconforme con los puntos del acuerdo y señaló que básicamente la PGU y las AFP “ayudan con unos poquitos pesos, a pesar de que administran 190 millones de dólares“.
