Medio millón de personas se reunió ayer en Barcelona para reclamar una consulta independentista, justo unos días antes de que Escocia enfrente su propio plebiscito.
Por tercer año consecutivo, las asociaciones independentistas movilizaron a los catalanes con ocasión de la Diada, el día grande de la región, formando una gigantesca V de Votar en dos céntricas avenidas de Barcelona, que se tiñen de los colores rojo y amarillo de la bandera catalana.
Más de medio millón de personas se inscribieron en la manifestación promocionada con el lema “Llenemos las calles para llenar las urnas”. Más de 15.000 buses llegaron a la ciudad con manifestantes de otros puntos de la región.
En 2012, una inmensa manifestación en Barcelona precipitó la puesta en marcha del proceso de autodeterminación. En 2013, una cadena humana independentista de 400 kilómetros forzó al gobierno catalán a fijar la fecha de la votación en el 9 de noviembre.
Desde horas antes de la manifestación, miles de personas con banderas secesionistas y camisetas con el lema “Ahora es la hora” llenaban Barcelona, mientras algunos músicos hacían sonar las grallas, una flauta típica catalana, y grupos de “castellers” construían inmensas torres humanas tradicionales en la región.
Esta Diada marca el 300 aniversario de la caída de Barcelona en manos de las tropas del rey español Felipe V en 1714 durante la guerra de Sucesión española, que puso fin a la autonomía de la región.