El fenómeno conocido como “sobregiro ecológico” consiste, fundamentalmente, en un agotamiento anticipado de los recursos naturales producidos por el planeta. Significa, en otras palabras, que usamos más recursos de los que el planeta produce cada año.
El director de WWF Chile, Ricardo Bosshard, explica que “si yo tengo un sueldo y se me acaba diez días antes, la única opción que me queda es pedir plata. En este caso, le pedimos planeta a las generaciones futuras, porque estamos usando más de lo que deberíamos”.
En términos sencillos, el análisis midió, por un lado, la capacidad del planeta para sostener la vida del ser humano en él (la llamada biocapacidad) y, por otro, la huella ecológica o el impacto de los seres humanos sobre el planeta.
Los resultados del estudio mostraron que con el ritmo actual la humanidad requeriría de un planeta y medio para vivir. El sobregiro a nivel mundial, calculado en base a un promedio de todos los países estudiados, habría ocurrido durante el mes de octubre.
El aumento en las temperaturas de la tierra, la deforestación de los bosques y la explotación de los recursos marítimos son algunas de las consecuencias más concretas de este fenómeno.
El Estado como garante
Patricio Vallespín, diputado miembro de la Comisión de Medio Ambiente, descartó que una iniciativa legal pueda revertir el sobregiro ecológico: “Hay un cambio de consciencia en los consumidores que tenemos que ir gestando. Por tanto, yo diría que enfrentamos un conjunto de desafíos que no se hacen con un proyecto de ley en particular, sino que con una actitud distinta respecto al desarrollo sustentable”.
Consultado por el rol del estado en esta materia, el diputado Vallespín reconoció las falencias de las autoridades.
“Es fundamental el rol del Estado y creo que no hemos sido lo suficientemente promotores. Ahora, en el marco de la Reforma Educacional, obviamente que tiene que estar presente el tema de la sustentabilidad y el respeto al medio ambiente. Hasta ahora son temas que hemos postergado demasiado. La toma de consciencia pasa por una actitud individual, sin duda, pero tiene que ser detonada por el Estado en su condición de garante de los recursos naturales, tal y como lo dice la Constitución”.
El sobregiro ecológico de Chile coincidió con el inicio de la Cumbre del Clima de París, reunión internacional de naciones que busca alcanzar un histórico acuerdo que permita contrarrestar los dramáticos efectos del cambio climático en el mundo.
Reducir las emisiones mundiales de CO2 y otros gases de efecto invernadero son los ejes centrales que se discutirán hasta el 11 de diciembre en la ciudad francesa.
Se espera que el informe emanado por la cumbre de París pueda ser ratificado por todos los países del mundo, a diferencia de lo que ocurrió en el año 1997 con el Protocolo de Kioto, donde importantes naciones contaminantes, como Estados Unidos, no se adscribieron.