La administración del Estado por parte del Gobierno de la derecha política y económica se ha vuelto peligrosamente despótica. Para evitar que esta escalada autoritaria comience a violar nuestros derechos fundamentales, como la propuesta vintage de toques de queda, debemos tomar conciencia de que la democracia se debe defender con movilización y con todas nuestras fuerzas, porque estamos bajo un Ejecutivo que no concibe el dialogo si no es en sus propios términos.
Especialmente dramático se ha vuelto el clima total de beligerancia en el marco de las movilizaciones docentes. La nula capacidad de dialogar de los agentes gubernamentales con la ciudadanía, como demuestran los miles de profesores recorriendo Chile exigiendo ser escuchados, contrasta en forma dramática con el constante (aunque no ideal) proceso que lideró el Ministerio de Educación en la pasada Administración y las cientos de mesas de diálogo que se llevaron a cabo durante el proceso más reformista desde el retorno a la democracia.
- Los algoritmos
Las escasas cifras de apoyo ciudadano que tienen por las cuerdas a Sebastián Piñera II son una constatación de la manipulación a la que fue sujeto el electorado chileno el 2017 con los algoritmos analíticos, que bien pueden hacer ganar una elección, como parece apostar el impostor de Joaquín Lavín, pero no asegura gobernabilidad. No hay en un ningún actor social que apoye a este Gobierno o que al menos no esté alerta por el riesgo a perder su trabajo o la gratuidad de su hija o hijo. Este Gobierno no tiene conexión social y no tiene bases de apoyo más que de venales medios de comunicación.
Es ilustrativa la cuenta pública que se realizó cuando se acababa el primer día de junio del 2019, cuando Piñera, fiel a su estilo sombrío, llegaba durante la noche al Congreso Nacional en Valparaíso. Las calles aledañas tenían a miles y miles de jóvenes y profesores quebrándose la voz por ser oídos o recibiendo el agua tóxica de esos tanques de represión que pagamos con nuestros impuestos. El mayor símbolo autoritario y tétrico plasmando en este hito republicano fue el cinismo del hermano de José Piñera al saludar las espaldas de su escolta Granaderos porque las cámaras revelarían su saludo a nadie: no había gente vitoreándolo, saludaba brazo en alto a la oscuridad. Le daba la bienvenida a la noche de nuestra democracia.
En esa ocasión, salvo salidas retóricas como la disminución de los parlamentarios, el foco estuvo puesto en los silencios del Mandatario respecto a cómo propone abordar sus propuestas económicas, en momentos de crisis y tuvo además cero palabras para explicar si dialogaría con la ciudadanía, o si desea al menos un canal de comunicación, una mesa de incumbentes para planificar, algo que demuestre que tiene un compromiso de verdad con este país y que no le interesan sólo sus intereses. Si el Presidente no quiere dialogar con nadie, solo les queda ejecutar como unos YESMAN a sus ministros, entre ellas Marcela Cubillos.
- Cubillos
Desde que asumió la gestión del Ministerio de Educación sus problemas para lograr acuerdos se hicieron evidentes en la dirigenta de la UDI. El ingreso del aula segura de una forma tan prepotente dejó en claro la forma en que esta parte de la élite chilena ve a los estudiantes. Ahora que existe gratuidad y ha aumentado el ingreso de hijos de los pobres a la educación formal, los tratan de delincuentes. Como no tiene voluntad de diálogo y tiene pasta de líder militar, envía pelotones de choque a los establecimientos antes que científicos para emocionar sobre los fenómenos del universo. Envía fuerzas especiales, porque no quiere dialogar con nadie, quiere ser la patrona de fundo que quita Historia y Educación física. Pero se equivocaba en sus cálculos: la solidaridad existe, sobre todo en los profesionales mirados como de segunda categoría como son los profesores.
Los profesores quieren mejorar sus condiciones de vida con un documento trabajado y votado por sus protagonistas. El Ministerio de Educación les niega el diálogo. Nuevamente la democracia muestra estar en plena noche y vuelven a detener a docentes, a dirigentes y a estudiantes.
Como estamos hablando de Educación, podríamos enseñarle a la Ministra Cubillos como se dialoga en democracia, por ello dejaré aquí unos consejos llevados a cabo durante la gestión de Adriana Del Piano en el MINEDUC del Gobierno de Bachelet.
Lo primero: en democracia se validan y respetan las contrapartes de toda organización social que realiza el conducto regular para contactar a una autoridad (digamos, por ejemplo, una carta solicitando audiencia). En el Gobierno anterior, hubo 120 invitaciones anuales a los diversos organismos incumbentes en la Reforma educacional. Las mesas participativas por la educación en 2014 fueron un éxito por los diversos asistentes que llenaron los salones del ex congreso, entre rectores, académicos, CONFECH, CONES, ACES, agrupaciones de trabajadores de la educación y agrupaciones docentes. Todos plantearon en diversas mesas sus puntos de vista sobre el futuro. Hubo conclusiones que nutrieron los proyectos de ley y sembraron las confianzas para desarrollar un trabajo continuo, más enfocado en las diversas áreas que buscaba trasformar la Ley de Inclusión, la Ley de Nueva Educación Pública y las reformas a la educación superior con gratuidad a los seis primeros deciles de menores recursos.
También habría que aclararle a la Ministra que la politización de las demandas del Colegio de Profesores –como la cualquier otro actor social- es intrínseca a su movilización pública. De hecho, la movilización del profesorado el año 2016, con 53 días de duración, sí que era marcadamente política: proponía una política educativa, no con tanto afán estructural como las propuestas del MINEDUC, pero enriquecedora en resolver los obstáculos para su adecuado desarrollo profesional junto con mejorar el rendimiento de los estudiantes. Si no es por el buen criterio de la gestión de ese entonces, sumado a los cientos de procesos participativos llevados a cabo en formatos incluyentes, esas transformaciones tendrían al país más estancado de lo que ya está.
Un líder en el ámbito de la educación debe saber que sus decisiones pueden resolver las urgencias que afectan a los próximos protagonistas de Chile o perjudicarlos para siempre.
Entonces, señora Cubillos, si el Instituto Nacional tiene controversias profundas al interior de su comunidad y de sus “nostálgicos” ex estudiantes, ¿no resultaría más preferible un dialogo fraterno antes que celebrar el ingreso de Fuerzas Especiales a sus salas de clase, como si estuviéramos de nuevo en la dictadura militar?
III. La aurora
También entre quienes estamos domiciliados en la oposición debemos despojarnos de la noche democrática que heredamos, visibles en la fractura y crisis del PS o la reorientación hacia la derecha de algunos DC o PR, o los oportunistas que se fueron del MINEDUC para lograr mezquinas cuotas de poder cuando lo fundamental era defender las reformas y profundizarlas para el bienestar del pueblo.
Por ello es menester saludar a esa oposición consecuente, que está principalmente en las Juventudes de los partidos de la oposición que han cantado en las comisarías, que han recibido vejámenes y abusos por las Fuerzas Especiales, y a quienes se han indignado en todos los rincones del país, sin militancia pero con voluntad crítica. En sus voces está el día que tanto necesita nuestra democracia eclipsada.
El dialogo fraterno entre todos ellos sigue siendo la aurora que nos permitirá resistir a los que nos quieren mantener al margen de la democracia chilena, bajo represión, ignorantes y desorganizados.
El autor es Cientista Político. Fue asesor Gabinete Ministerio de Educación 2014-2017