Antony Blinken, secretario de Estado de los Estados Unidos, anunció este miércoles que su gobierno pagará más de 200 millones de dólares a la Organización Mundial de la Salud (OMS) en concepto de obligaciones atrasadas y actuales, como muestra del “renovado compromiso” de la Casa Blanca con la organización.
“Me complace confirmar que para finales de mes Estados Unidos tiene la intención de pagar más de 200 millones en obligaciones estimadas y actuales a la OMS“, dijo el secretario de Estado en una reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Blinken calificó esta medida como algo clave como uno de los estados miembros de la OMS y recalcó que “refleja nuestro compromiso renovado de asegurar que la OMS tiene el apoyo que necesita para liderar la respuesta internacional a la pandemia, incluso mientras trabajamos para reformarla”.
Este es solo uno de los gestos que ha tenido el gobierno estadounidense de demostrar un cambio profundo en sus políticas nacionales como internacionales, pues no hay que olvidar que el presidente de EE. UU., Joe Biden, suspendió la retirada que inició Donald Trump de la OMS después de asumir su cargo el pasado enero.
Además, agregó que invertirá todos sus esfuerzos para “expandir la capacidad de producción y distribución (de la vacuna del covid 19) y aumentar el acceso, incluidas las poblaciones marginadas“, e insistió en que Washington cree que el multilateralismo, ya que tanto Estados Unidos como la OMS son esenciales para una respuesta sanitaria efectiva e internacional ante el covid-19.
En la reunión de este miércoles, el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, advirtió una vez más que si la campaña de vacunación contra el covid-19 no se implementa en todos los países, el virus continuará mutando, lo que podría prolongar “significativamente” la pervivencia de la pandemia.
“Si se permite que el virus se propague como un incendio descontrolado en el sur global, mutará una y otra vez. Las nuevas variantes podrían volverse más transmisibles, más mortales y, potencialmente, podrían amenazar la eficacia de las vacunas y los diagnósticos actuales”, dijo Guterres.
En su comparecencia, el diplomático portugués recordó que “sólo diez países han administrado el 75 por ciento de todas las vacunas contra el covid-19. Mientras tanto, más de 130 países no han recibido ni una sola dosis“.