El 11 de enero el Congreso Nacional materializó el denominado “Acuerdo por Chile” al aprobar la reforma constitucional que habilitó la puesta en marcha del segundo proceso constituyente. Sin embargo, una amplia variedad de organizaciones gremiales, sociales y sindicales, víctimas de trauma ocular, figuras del mundo cultural, científico y de distintos ámbitos, manifestaron su rechazo por dicho pacto.
Días previos a su aprobación la Comisión Chilena de Derechos Humanos (CCHDH) presentó una denuncia ante el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), Volker Türk, donde afirman que el acuerdo parlamentario “vulnera gravemente los artículos 1° y 25 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, que consagran el derecho de libre determinación y coarta gravemente el derecho que tienen todas las personas en nuestro país de participar en la dirección de los asuntos públicos y a tener acceso a la función pública”.
Tanto organizaciones sociales como personalidades políticas y del arte se plegaron a la denuncia encabezada por la CCHDH. Así, Radio y Diario Universidad de Chile conversó con una de las figuras proveniente del mundo de las culturas que adhirió a dicha denuncia, la actriz y directora de teatro, Malucha Pinto, quien cuestionó la voluntad de la esfera política para dejar atrás las Constitución de 1980.
La dramaturga sostuvo que luego del resultado del 4 de septiembre no hubo espacios ni tiempo para que la ciudadanía realmente analizara y reflexionara respecto a lo que conllevó al inminente triunfo del “Rechazo”.
“De algún modo cada sector definió las razones de acuerdo a sus propios intereses o a su propia mirada. Entonces, en rigor las chilenas y chilenos no hemos hecho un análisis profundo de lo que ha ocurrido”, señaló.
La también ex convencional constituyente expuso que el triunfo del Rechazo no significaba que el Congreso Nacional sería la institución designada para hacerse responsable del nuevo proceso, por lo que opinó que el reciente acuerdo está hecho “a puertas cerradas”. Además, mencionó estar en desacuerdo con los plazos que en su momento fueron establecidos para la Convención Constitucional, así como los que impusieron para el trabajo de la Comisión Experta y del Consejo Constitucional.
“Un proceso constituyente y escribir una Constitución requiere de tiempo, justamente lo que nosotros no tuvimos. Tiempo para deliberar, para conversar, para ponernos de acuerdo, para darle la vuelta más de una vez a lo escrito con la posibilidad de plebiscitos intermedios donde pudiéramos ir consultando a la ciudadanía respecto a las conclusiones a las que se llegaban y a los desacuerdos profundos”, afirmó.
De esa manera, la actriz puso en duda que la población estuviera a gusto con el denominado pacto. “Creo que es un acuerdo poco democrático, con un montón de cerrojos y eso me parece muy cuestionable (…). Todo lo que se ha ido creando me parece poco democrático, poco participativo y poco inclusivo”, afirmó.
Cabe recordar que la Convención Constitucional comenzó la redacción de la nueva Carta Magna desde cero, mientras que el actual proceso contempla 12 bases institucionales y fundamentales.
Asimismo, la actriz opinó que el nuevo proceso constituyente debió “haber empezado desde las bases que redactó la Convención, si bien, reconoció que el texto rechazado tuvo muchos errores, destacó que éste “también tenía muchos aciertos que se hacían cargo de los problemas y de las crisis que hoy están explotando”.